"La pandemia demostró que el mundo no estaba preparado y sigue acelerándose"
El directivo dijo que la mayor amenaza es la falta de solidaridad global. Indicó que el sábado fue el peor registro de contagios, llamó a los líderes mundiales a no politizar la pandemia y a incrementar la producción de la dexametasona.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Grebreyesus, ayer pidió a los líderes mundiales que no politicen la pandemia de coronavirus, sino que se unan para combatirla, recordando que la crisis global de salud se está acelerando y se están registrando récord de aumentos diarios en casos de infectados. Durante una videoconferencia para la organización sin fines de lucro, World Government Summit, con sede en Dubai, Tedros dijo que el mundo demoró más de tres meses en registrar el primer millón de infectados con el virus, pero que el último millón de casos ocurrió en apenas ocho días.
"La pandemia de covid-19 ha demostrado que, de hecho, el mundo no estaba preparado. A nivel mundial, la pandemia sigue acelerándose", aseguró. Tedros no mencionó de manera directa el conflicto que involucra a Trump con la organización, a raíz de los dichos del mandatario sobre que está decidido a poner fin a la relación de Estados Unidos con la agencia de salud. Pero sí se manifestó en contra de politizar la pandemia.
"La mayor amenaza que enfrentamos ahora no es el virus en sí mismo, sino la falta de solidaridad global y liderazgo mundial. No podemos vencer esta pandemia con un mundo dividido", dijo durante la videoconferencia.
DOMINGO CRÍTICO
El domingo la OMS reportó el mayor aumento diario de casos según sus estimaciones, con más de 183.000 casos nuevos en las 24 horas previas. Brasil registró casi 55.000, seguido por Estados Unidos con 36.617, según la agencia de salud de Naciones Unidas, mientras que India reportó más de 15.400 nuevos contagios y más de dos tercios de las nuevas muertes ocurrieron en América.
El mundo atraviesa un repunte de contagios que están disparados en zonas rurales de India tras el regreso de trabajadores migrantes desde las ciudades. Casi nueve millones de personas en el mundo se han contagiado de coronavirus y más de 468.000 personas han muerto, según cifras recopiladas por la Universidad Johns Hopkins. Los sitios de big data ya contabilizan sobre nueve millones de contagios y los expertos creen que la dimensión real de la pandemia es mucho mayor, dada la capacidad limitada de hacer pruebas y se presume que hay un gran número de casos asintomáticos. Ayer los casos de coronavirus en India aumentaron desde 15.000 a 452.282, reportando más de 13.000 muertes, según el Ministerio de Salud. En Pakistán, los contagios se aceleraron y los hospitales se vieron obligados a rechazar pacientes. La cifra de nuevos casos diarios llegó a 6.800 a mediados de junio, en un país con 220 millones de personas. El gobierno ha relajado las restricciones de la pandemia en un intento de salvar una economía casi en ruinas, donde la tasa de pobreza ha subido al 40%, respecto al 30% anterior.
DEXAMETASONA
Ayer Tedros también pidió aumentar la producción y distribución del medicamento dexometasona. "El desafío ahora es incrementar la producción y distribuir de forma rápida y equitativa la dexametasona, especialmente donde sea más necesaria", enfatizó el director de la OMS durante una rueda de prensa virtual desde Ginebra. El experto confirmó que desde la semana pasada ha aumentado la demanda de este fármaco, que se utiliza desde la década de 1960 en otras dolencias y que es muy económico, pues no es necesaria licencia para su producción. "Afortunadamente, es una medicina barata y de la que hay fabricantes en todo el mundo, así que estamos confiados en que éstos aceleren su producción", subrayó Tedros.
El responsable de la OMS añadió que debe darse prioridad a los países que más casos de contagios tienen en la actualidad, y la producción y distribución debe llevarse a cabo con transparencia y supervisión para evitar productos falsificados o por debajo de los estándares de calidad. Además, reiteró que debe usarse sólo con pacientes graves o críticos de covid-19, puesto que no hay evidencia de que tenga efectividad en casos leves o como forma de prevenir virus en personas sanas. "Todos los países enfrentan un difícil equilibrio entre proteger a su población y minimizar el daño socioeconómico", cerró Tedros.