El plebiscito que movilizó a las grandes ciudades y desmotivó a los sectores rurales
A nivel nacional se logró un hito en número de votantes, pero cuando la cifra se mira a nivel comunal se desglosa un mayor interés en las zonas urbanas, donde creció el porcentaje de votos desde el inicio del voto voluntario en 2012. Analistas explican que la movilización social, centrada en las urbes, no logró encantar a los habitantes rurales, quienes también tienen más dificultades para poder ejercer su derecho a voto y donde tampoco llegó fuerte la campaña por el Apruebo o el Rechazo. Además, los afectó mayormente el temor al contagio del coronavirus.
Por Lesly Zurita Arriagada // lesly.zurita@diarioelsur.cl
Previo al plebiscito del pasado domingo 25 de octubre, la participación era uno de los ítems que generaba dudas por parte de los analistas, considerando que por primera vez una elección se iba a desarrollar en contexto de pandemia y con comunas que aún se encuentran en cuarentena por la alta cifra de casos activos de covid-19 que presentan. A lo anterior se sumaba que en Chile desde el año 2012, cuando se aplicó el voto voluntario, la participación bajó drásticamente a mínimos históricos en las municipales del 2016 y con comunas que ni siquiera alcanzaban el 30% de los votantes habilitados para sufragar.
Sin embargo, a nivel nacional la cifra sorprendió. Se logró superar la barrera del 50% y se trató de la elección con mayor número de votantes desde el regreso a la democracia en 1990, con 7 millones 562 mil 173 sufragantes.
Si vamos a los datos territoriales en la Región del Biobío, se notan inmediatas diferencias entre las comunas urbanas y con mayor densidad poblacional y aquellas más alejadas de la urbe y con un padrón electoral mucho más acotado: las primeras venían con una participación a la baja desde el 2012 y el domingo pasado subieron considerablemente sus porcentajes de participación, mientras que en las segundas sucedió todo lo contrario.
Analistas políticos coinciden en que lo sucedido el domingo se vincula a que el plebiscito fue la respuesta a una movilización social que se concentró en las grandes urbes y donde las comunas más rurales se sintieron fuera del proceso. A eso se suman las complejidades de votar en sectores alejados y, especialmente, que en dichos territorios la participación se eleva en elecciones locales más que en las nacionales, por la relevancia que le entregan a cargos que sienten que les afectarán más.
Si bien el pasado domingo hubo un hito en participación electoral en Chile, los expertos ven algunas complejidades para que la cifra se vuelva a repetir en los procesos eleccionarios que se vienen, especialmente en la votación de convencionales. Todo dependería de cómo el mundo político comparta los espacios a las organizaciones territoriales y no se repitan las dinámicas electorales del pasado.
EL EFECTO DE LA MOVILIZACIÓN
Chiguayante, Concepción, Hualpén, Penco, San Pedro de la Paz y Talcahuano; fueron las únicas comunas de la Región del Biobío que superaron el 50% de participación. Coincidentemente son todas del Gran Concepción, es decir, de la urbe del territorio y concentran a la mayoría de los votantes.
Susana Riquelme, analista de la Dirección General de Análisis Institucional de la UBB e integrante de la Red Politólogas, señala que "en aquellas comunas donde aumenta la participación tiene que ver con que en estos territorios estuvieron presentes las movilizaciones sociales y no sólo las relacionadas al estallido social el 2019, sino que también las del movimiento feminista del 2018, así como las de los estudiantes. Estaban más conscientes de todo el proceso de la elección".
En la misma línea, el investigador de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, recalca que "el ánimo y entusiasmo estuvo basado en las zonas urbanas y no es extraño, porque pasó lo mismo en el plebiscito del '88, que fue un fenómeno altamente urbano. Las zonas rurales se ven más marginadas de esta discusión y esto se vio en todo el país. Y Biobío tiene una diferencia marcada entre lo urbano y lo rural".
Fernández destaca que la diferencia en puntos porcentuales entre las grandes ciudades y las comunas más alejadas es del 9%. "Las personas que viven más alejadas de los centros no se sintieron tan convocados a este proceso", precisa.
Asimismo, Riquelme destaca también la expectativa de cambio que generó esta elección y que sirvió para movilizar a la ciudadanía.
"Parte por el efecto de los movimientos sociales y la esperanza de lo que puede ocurrir, que es este cambio constitucional y que genera una alta movilidad", detalla y lo compara con el plebiscito del '88, considerando que desde que se implementó el voto voluntario el 2012 cae la participación y este domingo se registró un repunte de ésta más que nada por el significado de cambio que traía aparejada esta elección.