Avanzar hacia regiones "más inteligentes"
El especial momento que vive nuestro país -con importantes cambios ad portas, derivados tanto de la agenda sanitaria como política- hace necesario pensar en cómo pueden las regiones de Chile, en particular Biobío, aprovechar este escenario para repensar su forma de desarrollarse y avanzar en elementos tan importantes como la articulación público-privada, el crecimiento sustentable y la cohesión social.
Como se sabe, las situaciones de crisis representan no solo un momento marcado por problemas y obstáculos que superar, sino también por las oportunidades que pueden surgir a partir de la necesidad de hacer las cosas distinto. Por eso desde esta tribuna hemos insistido en que junto con hacer frente a las dificultades, no hay que perder de vista las opciones de enfocarnos en retos y necesidades claves de las regiones para el mediano y largo plazo, aprovechando los puntos fuertes y las ventajas competitivas de nuestros territorios para respaldar procesos de innovación tecnológica y social.
En ese escenario, las estrategias de desarrollo que se articulen en torno a un proyecto común pueden ser un instrumento poderoso para afrontar los diversos retos sociales, medioambientales, climáticos y energéticos, por ejemplo, el cambio demográfico, la eficiencia de los recursos, la seguridad energética y la capacidad de adaptación al clima, haciendo además que las regiones sean más atractivas para la inversión.
Para profundizar sobre este tipo de materias, EL SUR inauguró recientemente un ciclo de encuentros online titulado "Regiones Inteligentes, el desarrollo más allá de la pandemia". Y cuando hablamos de regiones inteligentes, lo que queremos transmitir es la idea de cómo nuestras zonas pueden aprovechar la ciencia, tecnología, investigación e innovación para dar un nuevo impulso en su desarrollo y, a la vez, asegurar mejores condiciones de vida para sus habitantes.
El citado ciclo partió hace un par de semanas con interesantes invitados que entregaron luces sobre cómo mejorar las propuestas de desarrollo locales.
Así, por ejemplo, Natalia Sotomayor, representante del Comité de Transformación Digital de Corfo, expuso acerca del Plan Nacional Chile Territorio Inteligente llevado adelante por la corporación, diagnóstico que busca orquestar el desarrollo de territorios inteligentes en todo el país, potenciando las capacidades particulares de cada uno de ellos.
Sotomayor explicó que se hicieron talleres en todas las regiones, recogiendo las visiones locales y levantando las principales oportunidades y necesidades, pero también las brechas e identificación de los focos estratégicos de los territorios.
Uno de los hallazgos más interesantes de ese diagnóstico el hecho que los sectores de la academia, el público y el privado, por lo general, lograron llegar a una visión consensuada, pero la sociedad civil suele diferir de ellos, con una mirada distinta en los temas. Por eso, una estrategia mucho más acorde a los tiempos requiere, necesariamente, sumar más actores a las instancias donde se toman las decisiones, de manera de poder avanzar también en la legitimidad social y la adhesión a los proyectos de desarrollo que se suelen plasmar en las estrategias de desarrollo local.
En la misma línea John Müller, periodista, editor y columnista económico con extensa trayectoria en España, se refirió a las oportunidades de desarrollo que se pueden dar con una concepción distinta de las regiones, pensadas más allá de los actuales límites político-administrativos e, incluso, en el caso de las regiones del sur, con una visión integrada con Argentina, para aprovechar el carácter bioceánico de esta parte del continente.
Müller enfatizó que las regiones muchas veces tienen poco que ver con lo que aparece pintado en los mapas, con las fronteras nacionales, regionales provinciales y comunales. "Hay que traspasar la frontera y pensar en vías de comunicación, de vías energéticas, de transporte de energía, de transporte de productos y servicios. Salirse del mapa nacional", aseveró.
Por su parte, el doctor en Economía y Gestión y académico de la Universidad del Bío-Bío (UBB), Francisco Gatica, abordó la necesidad de adaptarnos y aprovechar el cambio técnico que se observa como fenómeno global, a través de fenómenos como la manufactura avanzada, la automatización y la incorporación de inteligencia artificial a muchísimos procesos. Al respecto, el investigador abogó por contar con más datos regionales para monitorear este tipo de procesos de cambios técnicos.
A su vez, la presidenta de Irade, Patricia Palacios, puso el foco en la necesidad de intensificar la articulación público-privada para construir un proyecto de desarrollo regional con cohesión social.
Palacios comentó que son las firmas privadas las que más invierten en desarrollo tecnológico. "Para que las empresas tengan un terreno firme y un horizonte claro para hacer las inversiones en innovación y tecnología se requieren las herramientas de planificación de desarrollo regional", detalló.
Próximamente, EL SUR realizará un segundo encuentro del ciclo, donde se abordarán materias vinculadas a los desafíos y oportunidades del desarrollo de las regiones de Chile y, especialmente, Biobío.
Diario EL SUR inició recientemente un ciclo de encuentros donde el foco está puesto en cómo aprovechar las oportunidades que derivan de un momento crítico de nuestra historia para dar pasos concretos en el fortalecimiento del desarrollo regional.