Avanzar al desconfinamiento con responsabilidad
Hace exactamente una semana el Gobierno dio a conocer el denominado plan "Paso a Paso", el cual respondió al hecho que el país había observado cinco semanas de mejoría en indicadores claves para monitorear el avance de la pandemia del covid-19 y a la creciente coincidencia sobre la necesidad de retomar -con el máximo de las precauciones- actividades que permitan hacer frente a la compleja situación económica y social que enfrentan millones de chilenos.
Según el Ejecutivo, el plan recoge las recomendaciones de la ciencia, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Consejo Asesor Covid-19, y se aplicará de manera gradual y flexible. "Se escuchará siempre a las comunidades y recogiendo la realidad de cada comuna y región", aseguró el Presidente Sebastián Piñera, cuestión que fue refrendada por las autoridades regionales.
Entre los factores para considerar en la toma de decisiones respecto de si un territorio avanza o retrocede en las fases del desconfinamiento se cuenta la ocupación de camas UCI (tanto nacional como regional), la tasa proyectada de casos activos, el porcentaje de positividad a los exámenes PCR y el porcentajes de contagios nuevos que vienen de contactos en seguimiento.
El primer paso del plan es la cuarentena, que considera una movilidad limitada para bajar al mínimo las interacciones y, por ende, la propagación del virus. Miles de personas en la Región Metropolitana llevan alrededor de cinco meses en esa situación.
La segunda fase de la desescalada es la transición, en que se evita la apertura brusca de las ciudades para minimizar el riesgo de contagio, con mantenimiento de cuarentena en sábados, domingos y festivos.
El tercer paso se denomina de preparación y levanta la cuarentena excepto a los grupos de riesgo; aumenta a un máximo de 50 personas los asistentes a actividades recreativas, cualquier día de la semana; y los desplazamientos quedan permitidos, excepto durante el toque de queda; y los niños pueden regresar a clases mediante solicitud de los alcaldes. Es en esta fase en la que se ubican las 33 comunas de las Región del Biobío, por lo que el foco está puesto en la mantención del respeto de las medidas sanitarias vigentes.
Si los indicadores se dan adecuadamente -hay una tabla que define claramente esos factores- nuestra zona podría avanzar en los próximos días o semanas hacia las dos últimas fases del plan.
Se trata de la cuarta etapa -de apertura- que permite retomar ciertas actividades de menor riesgo de contagio, aunque minimizando las aglomeraciones, porque permite el desplazamiento libre aunque manteniendo el toque de queda, y los mayores de 75 años pueden salir una vez al día.
Además, pueden volver las clases presenciales, de acuerdo a la planificación del Ministerio de Educación, también se permite el 25% de capacidad en cines y teatros, al igual que en restaurantes y cafés. Sin embargo, seguirán cerrados los pubs, discotecas y gimnasios.
El quinto paso del plan del Gobierno es la apertura avanzada, que autoriza el traslado a segundas viviendas, la libre circulación de mayores de 75 años y actividades con hasta 150 personas. También se abren gimnasios, pubs y discotecas, aunque con 50% de capacidad y mantenimiento del toque de queda "a nivel nacional, de acuerdo a la disposición de la autoridad", señaló el Ministerio de Salud.
Ahora bien, contrario a lo que pudiera pensarse, este proceso no implica un regreso a lo que podría llamarse la "antigua normalidad". En efecto, incluso en esta etapa -y hasta que no exista una vacuna contra el covid-19 que permita una certeza de que las personas estarán protegidas de contraer la enfermedad- continuarán prohibiciones como la del funcionamiento de clubes y centros de día de adulto mayores o las visitas a los establecimientos de larga estadía de adultos mayores.
A ello se sumarán algunas restricciones como el funcionamiento de cines, teatros, restaurantes y cafés al 75% de su capacidad, de pubs, discotecas y gimnasios abiertos al público a un 50% de capacidad.
Con todo, todo este proceso se vincula a un factor sobre el cual se debe siempre enfatizar. Se trata de la responsabilidad individual que debemos tener para aplicar medidas de autocuidado y no solo quedarnos con la obligación de cumplir las normas establecidos en planes como el descrito.
En ese escenario, resulta preocupante observar nuevamente imágenes de centros urbanos como Concepción y Talcahuano atiborrados de personas comprando en sus zonas céntricas, sin respeto por la distancia física recomendada e incluso sin usar mascarillas. A ellos se suman filas frente a centros comerciales y oficinas donde tampoco se observa una mínima separación entre las personas.
Frente a esas actitudes, no hay programa que valga, pues los riesgos se hacen más latentes y -lo peor- la posibilidad de retroceder en las etapas del plan "Paso a Paso" -algo que también está considerado- puede encontrarse más cerca de lo que se cree.
Todo este proceso se vincula a un factor sobre el cual se debe siempre enfatizar. Se trata de la responsabilidad individual que debemos tener para aplicar medidas de autocuidado y no sólo quedarnos con la obligación de cumplir las normas establecidos en planes como el orientado al desconfinamiento.