Antes de que sea tarde
Académico. FACE-UBB, Dr. Francisco Gatica Neira,
Tenemos plazo hasta el 27 de enero para aportar ideas al borrador de la Política Nacional de Inteligencia Artificial (IA), liderado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Este documento será crucial para dibujar el futuro de Chile hasta el 2030. Al respecto quiero destacar tres matices a partir de una lectura regional.
En principio no se visualiza en su integralidad la dimensión territorial. El documento plantea que se van a desarrollar Estrategias Regionales o Macro zonales y, en algunos casos, se buscará la articulación con los gobiernos regionales para delimitar áreas a focalizar. La política fomentará el desarrollo de la I.A alrededor de los denominados "Laboratorios Naturales", generando investigaciones aplicadas en las singularidades propias de nuestra geografía: cielos limpios, hielos eternos, océano, bosques, etc.
Lo propuesto por la Política es un camino eficiente pero los riesgos de potenciar o generar enclaves científicos es elevado, alejándose de las necesidades del entorno productivo local. Tal parece que en las regiones no serían un terreno fértil para investigar sobre el perfeccionamiento de los algoritmos, los neuro-derechos, la auditoria algorítmica, la ciberseguridad, sistemas ciber-físicos, entre otras áreas que puedan dinamizar, en el contexto de un sistema regional de innovación, a las empresas locales mejorando nuestra competitividad.
En un segundo orden no se plantea decididamente el apoyo a la pequeña y mediana producción. La Encuesta TICs del MINECON (2020), referenciada por el documento, muestra la brecha con los países de la OECD, algo que siempre le quita el sueño a la capital, pero también evidencian las diferencias entre las grandes empresas y las pymes al momento de adoptar las nuevas tecnologías. El Plan va a apostar con muy bajo riesgo, como cuando compramos "sandias caladas" en la feria, apoyando a los sectores que ya están iniciados en las nuevas tecnologías, generando con esto la consolidación de las ventajas de inicio en las grandes empresas. Es una fórmula exitosa pero recursiva.
Una tercera dimensión es que desaprovechamos esta oportunidad para dar un salto en los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) planteados por Naciones Unidas. Es cierto que el Plan habla del medio ambiente, la salud y la equidad de género, pero hay otras 14 dimensiones del desarrollo que pueden dar salto cualitativo. La I.A, con enfoque de Política Orientada a Misiones (Mazucatto y Penna 2020), nos abre una gran oportunidad para desarrollar nuevas tecnologías y al mismo tiempo enfrentar grandes desafíos sociales.
Es el momento de revisar la propuesta con una lectura desde lo regional. Creo firmemente lo que nos enseñó Claudio Lapostol, Alberto Gyhra, Hilario Hernández, entre otros líderes regionalistas: "Chile o será descentralizado o no será desarrollado". Esto nos exige que en las regiones tengamos los ojos muy abiertos antes de que sea demasiado tarde.