Por Alma Canales Silva
Hace poco más de dos años que Ñuble, con sus 21 comunas, se separó oficialmente, dejó de ser una provincia de Biobío y se convirtió en la 16° región del país. Dentro de quienes sufrieron el impacto de esta división están los viñateros, principalmente los emplazados en la zona de Florida, más cercana a la nueva región.
Este grupo está compuesto por personas que producen, en promedio, unos 27 mil litros, con vinos de distintas cepas y que pueden venderse entre 2 mil 500 y 10 mil pesos la botella, dependiendo del año de cosecha y la calidad del producto.
"En términos territoriales no hay muchos cambios. Donde sí tuvimos hartos cambios fue en la relación con los organismos públicos. Ñuble tiene una orientación más preponderante que Biobío en el tema de vinos, por lo que tuvimos que modificar nuestras estrategias", mencionó Álvaro Señor, dueño de la viña Santa Ximena, ubicada en Florida, a 45 kilómetros de Concepción.
De a poco, los pequeños productores tuvieron que empezar a generar lazos con las autoridades para mostrar la relevancia de su rubro, que trabaja con cepas como país, moscatel de Alejandría, Cinsault y Malbec, principalmente, en un territorio donde lo preponderante está vinculado al área industrial y forestal.
Gracias a ello se conformó una mesa regional del vino, liderada por la Seremi de Agricultura, la que tiene como finalidad apoyar a los pequeños vitivinicultores. En ese contexto, explicó Iván Ramírez, seremi (s) de Agricultura, se generó una mesa específica para la comuna de Florida que opera en forma independiente, y que derivó en la creación de Itata Sur, una marca con la que esperan ganar terreno.
Nueva identidad
Ángela Torres tiene una consultora. La consultora Tierra Verde. Hace dos años comenzaron a trabajar con los viñateros del límite norte de la Región, donde hay 58 productores de vino de diversas cepas y calidades. De ellos, nueve se organizaron y el resultado fue la creación de Itata Sur para darle un impulso al rubro en la zona. "La gente no asocia que hay viñas en Biobío", reconoció Torres. Por eso, lo primero fue generar la marca.
Una de las decisiones que tomaron fue incorporar el vino embotellado, pues los viñateros estaban abocados casi exclusivamente al vino a granel.
Torres menciona que ese trabajo es lento pero va avanzando. "Hay que pasar hartas etapas y lo que nos falta es certificar las etiquetas, que es donde aparece la información sobre el grado alcohólico, el origen, es la certificación de calidad", indicó.
Un buen aliciente para este trabajo han sido los premios obtenidos por Álvaro Señor y Juvenal Venegas: el Catad'Or Wine Awards 2020 por el Borde Sur Syrah 2018, y el Espíritu Indomable Cinsault 2020, respectivamente.
Trabajo
Las instituciones públicas han sido grandes aliados de Itata Sur. El seremi de Agricultura (s), Iván Ramírez, informó que en estos dos años han hecho varias actividades.
"Por ejemplo, estamos trabajando en el seguimiento del estado de avance en la solicitud de derechos de agua a la DGA para 135 usuarios; a través de FIA se está desarrollando un Programa de Innovación en Valorización del Potencial Vitivinícola Valle de Itata, donde participan productores de Florida; y con fondos FNDR e Indap se financió en la temporada 2019-2020 el centro de acopio en Rahuil Alto, beneficiando a 73 productores, logrando comercializar 813 mil 919 kilos de uva por un valor de $104.685.770", detalló.
Efecto covid-19
El trabajo con los viñateros iba avanzando, pero luego se toparon con una segunda dificultad: la pandemia. La irrupción del covid-19 en el país tuvo un gran impacto, principalmente en la distribución de los productos.
Ángela Torres explicó que hasta inicios de este año la producción de ese territorio se comercializaba principalmente en ferias costumbristas. Biobío tenía un amplio calendario durante todo el año, pero todo fue suspendido cuando se decretó el estado de emergencia y, con él las restricciones para realizar actividades masivas.
Álvaro Señor agregó que en el caso de su viña, sus productos se vendían en tiendas específicas, una en Chillán y otra en la provincia de Arauco. Ambas cerraron por la emergencia sanitaria y no han vuelto a abrir. Tanto él como los otros productores que están impulsando Itata Sur comenzaron a buscar alternativas.
Ángela Torres detalló que la estrategia fue, primero, fortalecer la presencia en redes sociales. Luego vino el nexo con una empresa de delivery para llegar al público de Concepción. Están en conversaciones con otras distribuidoras para ampliar la oferta.
Álvaro Señor mencionó que la venta es lo más complejo: "Tener un producto de relativa calidad no es tan complicado. Lo complicado es mantener un nivel de venta constante".
Una tercera fase considera la realización de tours por las viñas, iniciativa que se evalúa con Sernatur. Según Señor, esto no es tan complejo aunque sigamos en estado de emergencia, porque de por sí, en el campo hay un mayor distanciamiento físico y los aforos se pueden manejar con reservas de grupos.
Desde Itata Sur remarcaron que han logrado mostrar la importancia del rubro en la zona y esperan, junto a las autoridades, seguir identificando oportunidades para crecer y que la marca sea tan reconocida como la de sus vecinos de Ñuble.