Efectos de la pandemia en la salud mental
La crisis sanitaria y el aislamiento en casa han obligado a las familias a tener que adaptarse a un nuevo ritmo de vida, donde la dinámica establecida del hogar tuvo que ser modificada por completo. Esto ha cambiado los esquemas de la sociedad, y como consecuencia ha afectado también la salud mental.
Los expertos indican que el aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y hasta el pesimismo, podrían ser las primeras señales de trastornos de la salud mental, que influyen en la forma de comunicarnos y relacionarnos con los demás. En los casos extremos o con problemas mentales preexistentes, puede llegarse a comportamientos perjudiciales, como el suicidio o autolesiones. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, entre 3 y 4% de la población puede sufrir trastornos mentales severos, mientras que entre 15 y 20% podría padecer patologías leves a moderadas. Y el resto, se ve expuesto a un fuerte estrés psicosocial pero no patológico. En efecto, la encuesta Cadem reveló que un 58% de los chilenos dice estar ansioso o nervioso, en el contexto de las cuarentenas.
El deterioro de la salud mental debido a las medidas que se han tenido que tomar, han afectado de preferencia a las mujeres y a los adultos mayores. Un reciente análisis realizado por la plataforma online de terapias de salud mental PsicologiaChile.cl, dijo que la ansiedad y las tensiones en el hogar debido a la crisis sanitaria pueden afectar más el rendimiento de las mujeres, que tienen más del doble de riesgo de sufrir trastornos de ansiedad, siendo más propensas a padecer varias enfermedades psiquiátricas. De hecho, las consultas virtuales aumentaron hasta en un 200% entre marzo y mayo. Un 72% correspondieron a mujeres que sufren las consecuencias del encierro. Los principales motivos fueron ansiedad (38%), estrés (20%) y depresión (15%). Entre las razones de que ocurra esto está el trabajo doméstico, que suele asociarse a su rol social, una carga invisible no remunerada y tampoco valorada en muchas ocasiones. La incertidumbre de no saber lo que pasará con la familia y el trabajo, generan un estado de abandono psicológico, que puede desencadenar una depresión.
Pero también el aislamiento social se presenta como un requerimiento crítico para los 2,8 millones de personas que superan los 60 años, producto de los riesgos para su salud. Sin embargo, poco se sabe de los cuidados para adultos mayores que padecen algún tipo de demencia. El Plan Nacional de Demencias del Minsal señala que en el país viven 200 mil personas con algún tipo de demencia y su impacto repercute en alrededor de 800 mil personas, principalmente familias y cuidadores. Las personas con esa patología mental pueden tener dificultades para comprender la epidemia y adaptarse a los cambios de su rutina producto del aislamiento social. Además, se suman nuevos desafíos para sus cuidadores, ya que tienen menores posibilidades de compartir el cuidado con sus redes.
Hace unos días el Gobierno puso en funciones el plan Saludable - Mente, que apunta a fortalecer la red de apoyo Salud Responde, establecer operativos de atención en los centros de salud familiar de atención primaria y la instalación de una plataforma donde los beneficiarios de Fonasa puedan agendar consultas psicológicas o psiquiátricas de forma gratuita. Tiene como objetivo acompañar a las personas, que hoy día están viviendo situaciones de ansiedad, de dolor y de angustia, para que equipos de psicólogos las apoyen, orienten y acompañen, con el fin de mitigar problemas generados por la angustia o la ansiedad durante este proceso de pandemia.
Es importante entender que la cuarentena y el distanciamiento social, no significan eliminar los contactos. Más que nunca se requiere un diálogo permanente con las personas, en algunos casos para valorar su rol en la familia, y en otros, para rescatarlas de la soledad.
Un reciente análisis de la plataforma PsicologiaChile.cl, dijo que la ansiedad y las tensiones en el hogar debido a la crisis sanitaria pueden afectar más el rendimiento de las mujeres, que tienen más del doble de riesgo de sufrir trastornos de ansiedad, siendo más propensas a padecer enfermedades psiquiátricas.