Prevención de los suicidios
De acuerdo con informes del Ministerio de Salud, unas cuatro mil personas que se han contactado con la plataforma "SaludableMente" en los últimos meses de la crisis sanitaria en Chile, han reportado tener conductas suicidas. Ese sitio de contacto fue habilitado por el Gobierno en junio de este año, para tratar problemas de salud mental ocasionados en el contexto de la pandemia, entre los cuales el intento de quitarse la vida es uno de los principales motivos de consulta, debido a síntomas de ansiedad, trastornos de ánimo y trastornos severos.
Ya a inicios de mayo, cuando Chile se encaminaba al peak de la crisis por el coronavirus, en Europa un grupo de científicos de universidades del Reino Unido alertaba acerca de las alzas en las tasas de suicidio o intentos de atentar contra la vida, como parte de los deterioros en la salud mental de la población, en especial porque las personas tuvieron que dejar de lado lo que consideraban "llevar una vida normal", para quedarse en casa.
En un reciente coloquio sobre salud mental, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, afirmó que un porcentaje relevante de los llamados por ideas suicidas corresponden a jóvenes. Otro segmento en riesgo es la población adulto mayor, que ha sufrido fuertemente por el aislamiento social que provocó la pandemia. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, anualmente en Chile 1.800 personas se suicidan y por cada uno de ellos, alrededor de veinte realizan un intento suicida sin lograrlo. Según se desprende de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, más de 220 mil chilenos sobre los 18 años han planificado su autoeliminación y más de 100 mil reconocieron que intentaron quitarse la vida.
El suicidio constituye un grave problema de salud pública, por lo que a fines de 2019 se dictó el Decreto de Vigilancia Universal, que establece la obligación de todos los centros de salud de reportar a la autoridad sanitaria cualquier intento de suicidio o lesiones autoinfligidas, lo que permite no solo monitorear los casos, sino entender mejor quiénes son las personas que toman ese camino y qué cuadros de salud mental poseen. A la vez, se elaboró la primera Guía Práctica para la Prevención de Suicidio para estudiantes de la Educación Superior, ya que el 20,3% de las personas que terminan con su propia vida en Chile son jóvenes entre 20 y 29 años. Durante 2019, la salud mental de los estudiantes universitarios fue tema relevante, ya que la Primera Encuesta Nacional de Salud Mental Universitaria de Chile reveló las alarmantes cifras acerca de la situación de los estudiantes: 46% de los alumnos tenía síntomas depresivos y muestras de ansiedad; 54% sufría de estrés; 67,20% tenía síntomas de insomnio o sueño durante el día; 30,2% estaba insatisfecho/a con su calidad de sueño y, lo más preocupante, un 5,1% de ellos manifestó pensamientos suicidas. A la vista de los profesionales en salud mental y académicos, los resultados en ese momento ya eran alarmantes y se considera que estos indicadores se agravaron con la actual contingencia derivada de la pandemia por covid 19.
La prevalencia de autoeliminación es más alta en hombres que en mujeres, porque tienen menos capacidad para sublimar depresiones y angustias, y son más reticentes a consultar con un especialista, por vergüenza. Con frecuencia, se señala que en Chile no existe una cultura de respeto por los problemas de salud mental, cuestión que debería cambiar, a juzgar por el incremento de las tasas de suicidios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el estigma es una de las barreras que existen para tratar de sortear estas conductas suicidas. De ahí que esta entidad señale la necesidad de tender manos a las personas en riesgo, de escuchar a quienes sufren la pérdida de un ser querido, de dar a conocer los recursos disponibles en la comunidad para la prevención y la atención, y unir fuerzas con personas y organizaciones dedicadas a esta tarea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el estigma es una de las barreras que existen para tratar de sortear estas conductas suicidas. De ahí que esta entidad señale la necesidad de tender manos a las personas en riesgo y de escuchar a quienes sufren la pérdida de un ser querido.