El mundo de las letras lamenta la muerte del poeta Efraín Barquero
A los 89 años murió el Premio Nacional de Literatura, a causa de una enfermedad pulmonar crónica.
El universo literario chileno quedó golpeado ayer con la noticia del fallecimiento del poeta Efraín Barquero. Ganador del Premio Nacional de Literatura y representante de la Generación del 50, la pluma que nació hace 89 años en Piedra Blanca, en la región del Maule, fue uno de los referentes en el mundo de los poetas que hacían de algo simple una oda al sentimiento.
La muerte de Sergio Efraín Barahona, su nombre real, fue a causa de una enfermedad pulmonar crónica (Epoc) y fue sentida por los seguidores de su pluma, quienes le dedicaron sentidas palabras de homenaje por el legado que dejan sus obras, entre ellas "El viento de los reinos", "Epifanías", "A deshora", "El viejo y el niño", "Pacto de sangre" y "El poema en el poema".
"Lamentamos la partida de Efraín Barquero, un autor que transformó las cosas simples de la vida en poesía. El Premio Nacional de Literatura fue un reconocimiento a ese talento y sensibilidad social. Valoramos su gran legado y enviamos condolencias a su familia", señaló la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
El diputado Gabriel Boric fue otro que se sumó a las condolencias por la partida del poeta. "Ha partido Efraín Barquero, poeta que nos recordaba siempre de donde venimos, en Chile y el mundo. Gracias por regar esta tierra".
Hombre de fuerte arraigo en el mundo rural, Barquero dio sus primeros pasos en el mundo de las letras en la década del 50, con su obra "Árbol marino" y "La piedra del pueblo", de 1954, que fue publicada con prólogo de Pablo Neruda.
Este hecho marcó lo que serían sus siguientes obras, donde se cuentan "La compañera" (1956) y "El viento de los reinos (1967), una creación que nace de un viaje hecho por Barquero a China y en la que queda de manifiesto ese intento por alcanzar una nueva mirada, que no estaba presente en sus primeras obras.
Su infancia alejada del influjo centralista, quedó reflejada en sus creaciones, las que siempre destacaron por rescatar una lírica de lo cotidiano.
"Efraín Barquero, a tus versos desparramados en el tiempo. Descansa en paz", escribió en Twitter la actriz Daniela Vega, quien como muchos, lamentó el adiós del escritor en su hogar, en Providencia.
Desde aquellos inicios cargados a la sencillez, en los que la lírica popular y el mundo de la poesía infantil enmarcaban sus trabajos, la obra de Barquero supo mantenerse ávida en lectores que atravesaron varias generaciones, hasta la actualidad, esa que refrendó, ya sea estando en Chile, Francia (país que lo acogió de 1975 a 1990), China, México, Colombia o Cuba, donde le correspondió ser jurado del Premio Casa de las Américas en 1974.
De vuelta en Chile, a mediados de la década de los noventa, Barquero sintió la necesidad de volver a embarcarse en una aventura con rumbo a Francia, no sin antes publicar "La mesa de la tierra", obra que le hizo merecedor del Premio Municipal de Literatura en 1999. Tras ello vivió alternadamente entre nuestro país y Francia.
Para algunos críticos literarios, como Ana María Larraín, ese fuerte vínculo con la ruralidad en su niñez marcó buena parte de su obra. "Los espacios míticos aparecen ritualizados por la individualidad del recuerdo de su infancia transcurrida en la zona central", enfatiza.
Al morir su esposa, Elena Cisternas (2016), a quien le dedicó su último libro "Escrito está" (2017), Barquero optó por vivir en soledad, mientras sus hijos residen en Francia y Estados Unidos.
Su funeral se realizará mañana en el Parque del recuerdo.