Regreso de cuarentenas al Gran Concepción
El retorno de una masiva cuarentena en la Provincia de Concepción, que considera esta vez a cuatro comunas -Concepción, Talcahuano, Chiguayante, San Pedro de la Paz y Hualqui- y establece la prohibición de salir de los hogares sin autorización y la paralización de las actividades consideradas no esenciales, ha marcado las últimas horas en la zona.
Aunque con lamentables impactos en el plano económico y social, la urgencia de aplicar una medida de este tipo puede ser difícilmente discutible, debido a los altísimos niveles de contagio observados en las últimas semanas, con cientos de nuevos contagios diarios y una cantidad de personas con capacidad de contagiar sin precedentes desde el inicio de la pandemia.
En efecto, el informe de ayer dio cuenta de 533 nuevos contagios de covid-19, con 52.198 acumulados y 3.028 casos activos, 2.090 en la provincia de Concepción, 528 en Biobío y 377 en Arauco.
A ello debe sumarse la situación más preocupantes, como es el aumento de las atenciones de salud, que en los casos más graves se traduce en altos niveles de ocupación de las denominadas camas críticas, es decir de unidades de cuidados intensivos (UCI) y de unidades tratamientos intermedios (UTI). En efecto, ayer la disponibilidad de estas plazas llegaba al 11% y 19%, respectivamente, lo que ha debido ir de la mano en las últimas semanas de los traslados de pacientes a otras regiones, prueba fehaciente de la compleja situación que se vive actualmente en Biobío.
Un factor fundamental frente al aparente dilema que se plantea al aplicar una medida necesaria, pero con evidentes efectos económicos y sociales, es que ambas cuestiones no son contradictorias. Por eso, lo que más importa en este caso es el "timing" -el cuándo y cómo se aplica la medida- y cuándo se debe levantar. Y esto también es importante, considerando el necesario equilibro entre las políticas de salud pública y los costos sociales y económicos asociados.
En ese contexto es dónde toda la comunidad puede colaborar, en particular para conseguir que la aplicación de la cuarentena tenga tal efectividad, que no sea necesario extenderla tanto como ha ocurrido en algunas comunas.
En el anuncio de ayer, en todo caso, se aseguró que en este caso la cuarentena no se extendería por más de un mes, ese ya es un periodo bastante amplio considerando, de paso, que algunos de los sectores más golpeados por la pandemia vivían precisamente por estos días una pequeña ventana para recuperar algo de lo perdido en todos estos meses, como es el caso del rubro gastronómico y turístico.
Un confinamiento como el que se comienza a vivir en parte del Gran Concepción requiere, por cierto, no solo la colaboración de la ciudadanía, sino también un liderazgo político claro para -junto con la entrega adecuada de la información- trabaje de una forma mucho más intensa en la búsqueda de mecanismos del apoyo necesario para los rubros más golpeado por la emergencia sanitaria, pero por sobre todo para los habitantes de los sectores más desposeídos, que muchas veces incluso ven amenazada la cobertura de sus necesidades más básicas. Proveer los recursos para cubrir los requerimientos más urgentes es una clave que no puede perderse de vista, especialmente a la hora de considerar el grado de cumplimiento de estas disposiciones en los casos de quienes dependen del "día a día" para poder llevar el alimento a sus casas.
Evidentemente, las nuevas cuarentenas traen consigo también la molestia de aquellos que habían alentado sus esperanzas de poder acceder a un permiso de vacaciones dispuesto para los meses de enero y febrero. Y es que se debe recordar que el plan Paso a Paso no autoriza la salida o llegada a comunas en paso 1 y, por consiguiente, no se podrá acceder a ese beneficio en las comunas que se hallan en esta condición.
Aunque con lamentables impactos en el plano económico y social, la urgencia de aplicar una medida de este tipo puede ser difícilmente discutible, debido a los altísimos niveles de contagio observados, con cientos de nuevos contagios diarios y una cantidad de personas con capacidad de contagiar sin precedentes.