Prevención de los accidentes de tránsito
De acuerdo a las estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), en Chile diariamente fallecen en promedio cinco personas en accidentes de calles y carreteras. Pero no se trata de números, porque detrás de cada muerte hay una familia, hay amigos, hay toda una vida de desarrollo, de esfuerzos y de planes que no llegaron a cumplirse.
En los accidentes influyen factores como la alta velocidad, la imprudencia de conductores y de peatones que cruzan con luz roja o por lugares no habilitados, y la conducción descuidada, donde hablar y escribir por celular tiene una alta incidencia. Es usual que durante los fines de semana largos, y en fiestas como las de septiembre y de diciembre, se incrementan estos trágicos siniestros, por lo que las autoridades llaman a adoptar medidas preventivas.
Las cifras de Conaset indican que durante el año 2019 se registraron en el país 89.983 accidentes de calles y carreteras, en los que 57.749 personas quedaron lesionadas y 1.617 personas perdieron la vida, en este último caso, con un aumento de 7,3% respecto a los fallecidos informados en 2018. Durante el presente año 2020, hasta mediados de diciembre, habían muerto 1.450, pese a que debido a la pandemia de coronavirus hubo mayores limitaciones para que las personas salieran de viaje en las festividades, y a que en oportunidades hubo cuarentena y controles en cordones sanitarios para evitar la movilidad. En nuestra Región del Biobío, durante 2019 se registraron 8.197 siniestros de tránsito, que dejaron 6.141 lesionados de diversa consideración y 141 muertos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registra poco más de un millón de muertes en el orbe debido a tragedias en calles y carreteras, por lo que es necesario reforzar las legislaciones y los controles para evitarlos. Peatones, motociclistas y ciclistas son los más vulnerables y las principales víctimas fatales de los traumatismos. El organismo menciona como los factores de riesgo con más prevalencia, el consumo de alcohol, exceder los límites a la velocidad, no usar cascos de motocicleta, y no usar cinturones de seguridad y asientos especiales para niños en los automóviles.
El tema de las muertes y lesiones por accidentes de tránsito es complejo, considerando el explosivo aumento del parque automotor. Las tragedias viales son la tercera causa de muerte en Chile. Los estudios indican que más del 90% de los accidentes ocurren por imprudencias o fallas humanas, lo que nos hace los primeros responsables para mantener la seguridad vial. Muchos de éstos terminan con muertes que son evitables, por lo que el tema de la conducción responsable debe abordarse frecuentemente, sobre todo durante los períodos previos a los fines de semana largos, durante las vacaciones de verano y en las festividades, para que los conductores entiendan la gran responsabilidad que asumen cuando guían un automóvil. Al impacto del alcohol, se ha agregado el de la droga. La mayoría de automovilistas que dieron positivo en los narcotest aplicados en el pasado fin de semana largo, fue por consumo de marihuana (tres de cada cuatro).
Chile se ha destacado en los últimos años con campañas como las de tolerancia cero alcohol y la ley Emilia, que buscan erradicar conductas altamente riesgosas al conducir, como manejar después de haber bebido o consumido drogas. Sin embargo, sigue siendo de real importancia que todos quienes de una u otra manera intervienen en el sistema vial, asuman con responsabilidad la conducción y su comportamiento en el tránsito, en general.
Los balances de Carabineros advierten la poca preocupación de los automovilistas. Es cierto que se producen más accidentes en las zonas urbanas que en las rurales, pero en éstas son más graves porque se circula a mayor velocidad. Por ello, hay que redoblar los cuidados en estas vacaciones.
Este año, hasta mediados de diciembre, han muerto en el país 1.450 personas en accidentes de tránsito, pese a que debido a la pandemia de coronavirus hubo mayores limitaciones, como cuarentena y cordones sanitarios, para que las familias salieran de viaje en las festividades largas.