"Las medidas de poco sirven si es que la gente no entiende"
El copiloto de 31 años es también odontólogo. El rally pasó a un segundo plano para dedicarse por completo a su labor en el Cesfam de Yumbel.
Joaquín Riquelme ya acumula trece años de experiencia en el rally. Títulos a nivel nacional junto a su hermano Jorge, participaciones en fechas mundialistas, marcando hitos en el deporte tuerca chileno, e incluso una escuela donde entrega sus conocimientos son solo algunas de sus credenciales.
Hoy esa pasión está detenida por la enfermedad del coronavirus. La pandemia mantiene paralizada la actividad motor en el mundo, con total incertidumbre sobre su fecha de regreso. "Estoy cero rally, nada físico por lo menos. Está un poco de lado de mi quehacer diario. Solo mantengo comunicación con los pilotos que corro, pero nada más", cuenta 'Joaco'.
El yumbelino agrega que "he tratado de mejorar mi hoja de ruta, ciertos conceptos. También ver la opción de homologar un sistema de notas mío. Por el momento solo teoría, nada de práctica".
ODONTÓLOGO
En lo que sí está enfocado es en la lucha contra el virus. Y es que el navegante es además odontólogo de profesión hace cinco años, labor que complementa con su pasión en la ruta. Se desempeña en un consultorio asociado a la municipalidad de su querido Yumbel, donde se convierte en un bastión más en la compleja realidad.
"Me encuentro cumpliendo funciones de trabajo con pacientes. Estamos realizando las atenciones pertinentes, lo que es urgencia, entrega de medicamentos y curaciones especiales", relata.
'Joaco' entrega más detalles de su labor. "A la vez, estoy encargado del área de entrega de los kit de protección para los funcionarios. También me toca hacer turno de puerta y apoyo en SOME (Centro de Costo). Estoy en la dinámica de una semana en mi casa, como de reserva por alguna urgencia y otra de trabajo", dice.
"Eso sí, se ha minimizado mucho la atención, más que nada por un tema de evitar la propagación del virus, el contagio de los equipos de salud y que el sistema colapse. Por eso se realizan sistemas de turnos en los Cesfam, donde la gente, por lo general, concurre con mucha frecuencia", añade.
FUTURO
A juicio del profesional de 31 años, el aumento en el número de casos se debe a que la población aún no toma conciencia de lo que está pasando. "Estos días hemos visto una especie de tranquilidad o normalización, por lo menos en mi comuna. Mucha gente anda en la calle sin mascarilla. Ya tenemos varios casos activos acá y la gente sigue haciendo su vida muy normal", lamenta.
"Cualquier medida que entregue la autoridad sanitaria puede ser la mejor, pero si la gente no entiende que debe cumplir cuarentenas, estar en casa, lavarse las manos, mantener distanciamiento social y usar mascarilla, lamentablemente poco va a servir", complementa.
Otro tema que preocupa al navegante es el traslado de pacientes de otras regiones a Biobío, como lo ocurrido el jueves, cuando dos personas contagiadas llegaron desde Santiago para ser derivadas al Hospital Regional de Concepción.
"Que nosotros tengamos que suplir a Santiago es bien complejo, porque en caso de haber un aumento de casos acá y nuestra capacidad de camas UCI está ocupada por pacientes de afuera, qué va a pasar con la gente de la zona", advierte.
Respecto al futuro, el copiloto cree que lo más duro está por venir. "La gente no está haciendo caso y las consecuencias las vemos todos los días. Se vienen semanas difíciles para todos. Santiago está colapsado, las regiones tienen que suplir. Tampoco hay seguridad sobre una vacuna. Hay estudios, pero nada concreto por ahora".
Y concluye comentando que "mientras más se extiende la curva de contagios, más se extenderá en el tiempo la permanencia del virus. La OMS advirtió que debemos acostumbrarnos a que el coronavirus va a estar siempre con nosotros, es decir, que se convierta en un virus endémico".