La lucha contra el VIH/Sida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso que el 1 de diciembre de cada año se recuerde el Día Mundial del Sida, para dar a conocer los avances de la lucha contra el VIH/Sida. Este año, la conmemoración tiene un significado especial, debido a que el impacto negativo que la pandemia de covid 19 ha tenido en la respuesta global contra el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida podría causar entre 69.000 y 148.000 muertes adicionales en el mundo entre el presente año y el 2022, de acuerdo con lo que estimó la Organización de Naciones Unidas.
Un reporte mundial de ONU Sida señaló que en Chile había el año anterior 71 mil personas que viven con esa enfermedad, de las cuales sólo 45 mil reciben tratamiento. Ya en el informe de 2016, Chile aparecía como el país en Latinoamérica con la mayor alza en casos confirmados, lo que obligó al Ministerio de Salud a reforzar las políticas de pesquisa y tratamiento de personas contagiadas. Las autoridades de salud se habían planteado el desafío de que al 1 diciembre del 2020 la epidemia de VIH estaría controlada en Chile, para lo cual el presente año estaría destinado a encontrar a las personas que viven con el virus para que accedan al tratamiento que está garantizado a través del Auge. Y una vez que estuvieran en tratamiento, que evitaran transmitir el virus a otras personas. Se dispuso que el examen de detección en el sistema público fuese gratuito, y que no se requería una orden médica. Sin embargo, la pandemia de covid 19 obligó a postergar los tratamientos de varias enfermedades, con el fin de destinar todo el personal y equipamiento a enfrentar el nuevo desafío. En la Región del Biobío había a comienzos de este año alrededor de 2.700 personas registradas con VIH Sida y la mayoría se encontraba en tratamiento.
Los problemas endémicos en la respuesta a esta enfermedad, que causó 690.000 muertes en el mundo durante 2019, contribuyeron a que otro virus, como el covid, se propagara más rápidamente este año. El informe de ONU Sida indica que si los sistemas sanitarios y redes de seguridad social hubieran sido más fuertes, el planeta habría estado mejor posicionado para frenar el coronavirus.
El estudio reconoce que en un año tan difícil no se cumplirán los objetivos en la lucha contra el Sida, encaminados a lograr que la enfermedad deje de ser una amenaza para la salud pública en 2030. "Los progresos de los últimos años están amenazados en muchos países, con los servicios de atención al VIH interrumpidos, y las cadenas de abastecimiento cortadas para muchos productos básicos. El mundo ha cambiado en los últimos meses, y en él el covid ha empeorado las desigualdades que otra pandemia, la de VIH/Sida, también había generado", dijo el organismo internacional.
Son varias las causas que en Chile han llevado en los últimos años a un incremento en las cifras de contagios VIH/Sida, pero tal vez se considera que había pasado a ser un tema olvidado para aquellos que creen no ser portadores de la enfermedad. Asimismo, influye la mayor liberalidad sexual, un rechazo a adoptar medidas preventivas y las deficiencias en la educación sexual. Lo cierto es que en el último tiempo hubo más personas contagiadas y, lo que es más preocupante, en segmentos cada vez más jóvenes, entre 15 y 29 años.
Una parte de la población portadora del VIH no sabe que lo tiene, por lo que a inicios del presente año se lanzó una campaña para llamar a la población en condición de riesgo a realizarse el test, porque en la medida en que haya una detección temprana y sigan los tratamientos en forma rigurosa, son mayores las posibilidades de llevarla controlada. El Ministerio de Salud plantea la necesidad de que las personas que viven con VIH conozcan su diagnóstico, para que accedas a tratamiento y terapia. También hay que sensibilizar a la población para que el VIH sea un tema de conversación en casa y en la comunidad, para prevenirlo.
En la Región del Biobío había a comienzos de este año 2.700 personas registradas con VIH Sida y la mayoría se encontraba en tratamiento, pero la pandemia de covid 19 obligó a postergar los tratamientos de varias enfermedades, con el fin de destinar el personal y equipamiento a enfrentar el nuevo desafío.