Infraestructura y elección de gobernadores
"La infraestructura tiene un problema clave y es que su planificación está algo dispersa: no solo está Obras Públicas, sino también Vivienda, Transportes. Pero además está EFE, los distintos puertos. Y la figura del gobernador regional permite integrar, de manera ágil, esas distintas instancias en los planes regionales. Por ello, sostengo que la elección de gobernadores será clave para el desarrollo regional y, especialmente, de la infraestructura", argumentó.
Con estas palabras, el coordinador del Comité de Institucionalidad del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), Alberto Undurraga Vicuña, explicó el potencial que puede tener el inédito proceso de democratización de la elección de autoridades del nivel regional para el desarrollo local.
En efecto, se trata de un tema que cada cierto tiempo es relevado, por ejemplo a partir de iniciativas inconclusas, entrabadas en la maraña burocrática o simplemente guardadas en algún escritorio.
Se debe recordar que el reporte Brechas y Estándares de Gobernanza de la Infraestructura Pública en Chile -publicado en diciembre de 2017 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)- subrayó el éxito de las políticas de infraestructura en nuestro país, las que han servido de base para un rápido desarrollo económico y para la implementación de reformas que ayudaron a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. No obstante, también se resaltó la necesidad de incorporar un enfoque más integrado de desarrollo de largo plazo.
En el mismo informe se indicaba que tener una política de infraestructura con un enfoque local, ayudaría a Chile a abordar las desigualdades territoriales y a mejorar la productividad regional, maximizando el potencial de los sectores urbanos y rurales. No es menor que el estudio observara que Chile tiene el marco de inversión pública más centralizado de la OCDE: el 88% de esa inversión se decide a nivel de gobierno central, muy por encima del promedio de 41% de la OCDE.
La diversidad y especificidad de las características geográficas de Chile hacen que sea especialmente importante para el país pensar las inversiones en infraestructura desde una perspectiva más territorial y con mirada de largo plazo. Políticas basadas en el territorio permitirían a Chile abordar las disparidades territoriales y desarrollar proyectos de infraestructura que puedan mejorar la conectividad y el acceso a los servicios y la comunicación, maximizando el potencial de las zonas urbanas y rurales.
Así, tal como lo planteó Undurraga en la entrevista publicada ayer por El Sur, las elecciones de abril del año próximo "son una oportunidad para Chile y cada una de las regiones, para tener un mayor protagonismo en el desarrollo, para que los planes regionales tengan un respaldo ciudadano asociado a esos planes y para destrabar a veces las cosas que, cuando son centralizadas, se traban".
Es destacable en particular el llamado a que las campañas políticas que se levanten en la Región generen una propuesta programática clara en la materia, de manera que haya un verdadero compromiso con las grandes obras públicas, de manera que la elección de la futura autoridad regional tenga mucho que ver con los compromisos concretos, que se traduzcan en acciones concertadas y coherentes con la Estrategia Regional de Desarrollo.
Será fundamental la disposición que expresen los partidos políticos para presentar a sus mejores figuras, pero también para que acompañen el proceso con propuestas de calidad en materias como la infraestructura. Solo de esa forma se podrá aprovechar verdaderamente la oportunidad de contar con un representante elegido popularmente, pero -a la vez- que sea capaz de generar consenso en torno a proyectos de esta naturaleza.
Es un hecho que tener una política en la materia con un enfoque local ayudará a Chile a abordar las desigualdades territoriales y a mejorar la productividad regional, maximizando el potencial de los sectores urbanos y rurales. Y para ello, el proceso de democratización puede ser una oportunidad a aprovechar.