Ues se preparan para otro año de postgrados en modalidad virtual
Casas de estudios superiores mencionan que este año les presentó desafíos, pero también oportunidades para crear nuevos programas o explorar tecnologías para atraer a nuevos alumnos. Deserción fue baja, reconocen.
Por Alma Canales Silva / alma.canales@diarioelsur.cl
Tal como ocurrió en pregrado, las universidades locales tuvieron que adaptar sus programas de magíster y doctorados a las nuevas circunstancias impuestas por la pandemia. Aumentar la presencia en plataformas virtuales, clases por Zoom e incluso becas de conectividad fueron las alternativas a las que recurrieron las casas de estudio en la Región y que, según ellas mismas evalúan, han resultado bastante bien. Indicador de aquello es que la deserción que registraron fue baja, similar a la de años anteriores, afirmaron.
Eso, al menos, es lo que plantean en las universidades Católica de la Santísima Concepción (UCSC), del Bío-Bío (UBB), de Concepción (UdeC), del Desarrollo (UDD), San Sebastián (USS) y Andrés Bello (Unab).
Actualmente la oferta local en esas seis universidades está compuesta por 37 doctorados y 145 magíster, en todas las áreas, con más de 4.600 alumnos.
En las casas de estudio reconocen que las restricciones para evitar la propagación del covid-19 han abierto un escenario que no tenían como prioridad: potenciar la virtualidad de algunos programas, lo que permitirá ampliar la cobertura, ya que la distancia muchas veces se transforma en un desincentivo para llevar a cabo una especialización de postgrado.
La pandemia también los ha llevado a desarrollar programas nuevos, los que serán parte de la oferta de especialización para 2021. Así lo informaron desde la UCSC, que ya preparó cuatro programas de magíster.
Enfrentar la pandemia
"Desde que la universidad implementó una cuarentena preventiva el 16 de marzo la decisión fue que en conjunto con los alumnos íbamos a decidir cómo proceder. Algunos dijeron que no tenían problemas con que las clases fueran virtuales y otros dijeron que preferían que se suspendieran las clases mientras esperábamos qué sucedía", cuenta Johanna Vergara, directora de la Dirección de Postgrado.
Cuando constataron que la pandemia iba para largo, todos los programas retomaron sus clases a través de las plataformas virtuales que tiene la universidad. Los programas más complicados fueron los asociados al área de la salud y los tesistas, que requieren usar laboratorios o investigar para terminar sus formación.
Desde la USS complementan que las áreas más afectadas son las vinculadas al área de salud. Karin Bravo, directora de Postgrados, expone que estos programas tuvieron que ajustar sus calendarios académicos para realizar las clases presenciales en fechas más condensadas.
"Las mayores restricciones las tenemos actualmente por las cuarentenas establecidas en algunas comunas que impiden el libre desplazamiento, o el adelantamiento del toque de queda que impide realizar actividades en jornada vespertina (después de las seis de la tarde)", detalla. También influyen las restricciones para los fines de semana, que es cuando los estudiantes de postgrados tienen mayor posibilidad de asistir, suma.
En el caso de la UDD, el director de Lifelong Learning, Nicolás Varela, detalla que la opción para ellos fue ajustar los programas. Por ejemplo, comenta, se privilegiaron las clases teóricas, las que pueden realizarse de forma virtual, y las actividades prácticas se aplazaron, para poder ejecutarlas cuando las condiciones sanitarias lo permitieran. Esas ya se están retomando.
"Nosotros ya teníamos la experiencia de octubre con clases a distancia", afirma Varela. Agrega que la respuesta este año fue implementar la modalidad hyflex, que implica que quienes pueden asistir a las clases reciban la educación de manera presencial y quienes tengan limitantes (por ejemplo, que estén en una comuna con cuarentena y, por tanto, tengan dificultades para desplazarse) lo hagan de manera virtual.
Para la Unab fue un poco más fácil, ya que desde 2010 imparte programas de postgrado en modalidad online. Esto les permitió sortear las complicaciones impuestas por las restricciones para hacer actividades presenciales. Además, ya tenían una década de experiencia con plataformas virtuales.
En la UBB, como tuvieron que migrar todos sus programas a la modalidad a distancia, los directores de programas , en conjunto con los académicos, tuvieron que reflexionar sobre cómo innovar y transformar sus propuestas didácticas para responder a las nuevas demandas. Así lo dio a conocer Carmen Luz Muñoz, directora de Postgrado del plantel estatal.
Según Muñoz, el principal desafío este año ha sido homologar las actividades presenciales a una modalidad a distancia. Aquí, el uso de la tecnología ha sido clave.
"Esto ha significado una serie de adaptaciones institucionales, normativas, formas de hacer docencia, apoyo a los estudiantes con problemas de conectividad. Sin lugar a dudas, el esfuerzo del profesorado ha sido clave para desarrollar todos nuestros programas de manera exitosa", plantea.
Ese esfuerzo, suma, se ha traducido en que sólo un 6% de los alumnos matriculados a inicios de año optara por retirarse o suspender su formación.
Sandra Saldivia, directora de Postgrado de la UdeC, plantea, al igual que su par de la UBB, que los desafíos de este año han sido mantener el estándar de calidad, "con desafíos particularmente relevantes en los procesos de aseguramiento de la calidad de los proyectos de tesis, en la investigación llevada a cabo por estudiantes , con la guía de sus académicos supervisores, cuyos resultados repercuten en ámbitos claves como la productividad científica y los tiempos de permanencia, entre otros".
El mayor impacto del covid-19, dice, se vio en alumnos nuevos de magíster, quienes tuvieron que posponer su ingreso.
Hacia 2021
Bravo vislumbra como desafíos para el próximo año "la capacitación permanente de nuestros docentes, así como la búsqueda de metodologías idóneas a la virtualidad, que permitan la discusión entre los participantes de un curso".
Agrega que cada dirección académica de los programas está evaluando la posibilidad de mantener algunas asignaturas en formato virtual, y combinar con actividades presenciales cuando las condiciones lo permitan.
"En el caso de existir actividades que deban realizarse de forma presencial, como los laboratorios y actividades de simulación, estos se desarrollarán cumpliendo todos los requerimientos que señale la autoridad sanitaria", aclara.
Algo similar harán en la UdeC. Sandra Saldivia remarca que esas actividades que tienen que hacerse presenciales se llevarán a cabo "adoptando todas las medidas que se requieren, incluyendo aforos máximos, elementos de seguridad personal, entre otros".
Nicolás Varela de la UDD, proyecta que una de las respuestas para abordar el incierto escenario del próximo año es mantener la modalidad hyflex. Esto, remarca, permite a los estudiantes realizar su formación con clases presenciales o de manera remota, o incluso mezclarlas de acuerdo a la disponibilidad que tengan.
Agrega que para mejorar la calidad de las clases la universidad ha invertido en equipos para mejorar la calidad de las transmisiones. Esto ha sido replicado en todos los planteles de la zona.
En la UCSC también están atentos a las recomendaciones de las autoridades. Por hora continuarán con la modalidad virtual, pero esperan migrar a un sistema mixto.
Una oportunidad
Toda crisis tiene aspectos negativos y positivos. En el caso de la pandemia, las restricciones de desplazamiento y de aglomeraciones les ha permitido a las universidades potenciar la educación a distancia.
Sandra Saldivia manifiesta que "desde antes de la pandemia la Universidad de Concepción estaba analizando y evaluando la posibilidad de impartir algunos programas en formato virtual o híbrido, una mezcla de lo virtual y presencial, pensando en una primera etapa en programas de magíster profesional; obviamente lo ocurrido este año genera un aprendizaje que permite ser optimista con esta proyección y probablemente acelere la implementación de este tipo de programas".
En el caso de la UCSC, la pandemia influyó en la creación de nuevos programas. Johanna Vergara adelanta que la oferta de 2021 incluye cuatro magíster: comunicación y cambio social, historia, sistemas energéticos y ciencias biomédicas. Todos abordan aspectos asociados al covid-19 y su impacto en las áreas abordadas, cuenta.
Para la UBB, la pandemia se ha transformado en una gran oportunidad para avanzar en la internacionalización de los programas de postgrado, aumentando la colaboración interuniversitaria, generando redes y fortaleciendo la vinculación entre investigadores en los distintos ámbitos disciplinares.
Nicolás Varela cree que la modalidad online llegó para quedarse. Por eso, en la UDD están evaluando las oportunidades que se abren: "Esto es beneficioso para los estudiantes extranjeros, quienes pueden quedarse en sus países mientras cursan el postgrado y sólo vienen una vez para las actividades presenciales, las que estamos tratando de concentrar en un par de semanas".