Cámara aprueba proyecto que posterga obligación de uso de cámaras en pesca
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, planteó que la determinación va en ayuda del sector artesanal, que se ha visto muy afectado por la contingencia asociada al covid-19.
La Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un proyecto de ley presentado al Congreso por el Gobierno, que posterga hasta enero de 2022 la obligación de los pescadores artesanales de instalar cámaras a bordo de aquellas embarcaciones que midan 15 metros o más de largo.
La iniciativa contiene igualmente otras disposiciones que apoyan al sector artesanal. Una de ellas suspende las caducidades en las inscripciones del Registro Pesquero Artesanal (RPA), instrumento que posibilita las operaciones cotidianas de los pescadores.
Los nueve integrantes de la Comisión de Pesca de la Cámara que estaban presentes en la sesión ratificaron -en general- la propuesta del Ejecutivo.
Según destacó el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, tras participar en la sesión, "el sector artesanal se ha visto muy afectado por la contingencia y ha hecho un tremendo esfuerzo por seguir operando no obstante las dificultades".
El empleo de cámaras en las embarcaciones está contemplado por la ley 20.265, cuyo propósito es disminuir la práctica del descarte, vale decir la devolución al mar de peces u otros recursos durante las faenas de captura.
El uso de estos dispositivos considera las recomendaciones del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como sugerencias de distintos foros pesqueros internacionales.
La norma define como el descarte la acción de devolver al mar especies hidrobiológicas capturadas y la pesca incidental como aquella conformada por especies que no son parte de la fauna acompañante.
VIGENCIA
El deber de llevar esos dispositivos comenzó a regir en enero de este año para el rubro industrial. La flota de cerco de la pesquería pelágica de la zona centro-sur debe considerar tres cámaras: la primera tiene como objetivo observar las actividades que ocurren en el copo de la red y su entorno; la segunda, las actividades de cubierta, el muestreo de proporción de especies y la distribución de la pesca a las bodegas, mientras que la tercera las actividades que se realizan en la cubierta de la embarcación vinculadas a la manipulación de la pesca incidental y transbordos de pesca.
La flota de arrastre de fondo en la pesquería de merluza común, en tanto, debe considerar cinco cámaras.
En el caso del sector artesanal, en tanto, la vigencia de la norma también estaba prevista para el año en curso.
El proyecto de ley aprobado en la Comisión de Pesca fundamenta este aplazamiento en diversas circunstancias, como el costo de las cámaras y los "desafíos técnicos, logísticos e incluso culturales" asociados al cumplimiento de la norma.
"Ahora habrá más tiempo para prepararse adecuadamente y cumplir con el objetivo del programa de descarte", resaltó el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya.
La necesidad de postergar la entrada en vigencia de esta norma para el sector artesanal fue planteada -junto con otras materias- por dirigentes de diversas organizaciones de pescadores, en el curso de sucesivas jornadas de diálogo encabezadas en las últimas semanas por Zelaya.
Los integrantes de la Comisión se manifestaron en general de acuerdo con los términos del proyecto sin perjuicio de que se pueda perfeccionar en el marco de un diálogo con el Ejecutivo.
LAS MULTAS
Según establece la normativa, las embarcaciones que no hayan implementado la norma o que alteren información se exponen a una multa de 20 a 300 unidades tributarias mensuales y el capitán o patrón de nave sancionado con 3 a 30 unidades tributarias mensuales.