Impacto de los aguinaldos de Fiestas Patrias
Las celebraciones de las Fiestas Patrias estarán marcadas este año por la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus y por la consecuente crisis económica. Las celebraciones tradicionales, como las fondas, juegos populares y parada militar por el Día de las Glorias del Ejército, se han suspendido y se ha llamado a la ciudadanía a quedarse en sus casas. Asimismo, se mantendrán restricciones de desplazamiento en el país, y con mayor razón en el Gran Concepción, donde diez comunas están en condición de cuarentena y con cordones sanitarios.
A pesar de eso, las familias se preparan para celebrar de manera más íntima y segura estas Fiestas Patrias. En ese sentido, toman especial importancia los aguinaldos que tradicionalmente pagan las empresas a sus trabajadores, al igual como lo hacen en los días previos de Navidad. La entrega de ese beneficio aguinaldos no es una obligación para las empresas -aunque en muchas de ellas está establecido por negociación colectiva-, sino que se trata de una costumbre que está arraigada en la cultura nacional.
Es muy probable que debido a la contingencia que se vive por el covid-19 desde hace más de seis meses, que ha significado el cierre de muchas empresas y otras que están funcionando a media marcha, en algunos casos será difícil cumplir con esa tradición. Según una encuesta de la consultora Tercer Punto Contingencia Retorno, a pesar de la contracción económica del país, el 92% de las empresas asignará un monto a sus trabajadores como aguinaldo de septiembre este año. El año pasado un estudio realizado previo a las fiestas por la consultora Show Me The Money, con consultas a 314 organizaciones, reveló que el aguinaldo promedio en esa oportunidad sería de 70.000 pesos. Obviamente, se trataba de una cifra media, considerando que en las pequeñas empresas bordeaba los 33.000 y en las grandes fue muy superior, como es el caso de la minería, donde la bonificación superó los 300.000 pesos.
La modalidad de pago se diversifica entre empresas que optan por entregar el beneficio en dinero efectivo, otras que lo hacen a través de tarjetas o gift cards, o bien en cajas familiares, con abarrotes. Los productos incluidos representan para el colaborador un regalo tangible que permite ser compartido con la familia y son un apoyo económico para los gastos que se generan en estas fechas, lo cual cobra especial relevancia en el contexto de pandemia que estamos viviendo. No obstante que la caja familiar es una práctica que ha ido desapareciendo paulatinamente en los últimos años, ya que predomina la idea de entregar el dinero y que el colaborador decida en qué gastarlo, en esta oportunidad puede ser una buena solución, ya que hace disminuir la cantidad visitas a lugares de compra de alimentos, con afluencia de público, por el riesgo del contagio.
Los trabajadores valoran mucho el beneficio y los empresarios lo consideran como un incentivo para retener y comprometer más a sus empleados. El aguinaldo no solo favorece al empleado, sino que impacta en el bienestar familiar y ayuda a dinamizar la economía, en especial al sector comercio. La gran mayoría de las empresas lo entrega en septiembre, con motivo de las Fiestas Patrias, y previo a la Navidad, como una forma de fidelización con los trabajadores y sus familias. En el caso del sector público, para el personal activo y pasivo, se fija por ley. Las encuestas indican que al menos un tercio de los trabajadores lo destina a comprar alimentos, en especial carne para los asados, vinos y bebidas, y el resto considera pagar cuentas o deudas. Para el comercio, esta fecha es tradicionalmente muy esperada, ya que los recursos se canalizan de preferencia al consumo, de manera que es la oportunidad de aumentar las ventas, sobre todo en los supermercados, carnicerías, rotiserías, panaderías y botillerías. No en vano se considera que los chilenos aumentan sus compras en supermercados en alrededor de 25% durante la primera quincena de septiembre.
Los trabajadores valoran mucho el beneficio y los empresarios lo consideran como un incentivo para retener y comprometer más a sus empleados. El aguinaldo no solo favorece al empleado, sino que impacta en el bienestar familiar y ayuda a dinamizar la economía, en especial al sector comercio.