"Espero que más allá del resultado, el país actúe con respeto a los resultados"
-¿Cómo ve la evolución desde que se firmó el pacto por la paz social y la nueva Constitución? ¿Ha visto cambios políticos, en los ánimos de la ciudadanía?
-En ese momento nadie pensaba que podíamos tener una pandemia de la magnitud de la que estamos viviendo, ni que a consecuencia de aquello íbamos a tener una crisis económica como la que estamos sufriendo. Es difícil hacer un diagnóstico de qué ha cambiado, porque ha cambiado todo. Lo que no ha cambiado es la actitud de algunos sectores del país de validar la violencia como herramienta política y eso le hace mal al país, a la democracia y sin duda, a la esperanza de muchas familias de tener progreso.
-¿Cree que el acuerdo que se firmó fue bueno?
-Creo que era lo que había que hacer en ese minuto. Habría que haber hecho algo más específico sobre el acuerdo por la paz, que creo que no se ha cumplido.
-¿Qué cosas no se han cumplido?
-Generar leyes que permitan ayudar a controlar el orden público y la paz social. Necesitamos una nueva ley de inteligencia, una ley de modernización de Carabineros, una ley antiterrorista, mejorar un montón de legislaciones que están paradas y donde no existe la voluntad política de la izquierda para avanzar.
-Pero hay proyectos que debería haber presentado el gobierno, como la reforma a Carabineros...
-Está presentada y está parada.
-¿Cómo cree que la va a ir al Apruebo y al Rechazo?
-Espero que gane el Rechazo, pero, por sobre todo, espero que más allá del resultado, el país actúe con la respuesta cívica institucional de siempre, con respeto a los resultados, para que podamos seguir avanzando en una u otra dirección. Nuestro país necesita y merece que el diálogo sea el camino para buscar las soluciones y no la violencia.
-¿Cómo proyecta la votación? La pandemia podría influir en el resultado, por el temor de ir a votar en ciertos segmentos de la población...
-Sin duda que influye. Hay mucha gente que está comprometida de ir a votar pero tiene miedo de contagiarse y de pasar todo el día ahí. Faltan dos semanas y aún tenemos ciudades grandes en cuarentena. Es bien absurda la situación que estamos viviendo: que uno de los procesos eleccionarios más importantes en la vida de un país, como es el desencadenamiento de un proceso constituyente, sea hecho en estado de excepción, con restricción de libertades y sin posibilidad no sólo de ser informados, sino de informar, producto de las restricciones sanitarias.
-¿Cree entonces que la ciudadanía no está completamente informada para ir a votar?
-Es difícil que esté informada. Lamentablemente se han instalado cosas que no son ciertas. No es cierto que la salud va a mejorar con una nueva Constitución, la educación o que la gente pueda ser feliz.
-¿Y por qué no son ciertas?
-Porque eso se hace a través de leyes, no de la Constitución. Hoy está garantizado el derecho a la Constitución.
-Pero sí se generan ciertas directrices, o se establece que el Estado tiene que hacerse cargo directamente o que sólo el Estado se haga cargo.
-Si se quiere eso, digámosle al país que quieren hacer lo mismo que con la educación particular subvencionada, que es eliminar la educación privada. Pero cuando trataron de hacer eso no mejoró la educación pública.
-La ciudadanía piensa que hacer una nueva constitución significa que va a participar sólo un grupo de personas, por ejemplo, sólo los que están a favor del Apruebo...
-Esperamos que ojalá participen las mejores personas de todos los sectores políticos, que estén pensando en lo mejor para el país y no en pasar la motoniveladora ni ninguna de esas cosas, que es lo que hoy hemos visto en el parlamento.
"La Constitución no debería ser materia de debate, sino de encuentro"
-¿Qué balance hace del impacto del acuerdo?
-Probablemente es el acuerdo más importante desde el que logró el plebiscito en 1988, porque nos hicimos cargo como clase política (la mayoría) de un reclamo masivo y fuimos capaces de entregar el poder, en el sentido que no va a ser la clase política la que decida que haya una nueva Constitución. Logró ordenar a un gran arco político y la política estuvo a la altura en un momento muy difícil para la estabilidad democrática.
-¿Fue un buen acuerdo?
-Fue espectacular. Yo he presentado más de 15 proyectos de reforma constitucional y en muchos de ellos he recibido el portazo de la derecha. Haber logrado por la vía del diálogo un acuerdo para cambiar la Constitución me parece que es la principal transformación del siglo XXI para el país. Ahora, lo importante es ver el plebiscito y el nuevo pacto social como una oportunidad que ponga de verdad los temas novedosos. Chile tiene que tomar una definición respecto de su futuro en materia digital, también en materia territorial. No me parece que la Constitución impida aplicar impuestos territoriales. Chile sería distinto si parte de los impuestos de las empresas quedan en los territorios donde producen. Eso significaría que muchas personas se irían a vivir a regiones, también más empresas y habría mucho más desarrollo. Se podría armar una estructura diferenciada para potenciar la identidad de los territorios.
-Cómo ve la evolución de las demandas de la ciudadanía?
-En términos generales, las demandas globales se mantienen y dicen relación con actualizar nuestro pacto social para hacer esta sociedad más justa, con mayor igualdad de oportunidades. Y dentro de ese gran paraguas hay múltiples reivindicaciones particulares: el medio ambiente, digital, territorial, pueblos originarios, equidad de género.
-¿Cómo proyecta que será el plebiscito? La pandemia se ve como un desincentivo para ir a votar. La difusión del proceso en sí también ha sido más complejo. ¿Existe información suficiente?
-Nunca es suficiente, particularmente tratándose de la Constitución, que es un instrumento indirecto para los ciudadanos y efectivamente la pandemia ha atentado contra la posibilidad de hacer reuniones masivas para poder explicar. Esto nos ha obligado a hacer cápsulas explicando el impacto de la Constitución en la vida cotidiana. Creo que el gobierno va a ser evaluado por la cantidad de gente que vaya a votar, más allá del resultado. Por eso pedimos decretar la gratuidad del transporte público el día del plebiscito para que nadie se quede sin ir a votar por un problema económico.
-¿Cree que va a ganar el Apruebo?
-Espero que así sea y que sea visto como una oportunidad, no para aplastar a la minoría derrotada, sino para lograr convencer de la importancia de iniciar el proceso de cambio de la Constitución y no seguir con el chasis de la década del 80 para un país que es completamente del siglo XXI.
-La gente cree que esta nueva Constitución va a estar hecha sólo por personas que están a favor, cuando en realidad van a participar representantes de todos los sectores...
-Es clave que la nueva Constitución sea concebida como un instrumento de todos. No quiero que se imponga el modelo socialdemócrata, sino que permita que se dé un pacto social donde puedan caber las diferentes visiones. La Constitución no debería ser materia de debate, sino de encuentro.
-El presidente regional del PPD dijo que creía que si ganaba el Rechazo se podía generar un nuevo estallido social que derivara en violencia.
-Estoy trabajando para que gane el Apruebo, pero en cualquier caso nadie, bajo ninguna circunstancia, puede pretender que el triunfo de una opción signifique paz y otra, violencia. Hay tantos atributos para defender la necesidad de que gane el Apruebo que no creo que haya que recurrir a la herramienta del miedo para fortalecer la posición propia.
Progresistas oficializan candidatura de Jonatan Díaz a gobernador regional
Vía remota, el Partido Progresista, PRO, oficializó en los últimos días la candidatura a las primarias de gobernador regional en Biobío a Jonatan Díaz, actual secretario general de la colectividad.
"Este no es un proyecto personal, es un proyecto colectivo", dijo categórico Díaz, durante el lanzamiento de su campaña, ceremonia oficial que se realizó de manera remota y contó con la participación de más de 200 personas, entre ellos, el líder y fundador de la colectividad Marco Enríquez-Ominami y el senador progresista Alejandro Navarro, además del presidente del partido Camilo Lagos.
"Me siento con una voluntad decidida a asumir este desafío para ganar esta primaria", agregó Díaz, enfatizando que su interés principal será "dejar la idea de ser autoridad y tomar la idea de ser representante y avanzar hacia una participación ciudadana real y colaborativa".
La instancia, además, estuvo marcada por la participación desde México, de una de las líderes del Grupo de Puebla, la asambleísta de Ecuador Gabriela Rivadeneira, quien expresó su apoyo a Díaz "en esta gran batalla".
"Qué bueno que en este reto electoral al que nos enfrentamos, estén también esos cuadros que refrescan esas papeletas electorales y que se suman a una experiencia política y profesional vasta, para dirigir -desde la gobernación regional del Biobío- un proceso que pueda ayudar a nacer ese nuevo progresismo en Chile", dijo la parlamentaria.
En la misma línea, Enríquez-Ominami expresó que "venimos a apoyar a un hombre inteligente, y esa inteligencia es escasa, es un hombre preparado, extremadamente maduro, joven valiente y con un motor, que me importa mucho, y que son las convicciones".
"Ese matrimonio entre la convicción y la inteligencia, es lo que se va a necesitar a partir de ahora, mucho talento y en un momento difícil", recalcó el ex candidato presidencial, calificando a Jonatan Díaz como uno de "los articuladores de la unidad" y como "una fuerza de cambio para la Región del Biobío".