Siete meses de crisis sanitaria
El fin de semana las autoridades de Salud de nuestro país han señalado que los casos nuevos de covid-19 disminuyeron en un 11% a nivel nacional en los últimos siete días, lo que constituye una buena noticia, dentro de la situación preocupante de una enfermedad que ha causado estragos en todo el mundo. La visión alentadora se basa en que 14 regiones disminuyeron sus casos nuevos en la última semana.
El ministro de Salud, Enrique Paris, ha expresado que, sin embargo, hay zonas que aún no muestran una recuperación, como es el caso de la Región de Magallanes, por lo que ha llamado a los habitantes a mantener el aislamiento, a usar mascarilla dentro de las casas, debido a que la mayoría de los contagios son intradomiciliarios, y también a trasladarse a las residencias sanitarias, cuando corresponda.
Han transcurrido siete meses desde que se declaró la emergencia sanitaria en Chile, y desde entonces el país ha registrado más de 481 mil contagiados. La inmensa mayoría de ellos se recuperaron y 14.701 se mantienen activos, aunque resulta lamentable que en estos meses hayan fallecido 13.318 chilenos por esa causa.
Este es un virus que sorprendió al mundo, del cual poco se sabía, por lo que los investigadores tuvieron que empezar a estudiar su comportamiento y a tratar de descubrir una vacuna, que podría estar operativa el próximo año. El mundo ha superado la barrera de los 37 millones de contagiados y un millón de muertos desde que comenzó la pandemia en China, con Estados Unidos encabezando el listado de países con más casos, llegando a 7,4 millones. Pero llama la atención que entre los diez países más afectados hay cuatro sudamericanos, como son Brasil, Colombia, Perú y Argentina. Chile está en el lugar catorce, aunque las estadísticas indican que la letalidad en jóvenes chilenos es tres veces más alta que en países europeos, posiblemente porque nuestros adolescentes se han expuesto más a los contagios, por la falsa creencia de que el virus afectaba sólo a la población mayor.
Ya en mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) había indicado que América del Sur se estaba convirtiendo en el nuevo epicentro de la pandemia, al ver con preocupación el incremento de casos, anticipando que el coronavirus traería tiempos muy duros al continente, por lo que no era el momento de relajar las restricciones impuestas para su control. Y así ocurrió, porque desde mediados de año América se convirtió en la región del mundo con más fallecidos por covid-19. Los expertos trataron de explicar el fenómeno, diciendo que en general las naciones relajaron tempranamente las medidas de prevención, lo que se sumó a la falta de una red sanitaria fuerte, un comportamiento inadecuado de las personas, los bolsones de pobreza y hacinamiento, la mínima red de protección social para la ciudadanía, y en algunos casos, la escasa previsión de las autoridades.
Respecto a nuestra Región del Biobío, es evidente que en los últimos meses algunos relajaron el cumplimiento de las medidas de resguardo, hicieron caso omiso de ellas o burlaron las disposiciones, lo que obligó a disponer de acciones especiales. Las cuarentenas para combatir la pandemia son determinadas por un equipo amplio de profesionales, con expertos de diversas instituciones y del Gobierno, que consideran factores como el aumento de casos en relación a la cantidad de habitantes de cada comuna, la concentración de éstos en lugares específicos, las condiciones socioeconómicas de la comunidad, y la capacidad de atención hospitalaria.
A la cuarentena que desde agosto está vigente en el Gran Concepción, se sumó entre el viernes pasado y esta noche, un nuevo cordón sanitario, con el fin de reducir los flujos de viajes de familias que pretendían salir en el fin de semana largo. A juicio de las autoridades, la prolongada cuarentena en la zona ha reducido en 36% la movilidad o desplazamiento de las personas, lo que se ha traducido también en una baja de los contagios, que es lo que todos esperan.
A la cuarentena que desde agosto está vigente en el Gran Concepción, se sumó entre el viernes pasado y esta noche, un nuevo cordón sanitario, con el fin de reducir los flujos de viajes de familias que pretendían salir en el fin de semana largo. La cuarentena en la zona ha reducido en 36% la movilidad de las personas.