A fines de marzo, el alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera, presentó una licencia médica, hecho que imposibilitaría su presencia en el municipio hasta este lunes 13. Por eso mismo, los concejales esperaban que la autoridad regresara a sus funciones y se presentara en el concejo ordinario del martes. Sin embargo, eso no ocurrió.
Según relataron los ediles, desde la administración solo se les informó que Aguilera iniciaría un período de vacaciones. La noticia generó molestia de manera transversal en el órgano colegiado, sobre todo a raíz de la emergencia sanitaria que golpea a la Región del Biobío y, muy particularmente, a Tomé.
Datos entregados ayer por la Seremi de Salud posicionan a la comuna como la sexta más afectada de la Región con 40 casos de contagio. Si bien esta cantidad es menor en relación a comunas como Hualpén, Concepción o San Pedro de la Paz, la tasa de contagio por cada 10 mil habitantes de Tomé es de 6,8; la segunda más alta a nivel local.
"El alcalde está en todo su derecho de hacer uso de una licencia médica, especialmente tratándose de una persona en edad de riesgo, pero lo que realmente nos llegó como una bofetada a la comuna y a los vecinos fue que él haya hecho uso de unos días de vacaciones, teniendo súper claro que es el líder y que la comuna enfrenta una situación de crisis", cuestionó la concejala RN, Ruth Acuña.
La edil comunista Francisca Zúñiga planteó que hoy más que nunca Tomé necesita una autoridad que sea capaz de exigir, por ejemplo, que se decrete una cuarentena total: "Actualmente existe una falta de liderazgo enorme en cómo enfrentar la emergencia sanitaria, y eso es algo que se veía también desde el 18 de octubre de 2019 (…) Esperábamos que él hubiese puesto énfasis en algunos temas y no reaccionar de manera paliativa frente a hechos tan complejos como la que vivimos hoy".
Otro de los puntos que cuestionan los concejales tiene que ver con la presencia del alcalde en algunas actividades durante esta semana, hechos registrados en las redes sociales oficiales de la Municipalidad de Tomé. Esto, pese a que hasta la tarde de este jueves Ítalo Cáceres continuaba al cargo de la alcaldía como jefe subrogante.
Por este motivo, los concejales anunciaron que durante los próximos días tienen pensado acudir hasta la Contraloría Regional para aclarar esta situación.
Frente a esta polémica, el concejal UDI Larry Sandoval indicó que, obviamente, hay que tener en cuenta el factor humano y los temas médicos, pues el alcalde es una persona que está en edad de riesgo. Eso sí, precisó que "hay que ser muy delicado en la forma de presentar este tema (…) Eso no es entender lo que de una u otra manera está pasando".
El municipio no entregó explicación sobre lo sucedido.