Deformaciones y surcos reducidos son señales para cambiar los neumáticos
Sin considerar el desgaste propio por circulación, los daños más comunes son los deterioros anormales en la banda de rodado, por exceso o por déficit en la presión del aire. Es ideal revisar constantemente los neumáticos y cambiarlos cada 50 mil km.
Uno de los elementos a tomar siempre en consideración en un vehículo, cualquiera sea su tamaño, son los neumáticos, elementos que si están en mal estado pueden generar accidentes con consecuencias muy graves. Por eso, en este periodo en que los autos, camionetas o transportes pesados, han estado mucho tiempo estacionados, es necesario revisarlos.
Héctor Del Pino Muñoz, director de Carreras del Área Mecánica de Inacap Concepción Talcahuano, indicó que los neumáticos, por estar el vehículo detenido en períodos extensos, tienden a deformarse por el peso del mismo y por eso sugirió dejarlos inflados a mayor presión de lo sugerido, aproximadamente 10 libras adicionales, o cada una semana o quince días poder mover el vehículo ligeramente para que el neumático gire alrededor de un cuarto a media vuelta, en caso de que el vehículo vaya a permanecer por un largo periodo sin usarlo.
Pero aparte de esto, el experto planteó que sin considerar el desgaste propio por circulación, los daños más comunes son los deterioros anormales en la banda de rodado, por exceso de o por déficit en la presión. En ambos casos existen problemas de adherencia de la goma con la calzada.
Otro daño común que hizo notar es la presencia de cototos o abultamientos laterales, que se generan cuando la rueda impacta bruscamente contra la solera de la calle, al estacionarse, provocando el corte de bandas de acero o plásticas y entonces el neumático, debe ser reemplazado.
SURCOS
A su vez Ricardo Ovalle, subgerente Comercial Neumáticos y Baterías Salfa, sumó que aparte hay que fijarse en los surcos, pues sus profundidades son un indicador que determina el porcentaje de desgaste del neumático.
"Se miden con profundímetro utilizando el indicador de desgaste que todos los neumáticos traen de fábrica en uno de sus surcos. Cuando el dibujo de la banda de rodado alcanza este indicador, las ruedas se deben cambiar, en general se recomienda una profundidad de surcos no menor a 1,6 milímetros.
Por lo tanto, el ejecutivo recalcó que las gomas se deben cambiar cuando la profundidad del dibujo en la banda de rodado del neumático sea igual al indicador de desgaste "testigo", debe tener como mínimo 1,6 mm, aunque es más conveniente no bajar de los 2 mm. "Una profundidad inferior compromete el agarre y, sobre pavimento mojado, puede producir pérdida de adherencia o deslizamiento incontrolado del vehículo sobre una película de agua, llegando incluso en ocasiones a perder el control del vehículo", aclaró.
ROTACIÓN
Mientras que Marco Zúñiga, gerente de Vendenostuauto.com, agregó que es necesario realizar la rotación de los neumáticos delanteros cada cierto tiempo, ya que se desgastan más que los traseros. "Para esto, se recomienda verificar la pauta de mantención, ya que cada fabricante recomienda intervalos propios de rotación, aunque por norma general estos varían entre 10.000 y 15.000 km", destacó.
Aparte señaló que para reemplazar los neumáticos es recomendable realizarlo cada 50.000 km, comprobando su desgaste anteriormente. En algunos casos este puede durar hasta los 80.000 km si es que se encuentran en buen estado, cabe destacar que el neumático tiene una vida útil especificada por el fabricante que fluctúa entre 4 a 5 años.
A su vez, Del Pino remarcó que la presión de inflado de los neumáticos es muy importante para una conducción segura y para privilegiar un desgaste parejo del mismo y así optimizar su vida útil. Esta revisión se sugiere hacerla una vez por semana. Cuando la presión de inflado es la especificada, la banda de rodado toma el mayor contacto con la superficie, haciendo que el vehículo responda eficientemente a las maniobras solicitadas por el conductor, sumado el apoyo electrónico en los vehículos actuales.
Sostuvo que el conductor se puede dar cuenta que alguno de sus neumáticos no tiene la presión correcta de manera visual al mirar los neumáticos (existe mayor abultamiento de lo normal en la zona de contacto), por desgaste anormal en la superficie del neumático, o al conducir en línea recta y soltar levemente el manubrio, el vehículo se irá hacia un costado.