Medidas y señales en torno a prevención del covid-19
Esta semana ha marcado un fuerte punto de inflexión en la velocidad con que han aumentado los contagios por covid-19 a nivel nacional. De hecho, hasta ayer el número de personas enfermas acumulaba más de 27 mil casos, 304 fallecidos y 445 pacientes en ventilación mecánica debido a la gravedad de su condición.
La situación en la Región Metropolitana de Santiago ha resultado especialmente preocupante -acumula alrededor del 80% de los nuevos casos diarios- y obligó al Gobierno a aplicar, desde la noche del viernes último, una masiva cuarentena en un total de 25 comunas, por lo que actualmente seis de cada diez personas de la capital del país se encuentran bajo confinamiento obligado.
Aquello, evidentemente, implica una lección importante para nuestra Región del Biobío, especialmente en torno a no relajar las medidas para mantener controlada la situación epidemiológica y, desde el punto de vista de la responsabilidad pública, comprender que las señales que se entregan por parte de las autoridades pueden marcar cambios importantes en la actitud de la ciudadanía frente a la prevención de los contagios.
Por eso, llamó la atención la determinación de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Biobío, que en una resolución del jueves último dejó sin efecto la prohibición total que había en la Región para realizar actividades deportivas, culturales y religiosas en espacios cerrados y al aire libre. La medida, implementada el 23 de marzo, tenía como objetivo reducir y controlar los vectores de contagio de coronavirus y se originó a causa de un brote en una iglesia evangélica en San Pedro de la Paz, que en su momento fue el mayor cluster local y elevó considerablemente los casos en la Región.
El nuevo documento emitido por la Autoridad Sanitaria dejó sin efecto esta resolución y se ajustó a lo dictado por el Ministerio de Salud el 16 de marzo, en donde solo se prohíben eventos presenciales con más de 50 personas, además de otras exigencias, como son el uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados con más de 10 personas y el distanciamiento físico.
Si bien el seremi de Salud, Héctor Muñoz, dijo que el alzamiento de la primera resolución se debe a que no hay brotes activos asociadas a estas actividades, principalmente al ámbito religioso, lo más relevante en estos casos suele ser el mensaje implícito que recibe la comunidad. Y aunque se explicitó que no se busca la proliferación de estas actividades, lo preocupante es la señal de eventual permisividad y "normalidad" que se está entregando. Por ello, fue positivo que autoridades de las iglesias Católica y Evangélica enfatizaran el llamado a no realizar ningún tipo de convocatoria a reunión y seguir privilegiando la conexión con sus fieles a través de las plataformas de internet.
Más categóricos fueron los alcaldes, quienes criticaron la determinación y hasta la calificaron de "imprudente". Asimismo, el diputado oficialista (RN) Leonidas Romero, quien es parte de la llamada "bancada evangélica" en el Congreso, aseguró que se trata de una medida "irresponsable y populista".
Una preocupación similar se vincula a la apertura de grandes tiendas ubicadas en los centros comerciales. Si bien la activación de estos recintos es comprensible -para no ahondar la crisis laboral que se registra en el país- lo clave es insistir en el llamado a la protección y, particularmente, pedir a las personas entender que por ahora no se pueden retomar prácticas como el "paseo al mall", ya que cada recorrido implica un posible riesgo de contagio, el cual nadie debe correr.
La responsabilidad personal, en este caso, cobra un especial significado y debe reforzarse cada vez que sea necesario.
Pero más allá de esta controversia, a nivel local ha habido también esta semana buenas noticias en la materia. Además de la existencia de un mayoritario porcentaje de personas ya recuperadas, se suma el alza en la capacidad de diaria de la aplicación de test de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por su nombre en inglés) gracias a la puesta en funcionamiento de nuevos laboratorios, como el del Hospital Las Higueras, de Talcahuano, lo que permitirá aumentar significativamente el número de exámenes diarios e, idealmente, reforzar aquel proceso en los grupos de mayor riesgo, como los trabajadores del área de la salud, los hogares de ancianos y los efectivos de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Se debe recordar que uno de los pilares de las estrategias globales exitosas para hacer frente al coronavirus ha sido precisamente el diagnóstico temprano y, con ese fin, el test PCR presenta una alta especificidad y sensibilidad para detectar el virus en las primeras fases respiratorias.
La tarea de hacer frente de manera efectiva al avance del coronavirus requiere, necesariamente, señales claras, compromisos individuales y una responsabilidad social a toda prueba por parte del mundo público y privado, de manera que las señales y medidas en torno a la prevención sean claras y categóricas.
La compleja situación que enfrenta Santiago implica una lección importante para Biobío, especialmente en torno a no relajar las medidas para mantener controlada la pandemia y comprender que las señales que se entregan pueden marcar cambios importantes en la actitud de la ciudadanía frente a la prevención.