"Hoy hablamos mucho de innovación, pero no se logra sin asociatividad"
El gremio empresarial celebró ayer su aniversario número 55 y ya marca su camino de cara hacia los próximos años de gestión.
La Corporación Industrial para el Desarrollo Regional (Cidere) Biobío celebró ayer su aniversario número 55 y el festejo se llevó a cabo de manera muy austera a raíz de las complejidades asociadas a la emergencia por la pandemia del covid-19.
En conversación con Diario EL SUR, el gerente general del gremio empresarial, Pedro Ramírez, abordó el trabajo realizado por el organismo todos estos años y el aporte entregado a la Región. Lo más significativo, puntualizó, tiene que ver con la generación de tecnologías de bajo costo, la innovación, el emprendimiento y la responsabilidad social, elementos que les han permitido potenciar zonas y comunidades rurales "creando oportunidades de trabajo y de apoyo a los microempresarios".
-¿Cómo se puede promover el desarrollo en la Región después de vivir una crisis de estas características, que ha dejado a miles de desempleados?
-Creo que esta es la oportunidad para los emprendimientos. Hoy vemos que aquellas personas que por alguna razón cambiaron de actividad o perdieron sus puestos de trabajo han emprendido negocios familiares en todo lo que dice relación con gastronomía entregada en la casa de quien lo demanda. Por otro lado, son importantes los proyectos de responsabilidad social. Eso les da oportunidad para mejorar su producción, procesos y calidad de productos. Y estamos con un desafío grande, que es el tema de la digitalización.
-En un reciente encuentro organizado por Corbiobío, el experto de la OCDE Enrique Garcilazo sostuvo que uno de los ejes del desarrollo debe estar puesto en las zonas rurales. ¿Qué falta para descentralizar a la Región y promover mayores impulsos en los territorios?
-Fundamentalmente, esto tiene que ver con conectividad, y me refiero a conectividad terrestre y a través de internet. Por ejemplo, en la misma comuna de Contulmo, la empresa Mundo entregó conectividad a la comuna, a las postas, a las escuelas y al centro mismo, y ese tipo de cosas ayuda mucho al desarrollo, y ese desarrollo va directamente en la línea de la descentralización. La Región del Biobío es una región netamente exportadora en su producto interno y tiene que mirar al mundo. Ahí está el desafío.
-Hace algún tiempo una emprendedora local decía a Diario EL SUR que falta mucho para estrechar las relaciones entre las pymes y las grandes empresas a nivel regional. ¿Es posible concretar hoy acercamientos de este tipo?
-Una de las cosas que hacemos en Cidere Biobío es la articulación, y los proyectos que hacemos tienen que ver con articular a la municipalidad y a la empresa grande con los microempresarios. Ahí está esa conexión. De hecho, en Cidere hace varios años para Navidad compramos productos a estos empresarios, los empaquetamos y los regalamos.
-En términos generales, ¿cree que Biobío posee las condiciones para generar una asociatividad y una articulación que responda a las actuales expectativas?
-Un tema importante que siempre he sostenido es la asociatividad. Hoy hablamos mucho de la innovación, pero la innovación no se puede hacer sola, sino que tiene que ser asociativa. Y si tenemos la voluntad de realmente asociarnos o llevar adelante proyectos en conjunto y cubrir las distintas necesidades de la Región de esta manera, eso nos hará muy grandes. Biobío tiene todo para ser grande de verdad. Con eso me refiero a juntar inteligencia, a las universidades, a los centros de formación. Yo soy un convencido de que se puede hacer país desde las regiones, pero todavía falta que le den las atribuciones para que tomen sus propias decisiones.
-Siempre se ha destacado a Biobío como una región universitaria y rica en innovación. ¿Cómo se podría acentuar aún más la conexión entre la academia y la empresa local a fin de generar mejores soluciones o retener el talento?
-Una cosa es que la academia tiene que acercarse mucho a la empresa privada y conocer sus necesidades. Otra es que la empresa productiva debe acercarse con sus problemas a los centros académicos, a fin de buscar soluciones. Ahora, es cierto que nos falta mucho para alcanzar esa integración, pero las universidades van a tener que salir obligadamente para acreditarse en lo que dice relación con el medio. Eso será muy bueno.