Los complejos días en la UCI, en primera persona
Desde julio, con el alza sostenida de casos de covid-19, el trabajo en estas unidades se ha intensificado, pues nunca habían tratado a tantos pacientes graves al mismo tiempo. Quienes se desempeñan en estos recintos advierten que en promedio, una persona contagiada pasa 10 días, lo que puede generar secuelas que son lentas de recuperar.
Por Alma Canales Silva / alma.canales@diarioelsur.cl
En julio comenzaron los problemas. En eso coinciden los jefes de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales Guillermo Grant Benavente de Concepción, Leonila Ferreira, y Las Higueras de Talcahuano, David Kraunik. Entre ambos hospitales suman 94 camas (52 y 42, respectivamente). Hasta marzo no superaban las 26. Pero, el incremento de casos de covid-19 (que hasta el viernes sumaban 22.680; 1.730 de ellos activos) hizo que también aumentaran los casos graves. Los de mayor riesgo terminan en las UCI y en promedio, pasan el doble o triple de días que otros usuarios con enfermedades pulmonares similares. Si antes alguien con neumonía requería cinco días internado, alguien con covid-19 puede estar fácilmente 10 días.
De las 210 camas UCI disponibles en la red regional, sólo había 35 disponibles hasta el viernes. Y van más de 300 fallecidos.
Quienes trabajan en estas áreas creen que la gente no dimensiona lo que involucra estar en una UCI. "Por definición, quien llega a la UCI es alguien con riesgo de muerte", advierte David Kraunik. Explica que, por ello, quienes ingresan a la unidad requieren de muchos tratamientos y atención permanente.
Leonila Ferreira agrega que este proceso genera complicaciones, las que "son tratadas con kinesiólogo tres veces al día, las enfermeras entran cada una hora para ver los medicamentos, la sedación, vigilancia, evitar las úlceras por presión. Algunas veces requieren drogas para subirles la presión u otros medicamentos especiales. Si tiene fiebre requiere de cultivo, puede requerir de otros procedimientos, como una fibrobroncoscopía si es que hace una atelectasia (colapso completo o parcial de un pulmón), si hay complicaciones extra, como la formación de trombos (que es muy frecuente), requieren ser bajados con máximo cuidado a escáner. En forma frecuente hacemos ecocardiografías para ver cómo está funcionando su corazón. También sabemos que la enfermedad puede evolucionar con disfunción cardiaca. En el fondo, están en constante monitoreo buscando la complicación que pueda darse".
Kraunic suma que los pacientes que sobreviven a una enfermedad crítica terminan en una condición de bastante fragilidad y debilitados de funciones. "Los fonoaudiólogos cumplen una función importante en eso. Cuando hacemos todo el proceso de sacar al paciente de la ventilación mecánica, retirar el tubo endotraqueal o la traqueostomía que estamos usando para ventilarlo, los fonoaudiólogos nos ayudan a que estos pacientes se rehabiliten en recuperar la deglución, ser capaces de hablar de nuevo, entrenarlos para que se puedan alimentar por boca nuevamente".
Los médicos intensivistas reiteran que el paso por una UCI es complejo y, por eso, llaman a la población a la autorregulación.