Biodiversidad, cambio climático y su relación con las enfermedades emergentes
Las enfermedades emergentes relacionadas con patógenos de animales silvestres no son una novedad, pero la dimensión presente y futura es muy difícil de cuantificar. El crecimiento poblacional ha puesto en jaque la disminución de la biodiversidad que se puede observar en todas las formas de vida, hábitats y ecosistemas. Asimismo, como consecuencia del crecimiento demográfico, la concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó en abril de 2019 un valor histórico que no se observaba desde hace 3 mil millones de años, antes de que el hombre habitara la Tierra. En efecto, los ecosistemas terrestres actuales son capaces de absorber sólo la mitad de las emisiones de CO2 generadas por la humanidad, lo cual predice que el aumento de las temperaturas de la superficie terrestre podría estar entre 2,5 y 4,8°C para finales del siglo XXI como consecuencia de la acumulación del CO2.
Aun cuando estas predicciones son para las próximas décadas, es evidente presenciar eventos anormales como lo observado durante el último tiempo en el continente Antártico. Según lo señalado por el director del Instituto Antártico Chileno, Marcelo Leppe, éste ha sido uno de los años más dramáticos con temperaturas promedios incluso de 6°C y durante febrero del presente año se determinó una temperatura récord de 18°C en la Base Esperanza perteneciente a Argentina.
Este dramático escenario tiene un impacto sobre la biodiversidad donde existen ganadores y vencidos. Existen estudios que señalan que cuando la biodiversidad se ve afectada, aquellas especies que son más efectivas en disminuir los índices de transmisión de enfermedades son las primeras que tienden a desaparecer, por lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas entre los seres vivos.
La zoonosis definida como la transmisión de enfermedades infecciosas entre animales y seres humanos presenta una gran problemática social. Reconocidos investigadores en el mundo de la virología prospectiva, dedicados al descubrimiento de nuevos virus con potencial para afectar la especie humana, señalan que es fundamental identificar y estudiar virus zoonóticos responsables de casi todas las recientes pandemias.
Solo se conocen alrededor de 260 virus que pueden infectar a los seres humanos, sin embargo, se calcula que existen 1,67 millones de virus distintos y de ellos 631.000 a 827.000 podrían ser zoonóticos. De la misma forma y desafortunadamente, el ritmo de exposición a virus zoonóticos como consecuencia del gran crecimiento de la población mundial y los efectos del cambio climático se ha incrementado. La mayor tasa de contacto entre seres humanos y la vida silvestre han conducido a la aparición de nuevas enfermedades en humanos y animales.
En este escenario de complejos fenómenos, es evidente que el desafío de la humanidad será proteger los ecosistemas y simultáneamente proteger la salud de la población. Toda medida que mitigue el crecimiento desproporcionado de la población y la disminución de los efectos del cambio climático para mantener la biodiversidad actual es una tarea que debemos conocer. Debemos aprender más rápido que nunca ya que la pandemia actual tiene duras lecciones.
investigador Fac. Ingeniería y Tecnología, USS