El 16 de abril de 2019 Sergio Giacaman asumía el principal cargo político de la Región del Biobío, en reemplazo del exintendente Jorge Ulloa. Lo hacía con optimismo y con un objetivo claro: establecer el diálogo como elemento central de su gestión.
Con el paso de los meses, sin embargo, esta misión fue puesta a prueba. Tornados, un estallido social y la propagación de una pandemia mundial amenazaron su deseo de convertirse en una autoridad dialogante.
Hoy, a un año y tres días de haber asumido la Intendencia, Giacaman reconoce que este sello ha sido difícil de llevar a cabo, sobre todo a raíz de las últimas contingencias. "He tratado de que el diálogo no se viera trastocado con todo lo que ha pasado, pero, naturalmente, las contrapartes siempre esperan más", reconoce.
-El estallido social fue complejo, ya que nos tocó hacernos cargo como gobierno de temas relacionados más bien al rol de Estado, y todo se tensionó mucho. Y, por supuesto, el coronavirus también ha sido un desafío de gestión sumamente complejo.
-Al final del día lo que ahí está en juego es la vida de las personas. En Biobío tenemos números que no nos pueden hacer caer en la trampa de la confianza. Tenemos 578 personas con positivo hasta las 21:00 horas del jueves y tres personas fallecidas, y una tasa de renovación del 3%, y más del 50% de los afectados se ha recuperado. Uno podría decir que estamos súper bien, pero no hay que confiarse. No solo dependemos de lo que diga el Gobierno, sino que la ciudadanía tiene un rol protagónico.
-Esta es una enfermedad con la que tenemos que aprender a vivir. No podemos estar en cuarentena todo el tiempo. Lo que sí podemos hacer es tomar medidas desde el Gobierno y la ciudadanía para que nos ayuden a vivir con esto. Por ejemplo, el uso obligatorio de mascarilla en los lugares públicos va en esa línea.
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-Ahora el desafío es mantener e intentar que nuestro sistema de salud tenga una capacidad de responder a la evolución de la enfermedad. Entonces, mientras tengamos esa capacidad, tenemos que ir viendo cómo se va contagiando la ciudadanía y, paralelo a eso, hay que entender que quienes se contagien y se mejoren van a tener cierta inmunidad.
-Pese a que había un grupito de rebeldes que creían que esto era casi un juego, tuvimos un buen cumplimiento de las cuarentenas. Es una medida que ayuda, pero tiene externalidades negativas.
-Se ha aumentado en más de 50% los llamados al fono del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, realizando denuncias o solicitando orientación sobre temas de violencia intrafamiliar. Hay estudios que dicen que en este tipo de escenarios no solo aumenta la violencia, sino que también los suicidios, las tensiones y se dificultan los temas de salud mental. Es muy complejo sostener esto (las cuarentenas) en el tiempo.
-Situaciones como esta desde luego tienen un impacto en la mirada de la descentralización. Hoy el foco del Estado está centrado en enfrentar la emergencia. Ahora, para lo que venga después, yo tengo la convicción de que el proceso de descentralización sigue siendo algo muy relevante. Espero que no haya problemas al momento de que pase todo esto.
Estrategia
de Desarrollo
-De alguna manera, la Estrategia abordaba con mucha fuerza algunos temas. Este instrumento da mucho margen, pero lo importante es qué hacemos, y en ese contexto se vienen los desafíos.
-Por ejemplo, en la línea de innovación debiésemos generar algún proyecto que nos permita pensar en una plataforma de salud, en donde podamos dar respuesta a situaciones como la pandemia. Por otro lado, desde el punto de vista social, tenemos que pensar qué acciones particulares vamos a establecer para responder a los desafíos que tendremos con los emprendedores y pequeños y medianos empresarios que se han visto golpeados.
-Hay recursos ya disponibles para generar convenios con los municipios, de tal manera de abordar el coronavirus por medio del Ministerio de Salud, con más de $5 mil millones. Esto se está traspasando para que ellos puedan contratar gente o comprar equipamiento. Parte de ellos están recibiendo más de $600 millones. Por otro lado, el Ministerio del Interior, a través de la Subdere, está generando un protocolo para reasignar recursos.
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-Creo que nos falta poner un poquito más de velocidad. Justo a fines de marzo teníamos la visita del subsecretario de Hacienda, del director de Impuestos Internos, de Sernapesca y del SAG, venían muchos directores nacionales para descomprimir y poder acelerar y digitalizar los procesos de exportación. Ahí hay una oportunidad muy grande para la Región, y creo que nos falta poner un poco más de fuerza.