¿Qué respiran nuestros niños y niñas?
Presidenta de la Fundación Horizonte Ciudadano, paulina vodanovic,
En medio de la pandemia y la crisis económica que nos aqueja, no debemos olvidar que los niños y las niñas son la población más vulnerable a estos eventos extraordinarios, pero también a la ordinaria contaminación del aire que están respirando día tras día.
Debemos enfrentar con más fuerza este problema y para ello debemos comenzar midiendo la calidad del aire que respiran niños y niñas de la Región del Biobío y de todo el país.
En América Latina existen enormes brechas en las mediciones que hacemos. Por ejemplo, Alemania o Canadá, tienen entre dos a cuatro estaciones de medición de calidad de aire por cada millón de habitantes, mientras que en Latinoamérica apenas hay 0,03 estaciones. Afortunadamente, Chile se encuentra por encima de ese escasísimo promedio, con cerca del 50% de la capacidad de medición de toda Latinoamérica (a pesar de que nuestro país cuenta con el 3% de la población regional).
Durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se realizaron planes de descontaminación del aire en todo el país, que redujeron las concentraciones anuales entre un 25 y un 50%. En las ciudades con planes de descontaminación hubo una reducción de más de 450 mil consultas anuales de urgencia por enfermedades respiratorias (eso significa un 17% menos de consultas de urgencia). Hay que tener en cuenta que esta baja se obtuvo gracias a una reducción mucho mayor de las consultas de urgencia de niños y niñas.
Por eso, junto con el Centro de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, estamos creando una red ciudadana que permita articular el monitoreo de la calidad del aire que respiran niños y niñas; la identificación de buenas prácticas; y la observación del impacto de estas acciones en la salud y en el bienestar infantil.
El proyecto se iniciará en varias comunas del país, incluida Coronel en la Región del Biobío y, posteriormente, se ampliará a otros países de América Latina. Este plan ciudadano, consiste en la instalación de medidores de material particulado fino en jardines infantiles, centros de salud, con el objetivo de comparar la contaminación a la que se exponen niños y niñas, en relación con lo que miden las estaciones oficiales de monitoreo.
La red ciudadana constará también de mediciones en otras zonas del país impactadas por diferentes industrias (Huasco, Quintero o Concón); y en zonas urbanas impactadas por transporte o leña, como Renca, La Pintana, Quillota, Placilla y Lo Barnechea.
Desde nuestra perspectiva, como Fundación Horizonte Ciudadano, son fundamentales estas acciones, así como seguir explorando la forma de hacer más efectivas las políticas que ya tiene el país para evitar que los pulmones más frágiles, los de nuestros hijos e hijas, no sufran por la contaminación.