"Es mentira que hayan encontrado vida y también es mentira que esto no sea nada"
El profesor explica el origen bacteriano del compuesto encontrado en Venus y recuerda teoría similar de hace 40 años.
Hasta con "alienígenas" llegaron a titular algunos medios internacionales dando cuenta del anuncio de la Royal Astronomical Society sobre un hallazgo importante en Venus, validado por el centro astronómico ALMA (Atacama Large Millimeter/ submillimeter Array), el más grande del planeta, instalado en territorio chileno.
Más allá de los titulares y del debate que se abrió, en la atmósfera de Venus se descubrió un compuesto que también está presente en la Tierra y que podría vincularse a alguna forma o rastro de vida bacteriana como la conocemos en nuestro planeta.
El profesor José Maza, astrónomo y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999, le pone paños fríos al descubrimiento. Pero no tanto.
-¿Hay o no hay vida en Venus?
-La verdad es que descubrieron una molécula que es PH3 o fósforo con tres partes de hidrógeno, que es una molécula que se llama fosfina, que en general no hay muchas maneras de producirla en forma natural, salvo por la descomposición de materia orgánica. Entonces, hay una detección dura hecha con un telescopio en Hawai que luego lo ratifican con ALMA. Así que es una señal muy robusta. No cabe la menor duda de que hay fosfina en la atmósfera de Venus, está como a 60 kilómetros de altura en la atmósfera de ese planeta. No estamos hablando de que encontraron un renacuajo o un sapo en la superficie. Hay una molécula que está a 50 kilómetros de altura y que en los modelos no logran producirla en cantidad suficiente que explique las observaciones que se han hecho. Entonces, como lo dice incluso el comunicado de ellos, no es que hayan detectado vida, es que hasta aquí lo que detectaron sólo se explicaría como la posible descomposición de materia orgánica. Es decir, bacterias que viven sin oxígeno y que esa podría ser la explicación. Ahora, las bacterias no las han visto, en el fondo lo que han visto es el perfume, porque es un gas, y la descomposición de las bacterias es la mejor explicación para lo que observaron.
-¿No hay otra posibilidad de generar fosfina que no sea orgánica?
-Eso es lo que un nunca sabe. Uno normalmente cuando hace un modelo mete en él todas las cosas que le parecen razonables y hasta aquí todo lo que se ha metido en el modelo no hace que funcione. Pero eso no significa que no hay ninguna manera de hacerlo funcionar. Significa que no hemos podido alcanzar el modo. Por otra parte, lo que resulta muy sorprendente en esta observación es que la estructura de temperatura y de presión de la atmósfera de Venus es de 460 grados en su superficie. A esa temperatura incluso el plomo está líquido. A esa temperatura va a estar requete muerta cualquier forma de vida. Entonces, no puede ser algo que ocurre en la superficie y que se eleve el gas, esta fosfina, a 50 kilómetros de altura. Acá en la Tierra no se ha visto que existan bacterias tan arriba. Se han encontrado bacterias en lugares raros, en lo que se llama extremófilos (microorganismos), por ejemplo, en los géiseres del Tatio, donde sale agua a 80 grados, aparentemente sí se encuentran algunas bacterias que sobreviven a temperaturas bastante altas. Pero en Venus en su superficie hay 460 grados, entonces habría que fumar opio o una cuestión así para imaginarse que hay bacterias que viven en la superficie y están felices. Además, la presión atmosférica es 90 veces más que la Tierra, pero hay además ácido sulfúrico y azufre en la superficie. Entonces, es el ambiente más tóxico y el único que vive feliz ahí es don Sata, porque el resto están todos muertos.
-Entonces, ¿qué sugiere este descubrimiento?
-El misterio es qué hacen esas cosas en altura. Ahora, y esta cuestión es bonita, porque de hecho hoy lo leí, ni más ni menos que el famosísimo Carl Sagan hace como 40 años en la serie "Cosmos" sugirió que, a lo mejor, en la atmósfera de Júpiter y Venus, a una cierta altura, podrían haber unas formas de vida como medusas o algo así, que estén flotando en la atmósfera. Nadie dijo nada porque era Sagan, pero la idea quedó ahí… y, bueno, yo no soy paranoico, pero no por eso significa que a uno no lo persigan, hay un dicho así, yo no creo en las teorías conspirativas, pero hace un tiempo la NASA estaba hablando de la posibilidad de mandar una misión como un globo aerostático, como un zepelín, de acero inoxidable o de un material resistente a ser cazueleado por el ácido sulfúrico, para quedarse flotando en la atmósfera de Venus a unos 50 o 60 kilómetros de altura. Porque de esa altura para abajo, la atmósfera es muy densa, muy caliente y tiene mucho ácido sulfúrico. Entonces hablan de la posibilidad de enviar un explorador, incluso astronautas, a estar en un globo tomando medidas in situ y viendo la composición química de la temperatura y el régimen de vientos. Ahora, con esta noticia de la fosfina, pucha, a todo el mundo se la abre el apetito, porque en una de esas uno podría encontrar en Venus materia orgánica, porque bueno, decir seres vivos es una exageración, son bacterias, pero también son seres vivos. Eso no tiene ninguna conclusión práctica: ni va a bajar la UF ni se va a solucionar la pandemia, pero hay una cuestión que es muy bonita y que es la siguiente: ¿estamos solos en el cosmos? Hay 200 mil millones de estrellas, en la pura Vía Láctea, todas ellas deben tener o tienen un sistema planetario, y deben tener un planeta a la distancia justa, como la Tierra respecto del sol, como para que haya vida. Y, en 200 mil millones, hay hartas chances de que en alguno haya surgido la vida.
-Si se encuentra algo en Venus las probabilidades se multiplican.
-Si resulta que hubiera bacterias en Venus y que mañana o el año que viene o en 10 años más encontramos que hubo bacterias en Marte, pucha, si en tres planetas donde pudo surgir la vida, surgió la vida, significa que el surgimiento de la vida no es algo tan difícil, porque habría surgido en tres de tres. Si uno pudiera rastrear si las formas de vida que encontráramos hipotéticamente en Venus y en Marte son exactamente como bacterias y todas tuvieran un ADN más o menos parecido, entonces la vida tuvo un origen similar. Entonces, respecto de este anuncio, yo creo que es mentira que hayan encontrado vida y, por otro lado, también es mentira que esto no sea nada.
-Con la tecnología actual, como en ALMA, ¿debieran ser cada vez más frecuentes descubrimientos de este calibre?
-Sin duda. Mira, las moléculas tienen modos como una guitarra de seis cuerdas, producen un sonido, emiten una onda de sonido característica como de la cuerda. Las moléculas tienen estados vibracionales que son característicos de la molécula. Y la vibración emite unas ondas de radio en longitudes de onda muy cortitas, como de un milímetro. El radiotelescopio ALMA es una maravilla para detectar radiación sumamente débil de moléculas que están muy lejos. Ya se han detectado 300 o 400 moléculas orgánicas en el espacio. Se van a seguir detectando este tipo de descubrimientos. Claro, detectar fosfina en Venus, cuando Venus es Lucero del Alba o del Atardecer, es un cañonazo. Detectar moléculas en Venus es mucho más fácil que hacerlo en un planeta que esté incluso en la estrella más cercana. Alfa Centauri está a cuatro años luz y Venus a la vuelta de la esquina. Detectar fosfina en un planeta de la Centauri sería mucho más difícil, no sé si es posible, pero con telescopios cada vez más grandes y detectores cada vez más sensibles yo creo que sí se van a ir haciendo logros cada vez mejores. La ciencia no tiene final, es un camino de descubrimientos, uno va descubriendo más y más y entiende mejor las cosas, algunas cuestiones quedan confusas hasta que otro, por otro camino, hace un descubrimiento que aclara lo que antes había quedado oscuro. Y así sucesivamente. Sin duda que esto va a ir progresando por la calidad técnica de los instrumentos de la actualidad.