Por Alma Canales Silva

Después de 15 meses sin un indicador regional periódico de desarrollo económico, las organizaciones e instituciones se las han arreglado para hacer sus proyecciones con estadísticas sectoriales y encuestas de percepción.

No obstante, existe preocupación sobre los problemas que puede traer en la toma de decisiones la ausencia de una cifra que englobe lo que ocurre en cada territorio del país.

Ronald Ruf, gerente general de la Corporación de la Producción y el Comercio Biobío mencionó que en un año como este, que partió con problemas económicos derivados del denominado estallido social y luego agravados por la pandemia, resulta del todo relevante tener cifras precisas sobre la realidad regional.

Actualmente el indicador más certero es el Producto Interno Bruto Regional (PIBR), que entrega el Banco Central, BC. No obstante, esta cifra, que se da a conocer una vez al año y tiene un desfase de ocho meses, lo que no permite utilizarlo para hacer proyecciones, dijo Ruf. El que presentó el BC en agosto ni siquiera recoge el impacto del estallido social, añadió.

"El PIB regional de este año recién lo vamos a tener en agosto de 2021, entonces ¿cómo hace el gobierno para tomar decisiones sectoriales y regionales?", planteó el representante gremial.

Según Mauricio Gutiérrez, seremi de Economía, las decisiones se toman en base a los indicadores sectoriales que mensualmente publica el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, y que van desde la carga en los puertos hasta la molienda de trigo o las ventas en supermercados.

El seremi reconoció que un indicador global es mucho más cómodo que estadísticas desagregadas. Sin embargo, aseguró que las estadísticas sectoriales actuales sí han ayudado a tomar decisiones para potenciar la economía local.

Por qué no hay

En julio del año pasado, el Gobierno decidió suspender la publicación del Indicador de Actividad Económica Regional, Inacer, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) por considerar que tenía problemas metodológicos que ponían en duda su aporte.

El seremi de Economía recordó que "aunque teníamos un indicador de carácter local, el problema del Inacer era que su metodología de cálculo usaba el índice de Laspeyres y el cálculo del Imacec usa un modelo matemático de series encadenadas. Lo que nos pasaba era que si comparabas el Inacer con el Imacec muchas veces no tenían relación. En algunas regiones uno marcaba crecimiento y otra decrecimiento. Entonces, peor que no tener información es tener mala información".

Desde entonces -y como lo comprometió el gobierno- el INE ha publicado estadísticas sectoriales que abarcan a gran parte de los sectores productivos, como los puertos, la agricultura, el transporte, el comercio.

Necesario

Ronald Ruf mencionó que hacen falta datos similares al Inacer. "El Estado debería proveer de un indicador regional con cierta periodicidad, porque hace falta para que las instituciones puedan definir sus políticas públicas y las empresas puedan hacer sus lineamientos", expuso.

Por ahora, la CPC Biobío ha utilizado como insumo algunos de los productos que genera su área de estudios, como el Índice de Percepción Empresarial Regional, IPER Biobío.

Ernesto Guerra, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) compartió la visión de Ruf. El docente mencionó que trabajó con un alumno el tema de los indicadores regionales y planteó que, efectivamente, se requieren datos periódicos locales que permitan orientar las inversiones, tanto públicas como privadas.

"El Estado debería entregar un servicio de información de datos. Sería ideal un centro de microdatos e indicadores económicos regionales periódicos", reafirmó.

Agregó que esto se hace más necesario en aquellos momentos en los que la economía sufre muchos cambios, como se observa actualmente con la pandemia por covid-19.

El seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, explicó que es complejo implementar este tipo de centros porque requiere no sólo de fondos, sino también de recurso humano que recopile los datos.

Añadió que, de todas formas, los informes del INE sí han permitido reorientar las políticas públicas en Biobío para adaptarse a la nueva realidad del coronavirus.

"Uno de los indicadores más usados es el de desempleo, que nos ha dado luces de dónde poner los recursos. Es lo que nos ayudó, por ejemplo, a implementar el subsidio al empleo que presentamos hace unas semanas y que está pensado para los comerciantes", afirmó.

Ronald Ruf comentó, además, que la necesidad de un indicador regional se acrecentará cuando ya esté en ejercicio el gobernador regional: "El crecimiento regional va a ser un parámetro de medición de la nueva autoridad, sin duda".

El Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade) y la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío, dieron una conocer una serie de reflexiones, a un año del denominado "estallido social" y a una semana de registrarse el plebiscito que definirá si se inicia o no un proceso constituyente.

En los planteamientos de ambos gremios hay coincidencia en el llamado a privilegiar el diálogo y realizar un transversal llamado a la condena de la violencia en el país.

El directorio de Irade señaló que "rechazamos y condenamos categóricamente y sin excepciones todo acto de violencia porque atenta contra los valores de la Democracia, tolerancia, inclusión y promoción del diálogo que como institución fomentamos. En un momento crucial de nuestra historia republicana debemos defender sin complejos el camino del debate sereno y respetuoso, rechazando todo tipo de agresiones y expresiones de intolerancia".

El gremio afirmó que desde el 18-O de 2019 ha intensificado el llamado a las empresas a profundizar los diálogos internos con los trabajadores y a conectar con los "dolores" del entorno. "Estamos conscientes de que se requieren cambios y debemos avanzar a través del diálogo y la voluntad, asumiendo el rol crucial de las empresas como actor social".

El directorio añadió que la reactivación económica necesita de un ecosistema de empresas pujantes, creando y creciendo. "Desde las pequeñas a las grandes empresas, todas requieren de un clima de confianza basado en certezas jurídicas amparadas por un Estado de Derecho", señalaron.

Irade también apeló a la necesidad de fomentar los liderazgos transformadores para el capital social: "Quienes lideramos equipos e instituciones debemos ser capaces de transmitir firmeza y esperanza. Encaucemos positivamente los anhelos de participación generando consensos y construyendo más capital social".

CPC BIOBÍO

Desde la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío, sus empresas y gremios asociados, hicieron un llamado urgente a los representantes de los tres poderes del Estado, a los partidos políticos, dirigentes e integrantes de diversos estamentos sociales y a la ciudadanía en general, para condenar la violencia, frenar los episodios ocurridos y hacer que prevalezca el Estado de Derecho.

"Hoy, cuando somos parte de uno de los procesos cívicos más importantes de nuestra historia reciente, donde se definirá si la actual Constitución debe ser o no reemplazada, es imperativo que prime la unidad, y desde esa base construir un Chile más justo y tolerante, donde existan las condiciones para que como habitantes, tengamos igualdad de oportunidades", plantearon.

Agregaron que una sociedad no puede validar la violencia como método para alcanzar objetivos, pues esto sólo aumenta la polarización de la ciudadanía.

"Tras los hechos de octubre pasado, miles de chilenos perdieron su fuente de trabajo, una situación que hoy temen se repita. La inseguridad que afecta a quienes viven y trabajan en la macrozona sur debe acabar ya", aseguraron.

Instaron a las autoridades a "ejercer oportunamente y sin vacilaciones, las facultades otorgadas por los distintos cuerpos legales que rigen a Chile para garantizar la tranquilidad y seguridad de sus habitantes".