Por Efe
China ofreció al mundo datos más optimistas de los que presentaba la pandemia de covid en sus inicios, tardó demasiado en diagnosticar a los pacientes confirmados y manejó la situación de forma caótica, asegura una filtración de documentos.
Estas son algunas de las conclusiones obtenidas por la cadena estadounidense CNN, tras analizar documentos internos de las autoridades sanitarias chinas; en total, 117 páginas procedentes del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Hubei.
Según esta investigación, China tardó un promedio de 23 días en diagnosticar a los pacientes confirmados y los errores en las pruebas significó que la mayoría de los pacientes recibió resultados negativos hasta el 10 de enero.
TARDE Y LENTO
Además, las primeras actuaciones sobre el coronavirus se vieron obstaculizadas por la falta de fondos y de personal y la compleja burocracia, que complicaron el sistema de alerta temprana de China.
Según los documentos, se produjo además un gran brote de influenza a principios de diciembre en la provincia de Hubei, que no fue revelado anteriormente.
Recién el 10 de febrero el presidente (chino) Xi Jinping, quien durante semanas no había sido visto en público, se dirige al personal del hospital en la ciudad de Wuhan mientras luchan por contener la propagación de un nuevo coronavirus, aún sin nombre oficial, asegura la cadena.
Xi expresó sus condolencias a quienes murieron en el brote. Instó a una mayor comunicación pública, ya que en todo el mundo aumentaban las preocupaciones sobre la posible amenaza que representaba la nueva enfermedad.
Ese mismo día, las autoridades chinas informaron de la existencia de 2.478 nuevos casos confirmados, lo que elevaba el total mundial a más de 40.000, y menos de 400 casos eran fuera de China.
En un "documento interno confidencial", las autoridades sanitarias de la provincia de Hubei, donde se detectó el virus por primera vez, informaron 5.918 nuevos casos detectados el 10 de febrero, más del doble de la cifra oficial.
Este dato, mucho mayor, nunca se reveló por completo, ya que el sistema contable de China pareció restar importancia a la gravedad del brote en sus inicios, según se desprende de los documentos.
El Gobierno chino ha rechazado las acusaciones de occidente de que ocultó deliberadamente información relacionada con el virus. Aunque los documentos no ofrecen evidencias de un intento deliberado de ocultar los hallazgos, sí revelan inconsistencias sobre lo que estaba sucediendo y lo que se comunicó.
Las primeras actuaciones sobre el coronavirus se vieron obstaculizadas por la falta de fondos y de personal y la compleja burocracia, que complicaron el sistema de alerta temprana de China.