Asmar proyecta la fabricación de ventilador mecánico a fin de mes
El dispositivo recibió el visto bueno para la certificación final del Minsal, y una minuta de los Astilleros de la Armada dice que se contempla la fabricación de 25 ventiladores por semana.
Una importante noticia recibió el equipo de la Universidad de Concepción (UdeC) y Asmar que lidera el proyecto de elaboración de un ventilador mecánico "Made in Chile" en el marco del desafío "Un respiro para Chile" que lidera el Ministerio de Ciencia, Economía, Sofofa Hub, BID, Social Lab, Corfo y el fondo SiEmpre. Esto, luego de que la noche del miércoles el prototipo recibiera el visto bueno por parte de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), respecto a la última prueba médica que se realizó la semana pasada en el Hospital Regional junto a las realizadas en el Hospital de la Universidad de Chile, y la recomendación respectiva para que el Ministerio de Salud realice la aprobación final, y pueda comenzar su fabricación.
Durante los últimos dos meses, el ventilador fue probado tanto en animales como en pacientes afectados con el virus, tanto en Valparaíso, Santiago como Concepción, y de las cinco iniciativas finalistas del desafío, esta es la primera que cuenta con la recomendación favorable para la certificación del Minsal.
Según pudo conocer Diario El Sur por medio de una minuta de Asmar elaborada a inicios de esta semana, se considera que la producción de los primeros ventiladores ocurra a fines de julio o inicios de agosto -si no existen inconvenientes por el avance del coronavirus- para lo cual "la capacidad de construcción que estima Asmar, con un equipo de colaboradores propios que superaría las 40 personas, y contando con todos los insumos necesarios para su fabricación, alcanzaría entre 20 a 25 respiradores semanales", los cuales tendrían un costo individual de ocho mil dólares.
La institución estatal dependiente de la Armada de Chile contempla el apoyo de otros organismos para la elaboración del prototipo, y según plantea el documento "ya ha avanzado en la preparación de una línea de fabricación en serie que permita el escalamiento del prototipo, incorporando todas las normas sanitarias y de distanciamiento social necesarias para proteger a nuestros colaboradores, en el contexto de la pandemia".
Para la ejecución del prototipo de ventilador mecánico, el equipo de ingenieros de Asmar e ingenieros del Centro Industria 4.0, C4i, de la Facultad de Ingeniería contó con el aporte de las filiales del Grupo ISA en Chile, Intervial e Interchile, y se consideró un modelo difundido por el MIT que se comenzó a trabajar desde mediados de marzo por elequipo multidisciplinar.
SIGNIFICATIVO AVANCE
El director de Asmar, contraalmirante Luis Kohler, manifestó que "este logro es muestra de la capacidad de innovación y trabajo colaborativo de nuestra empresa, la que junto a un equipo humano de excelencia, con un alto sentido de compromiso y responsabilidad con el país (…) La propiedad intelectual de este prototipo será del Estado de Chile, ya que nuestro interés, y el de la Universidad de Concepción, ha sido realizar una contribución al país en medio de esta pandemia".
Cristián Machuca, jefe del Departamento de Sistemas de Armas de Asmar Talcahuano y jefe del proyecto Aparato de Asistencia Ventilatoria Asmar-UdeC, destacó que "liderar el proyecto fue un desafío y un privilegio, porque era una carrera contra el tiempo y donde teníamos que unir las capacidades y conocimientos de grupos humanos provenientes de distintos mundos: académico, salud e industrial. Nosotros estábamos preparados para hacer reparaciones, fabricación de buques y unidades de combate; y hoy estamos elaborando un aparato que presta soporte vital, y que fue probado con más de 60 horas de ventilación con seres humanos".
Pablo Aqueveque, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería UdeC, director de Centro Industria 4.0 (C4i) y líder del equipo UdeC, subrayó que "el equipo se ha sentido reconfortado, satisfecho y realizado al terminar un aparato que puede ventilar a personas afectadas por la pandemia. En el afán de ayudar, uno se siente muy gratificado. También ha sido complejo, porque se trabaja en un equipo de soporte vital y se deben evitar errores. Hay una presión con el tiempo, pero, además, una presión social, de mucha gente mirando el proyecto y esperando noticias de su avance".