Un coronavirus descubierto hace sólo meses logró llevar al límite a los sistemas de salud de los países en poco tiempo debido a su alta contagiosidad, demostrando lo frágil que es la humanidad cuando se enfrenta a un patógeno desconocido, cuando no existe una herramienta específica para tratar y menos para prevenir una enfermedad.

De ahí que laboratorios y centros de investigación, los equipos de científicos alrededor del mundo, estén enfocados en buscar soluciones efectivas y seguras velozmente para ganar la carrera al covid-19. Como resultado, "los niveles de colaboración, agilidad y rapidez con el que se están moviendo la ciencia y la industria en el mundo para enfrentar a este coronavirus no tiene precedentes, y es un esfuerzo extraordinario", asevera desde Costa Rica y con orgullo la doctora nicaragüense Graciela Morales, médico epidemióloga experta en Salud Pública y líder del área de Vacunas y Asuntos Médicos y Científicos para Mercados Emergentes de Pfizer, empresa farmacéutica estadounidense cuya casa matriz está en Nueva York con sedes en distintos países, incluyendo Chile.

La entidad y sus expertos están entre los tantos grupos que en distintas naciones están llevando adelante programas de investigación, desarrollo e innovación para buscar fármacos para tratar a los pacientes enfermos y también una vacuna. En lo último es donde Morales se detiene, pues allí están los mayores acentos y expectativas, y el propósito de Pfizer, en el contexto de un desafío global, es "poder entrar a etapas de producción de la vacuna y poder tener millones de dosis disponibles a finales de este año", afirma.

ESTUDIOS

Es una meta compleja, pero la esperanza y compromiso es que sea posible. En el caso de Pfizer, de la mano de una colaboración con BioNTech SE, compañía alemana de biotecnología, están trabajando en el desarrollo de una vacuna para prevenir el covid-19 con un programa que está realizando estudios clínicos de fase 1 y 2 de manera simultánea, sobre el que la experta en Salud Pública cuenta que "el 23 de abril vacunó a su primer voluntario en el programa de investigación en Alemania", sumando ya varias decenas de inoculados en el país europeo y también en Estados Unidos, donde hace poco menos de un mes se vacunaron los primeros voluntarios de los ensayos clínicos 1 y 2, y se espera incluir hasta 360 sujetos.

Sobre la vacuna, explica que es "bajo la plataforma de ARN y se están probando al mismo tiempo 4 modelos de ésta", con un diseño que apunta a determinar la seguridad, inmunogenicidad y nivel de dosis óptimo de todas. "Se están probando los distintos modelos simultáneamente para hacer avanzar al programa de forma más ágil y poder tener resultados más rápido en relación a cuál es la respuesta inmunológica más óptima y con ello poder movernos a la próxima fase con una elección ideal para hacer los estudios más ampliados", destaca Morales.

ROMPER PARADIGMAS

Para tener resultados antes de finalizar el 2020 gran parte de los trabajos de investigación en el mundo empezaron tan pronto como se inició la pandemia, pero tener una vacuna en cuestión de 12 e incluso 18 meses es para la doctora Graciela Morales "romper los paradigmas al respecto", ya que "en tiempos ordinarios terminar un programa clínico de desarrollo de vacunas puede tardar hasta 5 años", asevera.

Esto no significa haber saltado alguna etapa para llegar a resultados en plazos muchísimo más acotados, ya que es enfática al decir que "el proceso de desarrollo de vacunas siempre debe cumplir con todos los altos estándares regulatorios. La vacuna debe ser efectiva y segura, y posible de producir a una escala en que se pueda proveer, y eso implica una rigurosidad que no se puede obviar". Lo que marca la diferencia hoy, sostiene, es que se está trabajando con importantes niveles de conocimiento, tecnología e innovación, pero primordialmente con una rigurosidad que está acompañada de decisiones ágiles", precisa, lo que tiene que ver con la prioridad que equipos científicos y agencias regulatorias están dando a la vacuna contra el covid-19 para poder tener una disponible lo antes posible.

SOLUCIÓN CRÍTICA

No es cuestión de azar que sea un tema prioritario, no es sólo una búsqueda de progreso científico, sino que una necesidad urgente. Las vacunas y programas masivos de vacunación, resalta la médico epidemióloga "son la herramienta de salud pública más importante y tienen toda una historia de gran efectividad y seguridad: se han controlado enfermedades como el sarampión y la rubéola congénita, y se han erradicado otras". En efecto, hay claridad que "tener una vacuna contra el covid-19 es la gran solución, pues al ser una herramienta de prevención es de largo plazo y definitiva", asevera.

Y con más de 5,4 millones de casos y al menos 346 mil muertes en todo el mundo hasta ayer 26 mayo "tener una solución así para el covid-19 es crítico", sostiene Morales sin dudar, porque "la prevención permitirá interrumpir la transmisión del covid-19 y frenar el impacto de la mortalidad, y así retomar la agenda en distintos temas de salud pública que son importantes para los países", concluye.

"El Campus Universitario como modelo de desarrollo de ciudades inteligentes y sostenibles" fue el nombre de una conferencia virtual internacional que realizó la Facultad de Ingeniería de la Universidad Santo Tomás en el contexto de la celebración del Día Nacional de la Ingeniería. La actividad online contó con la exposición de Carlos Meza, profesor de Investigación de la Escuela de Ingeniería Electrónica del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), además de coordinador del Programa Sostenibilidad TEC y del Laboratorio de Sistemas Electrónicos para la Sostenibilidad.

Justamente compartió la experiencia en torno al concepto de "Ciudad Inteligente" que se ha empleado en Costa Rica para el desarrollo de campus universitarios, que es un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad y la eficiencia capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas y de los propios habitantes, tanto en el plano económico como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.

Al respecto, contó que lo que han podido desarrollar en este ámbito en la TEC es "un uso eficiente de los recursos para facilitar la vinculación con el sector productivo. Tenemos residencias dentro del campus universitario, contamos con servicios de salud que hoy apoyan en lo relacionado a la emergencia sanitaria, tenemos bicicletas inteligentes y vamos camino a la neutralidad en la huella de carbono".

Sobre los desafíos que reconoce que aún tienen mencionó "replicar este modelo a escalas más grandes, es decir, llevarlo a otras ciudades", así como "desarrollar la ética en el uso de datos, infraestructura de comunicación y procesos necesarios para competir en una economía global de servicios en línea y también utilizar la tecnología para mejorar el diseño de los edificios", finalizó.