"Si tuviéramos los protocolos de empresas en las casas, no habría más contagios"
Ronald Ruf reconoció que el covid-19 ha tenido impacto la actividad productiva, tanto desde el punto de vista económico como ambiental. Ahora avanzan en la implementación del plan de descontaminación del aire en la zona.
Después de años de mediciones, reuniones y planificaciones, este 2020 entró en vigencia el plan de descontaminación para el Gran Concepción. Había grandes expectativas sobre la estrategia, que apunta a reducir en 44% el material particulado MP 2,5 del aire de Concepción, Talcahuano, San Pedro de la Paz, Hualpén, Chiguayante, Penco, Coronel, Lota, Tomé y Hualqui en un lapso de 10 años. También se espera bajar en un 17% el MP 10.
Sin embargo, la irrupción del coronavirus y las restricciones que esto implicó llevaron a que las alertas ambientales y las medidas para frenarlas pasaran a un segundo plano. Hasta el viernes, el Gran Concepción acumulaba 22 episodios críticos por mala calidad del aire, de los cuales 15 son alerta y siete preemergencia.
Esto no significa que el tema haya sido dejado de lado, asegura Ronald Ruf, gerente general de la Corporación de la Producción y el Comercio en Concepción, CPC Biobío. El directivo adelantó que las firmas han estado actualizando sus instalaciones y maquinaria para cumplir con la norma, publicada el 17 de diciembre de 2019 en el Diario Oficial.
Remarcó que el grueso de la polución es generado por el sector domiciliario y que el sector industrial genera el 30% del MP 2,5 y MP 10. Agregó que pese al impacto negativo que la pandemia ha tenido en la economía, esto ha ayudado a reducir la polución en la zona.
Avances en el plan
-¿Este año en qué han estado trabajando? Al inicio las empresas tenían plazos de uno o dos años para hacer cosas como un registro del cambio de calderas...
-Este es el mismo proceso que ha durado ene años. Las empresas han ido evolucionando, lo que significa que algunas han aumentado su capacidad de producción, y la nueva maquinaria que se ha comprado viene ya con la tecnología nueva. Efectivamente hay un plazo, que es de varios años, para llegar a concretar lo que estipula el plan de descontaminación. Las empresas todos los años están haciendo inversión en nuevas calderas, filtros, en cambio de combustible. Estamos a la espera de los proyectos de gas marítimo y ahí va a haber una baja sustancial en la contaminación producto de las calderas, que son los grandes elementos contaminantes hoy.
- ¿Hay empresas que hayan tenido que cerrar por no poder hacer las inversiones?
-Si bien es cierto que esa información es súper confidencial, no creo que haya una pensando hoy en cerrar o que no vaya a poder seguir siendo rentable, dado que los plazos son bastante amplios. Esto es un aprendizaje para la autoridad y las empresas, porque hay algunas que tienen eventos de contaminación que no son ni de la caldera o los ductos de extracción de humo. A veces se producen episodios de contaminación en el proceso interno, y aparecen fugas en el aire y las empresas han ido aprendiendo de eso, incorporando tecnología para que esos eventos inesperados no se produzcan o se minimicen. En los últimos años no ha habido eventos de olores en la refinería o las celulosas. Lo que esperamos es que bastante antes del plazo que estima el plan de descontaminación las empresas van a estar contaminando menos de lo que realmente se establece. Muchas ya lo están haciendo, como las termoeléctricas, que han tenido un pasado complejo. Aquí tenemos dos grandes termoeléctricas. La contaminación que producen es bajísima y están por debajo de la norma.
-¿Va a tener algún impacto el cierre de Bocamina, que se adelantó para fin de año?
-Enel se está cerrando porque se está descarbonizando el país.
-Ustedes tienen que trabajar este año en el plan de reducción de emisiones. ¿Cómo va eso?
-Va muy adelantado, porque paralelamente, con la gran reforma tributaria del gobierno anterior, venía un elemento que afecta a las calderas de las empresas, que tienen que pagar un impuesto por su generación de calor. Entonces, han tenido que apurar el tranco porque en muchos casos es conveniente hacer las inversiones lo antes posible para evitar pagar los impuestos.
Fiscalizaciones
-Ha habido algunas alertas (por episodios críticos), aunque no hemos llegado a emergencia, ¿eso ha implicado que las empresas tengan que parar su producción o hacer alguna reducción?
-Ha habido que hacer algunas reducciones. En tiempos normales, el horario de la tarde es donde más se contamina porque la gente llega a sus hogares y enciende las estufas. En las tardes, también en ciertas horas, están los horarios punta en los que las empresas tienen un recargo por el consumo eléctrico, entonces, a una buena parte de las empresas no les es rentable producir en esos horarios, que es de las 18 a las 22 ó 23 horas. Eso ya está haciendo que las empresas produzcan menos a esa hora. Se han tenido que ir mejorando las eficiencias y eso es bueno para todos, porque todos estamos respirando el aire. También es bueno para las empresas, porque se pueden subir a la nueva tecnología y tener mejores procesos, lo que también significa que pueden pensar eventualmente en aumentar su producción sin tener que aumentar la contaminación y eso es clave.
-¿Las fiscalizaciones cómo han sido?
-Claramente, con pandemia, todos tenemos que mejorar nuestras flexibilidades. Eso no significa que las empresas vayan a contaminar más. Si viera los protocolos exigentes que tienen las empresas para trabajar... Si tuviéramos esos protocolos en nuestras casas le aseguro que no habría más contagios.
-¿El coronavirus ha sido un factor dentro de esta ecuación? Cuando se pensó el plan esto no existía…
-Hay estadísticas mundiales increíbles de la cantidad de CO2 que se ha disminuido por el coronavirus y eso probablemente ha tenido un efecto muy positivo en el aire. Y esto es porque las empresas han producido menos, porque hay menos autos dando vueltas, menos locomoción colectiva. El coronavirus sí ha tenido un impacto fuerte en las empresas y eso hay que decirlo, sobre todo en las medianas y pequeñas. Las grandes empresas han logrado sortear estas dificultades porque trabajan en turnos, porque tienen protocolos extremadamente estrictos. Hoy, es muy probable, por el protocolo que tienen las empresas, que las personas tengan menos posibilidades de contagiarse ahí que en sus hogares.
-¿Y ha tenido otro impacto?
-Lo más probable es que cuando volvamos al trabajo va a haber menos episodios críticos, porque va a haber menos gente en sus casas. Hoy, probablemente, estamos con muchos episodios críticos porque está toda la gente en sus casas. Con pandemia, en el mejor de los casos la empresa va a seguir funcionando igual, pero si no pueden, van a contaminar menos porque no van a poder producir o van a reducir su producción.