Mayor nivel de riesgo de contagios
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido aumentar los esfuerzos de vigilancia durante las fiestas de fin de año, en momentos en que el número de muertes semanales ha aumentado en un 60% en el último mes y medio. El director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho que "la temporada de fiestas es un momento de esparcimiento y de celebración, pero no debemos bajar nuestra vigilancia. La celebración puede transformarse muy rápido en duelo si no tomamos las buenas precauciones".
Varios países europeos han registrado desde hace unas semanas niveles muy elevados de contagios por covid 19 y se ha visto que a medida que se acerca Navidad, la epidemia crece como nunca en Estados Unidos y en Latinoamérica. De ser así, pareciera que comienzan a hacerse más notorios los temores de los especialistas, que vaticinan una segunda gran ola de contagios a inicios del año 2021.
Por ello, la OMS ha señalado que las personas que vivan en regiones de fuerte transmisión deben examinar atentamente sus proyectos para las fiestas de fin de año, con el fin de garantizar la seguridad de ellas mismas y de los demás, de manera que el mejor regalo navideño que podrían hacer las familias es la entrega y garantía de salud, vida, amor, alegría y esperanza. Hay que considerar que si bien en algunos países comienzan lentamente a circular las vacunas contra el covid-19, el virus sigue en circulación y la gran mayoría de la población puede aún resultar infectada, ya que la situación mundial es todavía inestable en el plano epidemiológico.
En nuestro país, las autoridades de Salud están preocupadas por el alza de contagios y el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, envió una circular a todos los hospitales y clínicas, para realizar un catastro de cuántas camas pueden habilitar en una situación extrema y exigiendo que elaboren un plan de reconversión lo más expedito posible, el cual debe ser enviado al Servicio de Salud correspondiente. Se estima que frente a los aumentos de casos de las últimas semanas y los que se prevé que se generarán a partir de las fiestas de fin de año, el país podría llegar a necesitar hasta unas mil camas críticas más de las que actualmente están en operaciones para tratar a los pacientes de coronavirus. En los últimos días se elevó a más de un centenar el número de contagiados que están ocupando camas UCI en establecimientos de la Región del Biobío y se prevé que a medida que el virus se siga distribuyendo se incrementará también la letalidad o mortalidad de la enfermedad.
El Ministerio de Salud ha enfocado sus llamados hacia la población joven, de entre 20 y hasta 40 años, con el fin de que adopten las medidas de prevención, considerando que son ellos quienes mayormente exponen a sus grupos familiares. Las estadísticas indican que el 60% de personas contagiadas son menores de 40 años. Las personas respetan, en general, las medidas sanitarias en el diario vivir, pero cuando ese segmento de la población participa en fiestas, reuniones con amigos y otros encuentros, incluso en horarios de toque de queda, donde no hay respeto por las medidas preventivas, como uso de mascarilla o distancia social, el riesgo de infectarse es muy alto, y luego llevar el virus a casa, con mayor riesgo de letalidad cuando hay adultos mayores.
En consecuencia, si bien los más contagiados son los jóvenes y adultos jóvenes, las consecuencias fatales de llevar el virus a domicilio las sufren los adultos mayores, por los efectos de la enfermedad, como neumonía, derrames cerebrales, trombosis, insuficiencia renal, entre otros. Cualquier persona infestada con coronavirus se puede agravar. De todas formas, las autoridades de salud han pedido aún más cuidado con las poblaciones de riesgo, como son los adultos mayores, los inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes o problemas cardíacos, entre otros.
El Ministerio de Salud ha enfocado sus llamados hacia la población de entre 20 y hasta 40 años, con el fin de que adopten las medidas de prevención, considerando que son quienes mayormente exponen a sus grupos familiares. Las estadísticas indican que el 60% de personas contagiadas son menores de 40 años.