Pandemia, pobreza y educación
Nicol Venegas Jara, Jefa de Programa Socioeducativo Concepción Fundación Súmate, Hogar de Cristo,
Este difícil 2020 nos ha dejado grandes aprendizajes. ¿El principal? Desaprender para aprender nuevamente cómo sobrellevar nuestras rutinas diarias y postergar en algunos casos nuestros objetivos y metas preestablecidos.
En el Programa Socioeducativo Concepción, de Fundación Súmate, trabajamos con niñas, niños y jóvenes que han sido excluidos del sistema educativo y que, ahora, con mucho esfuerzo y disposición, proyectan resignificar sus historias educativas y finalizar sus procesos académicos. Pero la pandemia se ha vuelto un obstáculo más grande que todas las vallas anteriores, con su reguero de contagio, enfermedad e incluso muerte, además de cesantía y pobreza recrudecida. Según cifras del Ministerio de Educación este año 186.723 niños niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años no han completado su educación, número al que, a causa de la pandemia, podrían sumarse otros 80 mil. En nuestra Región del Biobío, al menos un 2% de niños y jóvenes está fuera del sistema escolar.
Pero frente a todas estas barreras, existen jóvenes que persisten en su propósito de retomar sus trayectorias educativas y desarrollar un proyecto de vida acorde a sus necesidades y habilidades. Pese a las barreras de acceso a algo tan básico para la mayoría, como internet, un smartphone o un computador, con ingenio y entrega hemos podido innovar desde las posibilidades reales de los niños, niñas y jóvenes, acompañándolos desde sus intereses y no desde una mirada tradicional.
Hoy un grupo importante está ad portas de rendir pruebas de examinación libres, para nivelar estudios y así poder dar el primer paso para culminar sus trayectorias educativas. Como adultos, nuestra responsabilidad es garantizar su acceso al sistema y acompañarlos en la construcción de un proyecto de vida. Nuestro compromiso como Fundación Súmate es seguir acompañando su camino educativo, resignificándolo, buscando alternativas desde la innovación y generando oportunidades de futuro para cada uno de ellos. Acogiéndolos con amor y dignidad, como postulaba el gran pedagogo que fue Alberto Hurtado, para ampliar sus posibilidades de acceso a la educación, al trabajo y a una vida más digna, justa y enriquecedora.
Fundación Súmate es parte de RAI Biobío (Red Apostólica Ignaciana), quienes a través de la espiritualidad ignaciana se movilizan por cada una de sus obras y trabaja codo a codo con el fin de disminuir las brechas de la pobreza y desigualdad social en la región.