"Seré candidata a alcaldesa o candidata presidencial, no ambas"
La también exministra y exparlamentaria analiza la crisis actual, dice que Chile Vamos se fortalecerá tras el plebiscito y opina que el gobierno de unidad que propuso Joaquín Lavín "suena bonito", pero que "no es viable".
Por Patricio Tapia
Ser alcalde o alcaldesa es como ser Presidente de un lugar geográfico muchísimo más pequeño, sostiene Evelyn Matthei, actualmente jefa comunal de Providencia, quien sin embargo ha declarado que pretende participar, en 2021, por segunda vez en su vida, en la carrera para llegar a La Moneda.
Matthei no es la única persona que desde un gobierno comunal podría intentar llegar al sillón presidencial. Ella y sus colegas Joaquín Lavín y Daniel Jadue encabezan las encuestas. Por lo mismo, hay quienes han planteado cálculos y consideraciones de todo tipo respecto al calendario y plazos para repostular a las alcaldías y, al mismo tiempo, participar en una campaña presidencial. Evelyn Matthei tiene claro que sería impropio superponer ambas aspiraciones y ella no lo hará.
En su larga trayectoria política, que incluye su labor como parlamentaria y como ministra, ha destacado por ser directa al plantear sus puntos de vista. No cree en eslóganes y defiende ser de centroderecha sin necesidad de declararse de otra forma para tener preocupaciones sociales. "Los países que no tienen ciertos niveles de equidad mínimos son países que no son viables", señala.
-¿Cuánto ha afectado la pandemia en su actividad económica a la comuna?
-La actividad económica ha sido tremendamente afectada por la pandemia, porque tenemos muchísimos locales relativamente pequeños, muchos son gastronómicos, pequeños hostales, comercio pequeño, aparte obviamente del comercio de los malls. Esas personas en general tienen pocos ahorros y por lo tanto haber tenido que estar cerrados durante tanto tiempo les ha afectado enormemente. Algunos de ellos además venían con ventas bajísimas sobre todo los del sector gastronómico y hotelero por el estallido social y para qué hablar de los locales cerca de la Plaza Baquedano. Ellos realmente se han visto enormemente afectados.
-¿Cómo se ha comportado Providencia en pandemia, incluyendo las Fiestas Patrias?
-Hemos visto un comportamiento muy responsable tanto de los vecinos como de los locatarios. Lo habíamos conversado, desde que yo llegue se había trabajado en desarrollar una dirección de Desarrollo Local, por lo que habíamos ido contactando a diversos grupos de emprendedores y ellos habían ido creando distintas asociaciones gremiales y habían creado una Cámara de Comercio de Providencia. Eso nos facilitó enormemente, durante la pandemia, mantenernos en contacto: sabíamos cuáles eran sus necesidades y antes de que pudieran abrir ya sabíamos lo que queríamos hacer. Desde el primer minuto les dimos todas las facilidades posibles para que pudieran hacer "delivery" y eso funcionó bien. Para algunos fue una forma de mantenerse vivos, pero además en el mismo minuto que nos dieron la autorización para atender público, en terrazas o sectores abiertos, nosotros ya teníamos planificado de antes cuáles eran las calles que íbamos a cerrar, qué veredas íbamos a entregar, qué pistas podíamos cerrar. Lo teníamos conversado incluso con la gente de Tránsito. La conversación con gremios organizados, fruto de un trabajo anterior, nos ha permitido un comportamiento mucho mejor.
-¿Y qué le parece la decisión del desconfinamiento?
-En algunos lugares los chilenos no daban más, había problemas de salud mental, de angustia, de pérdidas de empleo. Claro que hay temores, pero he tenido la suerte en Providencia de ver, en general, respeto por las normas y un comportamiento responsable. Ojalá fuera así en todos lados, porque estar con tantas restricciones es duro.
-Usted ha anunciado su interés en participar en las elecciones presidenciales de 2021. ¿De qué depende, considerando que ya fue candidata una vez?
-Al final va depender de si la candidatura tiene respaldo ciudadano o no. Eso es y eso se va a ir viendo con las diversas encuestas en los próximos meses. Sí quiero dejar algo muy en claro. Yo no voy a ser candidata a alcaldesa y a los 19 días después de haber asumido inscribirme a una primaria presidencial, porque eso significa dejar botado el municipio durante todo el tiempo de la primaria y, si gano la primaria, durante todo el tiempo de la campaña presidencial misma. No me parece que uno use como trampolín una elección para ir a ganar otra, así que en la medida que yo vea que la candidatura mía tiene respaldo ciudadano yo no iría a la reelección en Providencia. Seré candidata a alcaldesa o candidata presidencial, no ambas.
-Algunas encuestas hablan de un triple empate entre usted, Lavín y Jadue. ¿A qué atribuye el protagonismo que han tomado los alcaldes durante este último tiempo?
-Hay dos factores que yo creo que son muy importantes. Uno es el enorme descrédito que tienen los parlamentarios, realmente cuando se mira las encuestas de opinión uno nota que hay muy poca confianza hacia el Congreso, hacia el Parlamento y hacia los parlamentarios. Y, por otra parte, la pandemia y también antes con el estallido social, ha significado que los alcaldes nos hemos visibilizado. Cosas que hacíamos siempre, pero que nadie sabía que hacíamos, de pronto han aparecido en las noticias, en la televisión y en todas partes, y eso ha significado por lo tanto una mayor confianza en este trabajo local, que es un trabajo mucho menos ideológico, es un trabajo más práctico y de muchísimo contacto con los vecinos.
-¿Qué opina de la propuesta de gobierno de unidad nacional de Lavín?
-Me parece que es como un lindo sueño, de verdad me cuesta mucho creer que pueda darse en la realidad. Nosotros hemos visto cómo diversas figuras políticas de lo que hoy día es la oposición han salido a decir de inmediato que eso no es viable y yo tiendo a pensar también que no es viable. Ahora, que suena bonito, sí, suena muy bonito.
-Él se definió como socialdemócrata y generó una polémica. ¿En qué lugar del mapa ideológico de la política se ubica usted?
-La gente me conoce perfectamente: sabe quién soy y no requiere de eslóganes ni autocalificaciones. Soy de centroderecha, creo en la economía social de mercado y a pesar de que soy de centroderecha, voté a favor del divorcio, propuse hace muchos años un proyecto de despenalización de aborto en dos causales, cuando no existía lógicamente el de tres que nos rige actualmente. Más que autocalificaciones, hay una forma de actuar en la vida que la gente conoce. Yo creo que Chile tiene una larga tradición de preocupación por lo comunitario, por los elementos sociales y eso hay que fortalecerlo. Tenemos un sistema de salud que es muchísimo más solidario que, por ejemplo, el que existe en Estados Unidos; ahora, claro que me gustaría que fuese muchísimo mejor. En el tema de educación y de pensiones tenemos mucho todavía que avanzar. Pero lo que quiero señalar es que desde hace muchos años que vengo diciendo: no es de ahora último que la equidad es un objetivo político y que tiene que estar en la Constitución, porque también he venido diciendo hace mucho tiempo que los países que no tienen ciertos niveles de equidad mínimos son países que no son viables, ni social ni política, ni económicamente; en países que son más equitativos y que existe mayor igualdad entre los que más ganan y los que menos ganan, en general hay menos delincuencia, hay más confianza y respeto y hay mucha mayor unidad nacional. Y a eso aspiro.
-Como economista, ¿le parece que fue buena la medida del retiro del 10% de las AFP? Antes de que se adoptara, usted tenía sus dudas.
-Claramente se produjeron efectos positivos de reactivación, alivio en el pago de deudas. Tenía muchas dudas, pero creo que el actuar del Banco Central ayudó mucho. Quiero dejar algo muy en claro: el dinero de las AFP es de los chilenos, es su plata ahorrada para la vejez. Creo que más allá de los beneficios y alivios que provoque hoy, tiene efectos en el mañana. Ojalá sea el Estado quien llegue con más recursos para quienes más lo necesitan y no que los chilenos tengan que gastar de sus ahorros para la vejez ante una emergencia. Debemos llegar más rápido con ayudas.
-¿Le gusta ser alcaldesa?
-Me encanta ser alcaldesa. Lo lindo de ser alcaldesa es que uno se preocupa de todo lo que acontece en un determinado territorio. Es como ser Presidente de un lugar geográfico muchísimo más chiquitito. Pero uno se preocupa desde la educación, la salud, las finanzas, el comercio, los aspectos sociales, el arbolado, las plazas, la cultura, de los niños, de los adultos mayores, de las mujeres golpeadas o maltratadas, o sea, todo. Uno lo tiene todo acá. Entonces, es realmente maravilloso, porque además uno cuenta con un determinado presupuesto y, además, se cuenta con funcionarios que pueden ir y que pueden dar respuestas, en la mayoría de los casos, relativamente rápido a los problemas que está viviendo la comunidad o a los problemas que están viviendo ciertas familias.
-¿Le gustaría más ser Presidenta?
-Yo siento que Chile va a tener un período difícil los próximos cuatro años, se va a requerir mucho empleo, se va a requerir cuidar la remuneración, eso es algo en lo que yo tengo experiencia, porque fui ministra del Trabajo. Se va a requerir, además, una mucho mayor equidad entre las distintas comunas y entre las distintas regiones y eso es algo que yo vengo señalando como algo necesario hace 20 años. Y se necesita además formar equipos y ser capaz de conversar con la gente que no votó por uno y que quizás está en la vereda del frente. Eso es algo que también me ha tocado hacer, en el Congreso, en la Comisión de Presupuesto por 20 años, también como ministra y también aquí en la municipalidad. Uno de los grandes temas que provocó el estallido social es la injusticia y los robos. Esto es algo en lo que me he caracterizado desde que llegué al Congreso: la primera querella o la primera denuncia por corrupción que hubo en el Congreso la hice yo. Creo que llevaba un año como diputada, cuando denuncié un caso de mal uso de platas públicas en el Caso Empremar, donde efectivamente hubo incluso personas que llegaron a la cárcel. En todo el tema de evitar abusos, tanto los que comete el sector privado como los robos y abusos que cometen funcionarios públicos, he estado presente desde que me inicié. Otro de los temas que creo que aumentó muy fuertemente es toda la rabia que se acumuló para el 18 de octubre, fue la tremenda inequidad que sufren las mujeres. Es otro tema del que también me he preocupado. Así que creo que, en el fondo, tengo las competencias, tengo la experiencia para enfrentar el próximo período, que va a ser complejo.
"La gente me conoce perfectamente: sabe quién soy y no requiere de eslóganes ni autocalificaciones. Soy de centroderecha, creo en la economía social de mercado y a
pesar de que soy de centroderecha, voté
a favor del divorcio, propuse hace muchos años un proyecto de despenalización".