por carmen gloria sandoval v.

"Estamos viviendo una emergencia sanitaria global que afecta a millones de personas, a nuestra vida cotidiana, a las actividades productivas y también a los proyectos. Y más allá de que nos hemos puesto prioridades, como el resguardo a la salud de las personas y cumplir con las distintas disposiciones, también tenemos que preocuparnos por salvaguardar la continuidad operacional y continuar con este gran proyecto que es la Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (Mapa)".

Así parte la conversación con el gerente de Asuntos Públicos y Comerciales de Arauco, Charles Kimber el día siguiente a la decisión del directorio de solicitar un aumento de capital por US$700 millones para apalancar el mayor proyecto de inversión que se ejecuta hoy en Chile, en la Provincia de Arauco, y que demanda recursos por US$2.350 millones.

ESCENARIO ACTUAL

Este, dice el ejecutivo, no es solo un gran proyecto para la empresa Arauco, sino para un sinfín de otros actores. Y eso en un escenario mundial complejo donde han visto el cierre de algunos mercados como Ecuador y Perú, para los tableros y bajas de demanda en otros. Aquí es donde este aumento de capital viene a sumar recursos para el financiamiento de las operaciones y para la construcción de Mapa y permite a la administración de la compañía llevar adelante esto de una manera más tranquila, detalla Kimber.

"Esperamos que este aumento de capital sea ratificado en la junta extraordinaria de accionistas del próximo 19 de mayo, que nos permitiría inyectar US$250 millones este año y de acuerdo a como se vaya dando la demanda, los precios y las necesidades de caja podamos también tener la opción de llegar a otros US$450 millones durante el 2021".

SER PRUDENTES

De acuerdo con Kimber, Arauco hoy está en una buena posición de liquidez, tiene una buena caja, "pero tenemos que ser precavidos, prudentes y serios a objeto que podamos articular todo esto que significa hacer que las empresas funcionen y que un proyecto se materialice en tiempos difíciles, en tiempos de pandemia. Para los que nos toca administrar la compañía esto nos deja en una posición más confortable para dedicarnos a la gestión y no a ver desde donde podemos obtener los recursos para hacerlo. Esto muestra la seriedad y el respaldo del Grupo Angelini con el sector forestal y con una mirada de largo plazo y aquí se está permitiendo darle una cierta tranquilidad en momentos donde vemos que la liquidez, pasa a ser algo tan importante en todas las empresas de la economía nacional y mundial.

- ¿En ese contexto actual de fragilidad de las economías y todo lo que conlleva bajas en la productividad, la compañía ha tenido que recurrir a ajustes drásticos en los otros países donde tiene instalaciones industriales?

-En Chile no hemos dejado de funcionar. Estamos operando todas nuestras plantas, pero dado que nos bajaron las compras desde Perú y Ecuador, mercados importantes para nuestros productos Vesto, que se producen en la fábrica de Teno, hemos dado vacaciones a los trabajadores, pero en el resto de las plantas de celulosa o de madera, molduras y tableros se opera de forma "normal", de acuerdo a las condiciones actuales. En otros países las condiciones son más difíciles, especialmente porque producimos para el mercado local y ha habido una baja importante en la demanda en Argentina, en Brasil y en Estados Unidos, lo que ha significado tener que operar las plantas a menor capacidad y en algunos casos hacer algunas detenciones en tableros; las plantas de celulosa de Uruguay y Argentina, funcionan a capacidad.

- ¿Los mayores precios que está teniendo la celulosa por el aumento en la demanda para la fabricación de productos sanitarios, compensarán las caídas de precios en otros productos como los tableros?

-El año 2019 tuvimos una baja constante en los precios de la celulosa que se extendió al primer trimestre de este año y significó una baja de 91% en la utilidad neta en los resultados comparado con 2018 y con ventas que cayeron un 11%. Estamos a niveles de precios bajos debido a una sobre oferta que venía ya arrastrándose . Las plantas de celulosa a nivel mundial ya están todas funcionando a su capacidad por lo tanto no ha bajado la oferta. Si se vio mermada la demanda en los primeros dos meses de este año por la baja demanda en China, que está volviendo a comprar y privilegiando justamente esos segmentos de mercado que nos interesan mucho que es el de los productos sanitarios, tissue, y eso ha ayudado a mantener los precios. Y si bien la situación aún es muy incierta hemos visto alzas de entre US$10 y US$30 por tonelada.

-¿Ha habido contracción de la producción en Chile, por menos dotaciones en las plantas, desde que se decretó el Estado de Emergencia Sanitaria?

-En Chile, Arauco da empleo a 27 mil personas en forma directa e indirecta. De éstas hay unas 1.500 consideradas personal de riesgo, porque tienen más de 65 años o alguna enfermedad crónica; hay unas tres mil personas que están en teletrabajo y para todos aquellos que no pueden realizar su trabajo desde la oficina están en otro tipo de operaciones. Hemos tomado una serie de medidas para mantener el distanciamiento, limitar el número de personas en reuniones, rutinas de sanitización de espacios de trabajo, además de todos los protocolos establecidos por la autoridad. En una empresa industrial como la nuestra, donde el control sanitario del covid-19 ha sido incorporado en su sistema de seguridad ayuda, porque se va creando una cultura y un comportamiento que es necesario. Este virus va a estar con nosotros un buen rato, por lo tanto es importante que las empresas lo incorporen como un riesgo más y esté integrado al sistema de gestión.

-En Mapa hay actualmente unas 5 mil personas trabajando. Cómo se está manejando ese control sanitario ahí?

-Mapa ha sido un excelente ejemplo de cómo las empresas tenemos que adaptarnos, mejorar nuestros estándares, hacer esto de manera rápida y concertada y trabajar alineados con la autoridad. Lo que se está haciendo en Mapa es un esfuerzo de muchos actores, es gente que se ha ocupado, se ha concentrado, se ha enfocado, ha sido disciplinada, partiendo por los protagonistas que son los propios trabajadores y cada uno de los proveedores de equipos, las empresas de ingeniería, las de construcción y las que prestan servicios como también el entorno. Hoy unas 1.300 personas que están alojando en la comuna, conviviendo con la gente local. Aquí ha habido una madurez, una generosidad y una comprensión de múltiples actores que han permitido que Mapa no se haya detenido nunca, aunque hubo una pausa para reordenar, para mejorar todos los protocolos y los espacios físicos para recibir a esta cantidad de gente. Hoy estamos efectivamente con 5.500 personas y las empresas constructoras traerán a más trabajadores en forma gradual, cumpliendo con un comportamiento responsable en las localidades por donde estamos pasando y con los requerimientos de eficiencia y productividad tan necesarios para obras de este tipo.

- Con todo entonces, los plazos previstos para la ejecución de esta obra (Mapa) siguen estando dentro del timing del proyecto?

-No nos hemos retrasado en la ingeniería ni en la recepción de equipos donde hay toda una logística que está actuando, ni vemos atrasos en la llegada de equipos. Pero el hecho de haber tenido esta pausa del 20 de marzo hasta los primeros días de abril y el haber tenido que retomar, porque antes de eso ya estábamos con unas 8.500 personas en la obra y queremos volver a ese ritmo de trabajo. Hay una preocupación respecto a los viajes, porque más adelante para la etapa de comisionamiento y de puesta en marcha vamos a necesitar técnicos de firmas extranjeras, pero estamos enfocados a tener una planta que pueda estar en funcionamiento hacia fines del primer trimestre del 2021 o comienzos del segundo trimestre de 2021.

Hoy, en el proyecto muestra un 45% de avance y genera empleo para 5.000 personas, cifra que irá en aumento hasta llegar a un peak de 8.000 personas en los próximos meses.