"La política es demasiado importante como para dejársela sólo a aquellos que tienen militancia”
Si bien enfatiza que "no es el minuto de declarar candidaturas", debido a la pandemia que afecta a la Región y el país, el exmilitante de la Democracia Cristiana profundiza en su vida como independiente y admite, por primera vez, que está en proceso de "reflexión" en torno a una posible candidatura a gobernador regional, por fuera de los pactos.
La última vez que Rodrigo Díaz Worner fue noticia de "primera plana", fue el 12 de agosto de 2019, luego de su renuncia a la Democracia Cristiana (DC). Desde aquella ocasión, sus apariciones en la prensa han sido esporádicas y, en la mayoría de las ocasiones, alejadas del debate en torno a la contingencia.
El exintendente de la Región del Biobío (2014-2018), exgobernador de Concepción (2004-2007) y actual gerente de Asuntos Corporativos y RSE de la empresa Buses Hualpén, está cerca de cumplir un año como independiente, periodo que lo ha hecho profundizar en su crítica al sistema partidario.
Tanto así, que en esta entrevista plantea que "la política es demasiado importante como para dejársela sólo a aquellos que tienen militancia" y admite, por primera vez públicamente, que atraviesa por un periodo de reflexión en torno a una posible candidatura a gobernador regional para las elecciones de abril de 2021. Aquello, aunque recalca que "no es el minuto de declarar candidaturas" y advierte que si esa opción se concreta, sería fuera de los pactos tradicionales y liderando un proyecto enfocado en el regionalismo y la descentralización del país.
REGIÓN Y CONSTITUCIÓN
-En la agenda próxima se vivirán dos procesos claves: el plebiscito para definir si la ciudadanía está de acuerdo con iniciar un proceso constituyente y la elección de gobernadores regionales. En relación a lo primero, ¿está a favor de hacer cambios a la Constitución?
-Al día siguiente que se firmó el acuerdo de noviembre para convocar al plebiscito constitucional, puse un mensaje (en Twitter), que decía: "voy a votar Sí a la nueva Constitución y que se elija al 100% de los redactores". Eso lo sigo sosteniendo, voy a participar de esa elección y quiero que las personas que van a desempeñarse como constituyentes sean elegidos íntegramente por la ciudadanía.
-¿Qué es lo que cree que se debe cambiar de la Constitución?
-Hay temas de carácter nacional que me convencen desde bastante joven. Recuerdo que a fines de los 80 leí un libro de Genaro Arriagada donde promovía las ventajas del semipresidencialismo y hasta hoy sigo suscribiendo las mismas ideas. Creo que el régimen excesivamente presidencial que tiene el país es susceptible de ser revisado. También hay cosas que se deben conservar, como la independencia del Banco Central y la separación estricta de poderes. Pero más allá de los temas nacionales a mí me hace más sentido hablar de la transferencia de competencias para las regiones y de la forma en que éstas deben lograr su desarrollo en un país que tiene la necesidad de ser distinto. Me gustaría contribuir con mi voz para señalar que la descentralización es algo positivo para el país. Que no es una apuesta al desorden, sino -como recomienda la OCDE- es seguir un camino que nos lleve a tener una mejor construcción del bien común en todos los territorios que componen Chile.
-¿Cuál es el costo de que Chile sea un país tan centralizado?
-Cuando la construcción de las políticas públicas se hace sólo centralizadamente, se buscan promedios y se deja de lado espacios que están en los territorios, los que en definitiva no terminan siendo cubiertos por las políticas públicas. Un ejemplo es el patrimonio, que hoy está en terreno de nadie. En algunos casos los toman personas privadas, como (Carlos) Cardoen en Santa Cruz, pero en Biobío uno se puede encontrar con Chivilingo, que es una maravilla o con el RAM Poderoso, que es una embarcación de la época del Titanic y ambas están en una situación muy deteriorada. Creo que el patrimonio, como muchos otros asuntos, debería ser trabajado desde las regiones.
-¿Y en qué situación cree que se encuentra la Región después del denominado "estallido social" y en medio de la pandemia?
-A la Región le pasa algo similar a lo que está ocurriendo en el resto del país. Creo que tenemos una fractura importante y los liderazgos de las distintas zonas que me corresponde visitar se ven erráticos, extraviados, sin una lectura adecuada de los hechos que nos han llevado a la disociación entre elite y ciudadanía. Y con una preocupación, particularmente en el mundo político, centrada en sus temas propios -como la disputa del poder- y no en aquellos que tienen que ver con la concreción del bien común.
LA POLÍTICA PARTIDISTA
-A casi un año desde que dejó la DC, ¿qué ha significado esa determinación para usted?
-Son dos etapas distintas. Me siento muy orgulloso de haber sido militante del Partido Demócrata Cristiano desde que cursaba la secundaria y hasta casi un año. Se trata de la mayoría de mis años de vida consciente. Y sin renegar en nada de mi pasado, creo que hoy las personas que están militando en partidos políticos -justa o injustamente- son mirados por la ciudadanía con más recelo, por problemas que la propia práctica política ha ido instalando en el país. Ser independiente da libertad para poder opinar sin tener que pasar a llevar códigos internos que se deben suscribir cuando uno está en una tienda política. Y desde la ciudadanía creo que hay un mayor nivel de escucha hacia las personas independientes. Y como los niveles de reflexión partidaria -con notables excepciones- están muy bajos, es desde la sociedad civil donde se pueden hacer mejor los planteamientos.
-¿Gozar de ese mayor nivel de libertad fue gatillante para dejar la militancia DC?
-La actividad política se puede hacer desde distintos puestos, porque no he dejado la política. Sí terminé un trabajo para el cual me habían invitado la Presidenta Bachelet y el entonces ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, como fue ser intendente de la Región del Biobío, hasta el último día: 11 de marzo de 2018 a las 11 de la mañana. Y luego, fuera de la DC, he seguido ligado a la actividad. La política es demasiado importante como para dejársela sólo a aquellos que tienen militancia. Construir la convivencia de los ciudadanos se hace en gremios, universidades, a través de los mismos medios de comunicación. Y, además, le diría que mi mayor inquietud en este minuto está centrada en encontrarme con otras personas sin las barreras de las alianzas políticas que han gobernado el país durante los últimos años, para pensar el territorio donde vivimos. Me encantaría que existiera un movimiento que se abocara a pensar en las regiones.
ELECCIÓN DE GOBERNADORES
-¿Qué oportunidad ve en la elección de gobernadores para contribuir al objetivo de una mayor descentralización y empoderamiento regional?
-No hay duda de que vamos a convivir un tiempo con el temor de gente que vive en el centro del país o pro centralización, que va a decir que en los territorios existe una especie de capitis diminutio de las personas que no son capaces de administrarse solas. O que dicen que vamos a caer en un ambiente de populismo, con personas sin competencias, recursos o derechamente irresponsables. No lo expresan así, pero esa idea subyace. Pero tengo la convicción de que en regiones como Biobío habemos personas formadas, muy responsables y que hace muchas décadas venimos planteando que es necesario aterrizar a las necesidades de nuestra Región muchas políticas públicas. Porque las personas no somos todos iguales y las necesidades no son las mismas en cada lugar.
-Y en el escenario de la primera elección de gobernadores regionales, reprogramada para abril de 2021. ¿Está usted disponible para asumir una candidatura que responda a la forma de hacer política que describe?
-Creo que es perfectamente posible concitar una visión mayoritaria, para quienes suscriban la idea de que no se trata de nombrar a una persona más, para que postule el hermano de, el primo de, o para que sea el trampolín para alguien, sino también de ofrecer un programa que haga sentido a la ciudadanía, para hacerse cargo de las necesidades y oportunidades de la Región. Y creo que eso se puede hacer desde fuera, porque la mayoría de los ciudadanos somos independientes, no militamos en partidos políticos. No es fácil, eso sí, porque los incentivos están puestos para que no haya candidaturas independientes. A los partidos sólo les basta una firma del presidente y el secretario general. A los independientes se les carga un gravamen que consiste en que personas vayan presencialmente a una notaría, que se inscriban y que paguen el servicio. E imagínese cómo será eso de complicado ahora que estamos en pandemia. Es muy difícil, pero aun así me asiste la convicción de que es necesario tener alternativas distintas.
-Entonces, ¿está disponible?
-Creo que este no es el minuto de declarar candidaturas de nadie. Porque todo el foco debe estar puesto en los esfuerzos de salud y la responsabilidad transversal para salvar de la pandemia. Hay personas que me han preguntado si estoy disponible para recorrer el camino de la política; no se lo voy a negar. Y lo que les he dicho a esas personas es que estoy dispuesto a analizarlo. Y también estoy haciendo consultas a algunas personas que me merecen el máximo respeto, para entender si eso tiene asidero y cuáles son realmente las cosas significativas que se pueden realizar. Porque cuando uno no sabe para qué quiere hacer las cosas, no tiene sentido hacerlas. Claudio Orrego padre decía: "De nada sirve, si no sé para qué". A mí el poder por el poder no me interesa. Estoy reflexionando sobre qué es lo mejor para el futuro y si yo puedo contribuir en eso. Y si hay alguien mejor que yo, también voy a tener toda la disposición para colaborar.
-¿Algún bloque político le ha pedido considerar la opción de ser candidato en sus pactos?
-Para ser bien franco, la única vía por la que yo pudiera verme involucrado en la actividad política electoral sería como independiente fuera de pacto. Ese es el camino que creo más pertinente en este minuto, con la información y conocimiento que tengo. Por cierto, en estos meses de pandemia no me ha llamado nadie. Ahora, sí he consultado a algunas personas, con la idea de que se debe superar el eje de izquierda o derecha de carácter nacional. Sé que todas las elecciones tienen una lectura nacional, pero me da la impresión de que las elecciones de gobernadores regionales serán más parecidas a las de carácter comunal. Creo firmemente que las regiones tienen muchas buenas personas, independiente de por quién voten en las elecciones nacionales.