Ciertas dudas han surgido en muchas personas que se han acogido y que recurrirán a reprogramación de créditos, medida que están llevando adelante la mayoría de los bancos ante la crisis del coronavirus, que ha detenido al sector productivo y económico del país.
Esta semana, de acuerdo a información entregada por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), la banca ha recibido sobre 625.000 solicitudes de flexibilización de créditos y casi el 92% ya están aprobadas.
El presidente de la Abif, José Manuel Mena, manifestó que las perspectivas económicas son en extremo complejas, situación que requiere, como país, que todos los actores sean parte de la solución. En este contexto, el dirigente gremial destacó que el eje central del accionar de la banca es ayudar y preservar la salud financiera de sus clientes, la seguridad de sus trabajadores y clientes, así como la sustentabilidad del sistema.
Entre las reprogramaciones de créditos hipotecarios es posible cuotas a clientes con hasta 30 días de mora, con periodos de gracia, donde priman condiciones preferenciales de tasas. Cabe destacar que en ningún caso la tasa de interés de estas reprogramaciones es superior a la ya pactada por el cliente en su crédito original.
Ante las dudas que han surgido sobre que la gente debe solicitar un crédito adicional para llevar adelante un reprogramación, Mena dijo a Tele13 radio que "los esfuerzos se han concentrado en generar mecanismos para reprogramar nuevamente y así entregar liquidez". En ese sentido, dijo que "cuando uno reprograma, genera una operación de crédito, necesariamente porque los bancos tenemos que tener un documento que respalde la reprogramación".
CLARIDAD DEL EFECTO
Sobre este escenario, Karin Bravo Fray, directora de Postgrados y Desarrollo Profesional de la Universidad San Sebastián Concepción, indicó que la medida que están adoptando los bancos sirve para aquellas personas que ven afectados sus ingresos en estos meses, debido a cesantía, disminución de los ingresos por renta variable, cese temporal de actividades, por dar algunos ejemplos. "Para estas personas, los bancos ofrecen el pago cero en este período, trasladando estas cuotas al final del crédito, con el beneficio de mantener las mismas condiciones del crédito original en cuanto a la tasa de interés. Es una medida para entregar liquidez a estas personas, pero se debe tener claro el efecto de trasladar el pago al final del periodo", explicó.
Por lo mismo, dijo que si bien cada banco ofrece a sus clientes condiciones "preferenciales y personalizadas", es imperativo que la persona conozca la tasa a la que originalmente aceptó el crédito, pues ésta debiera ser la que se aplique a las cuotas diferidas. Además, debe evaluar el periodo en que está pidiendo esta prórroga, pues mientras más al inicio lo realiza, implica que tendrá que postergarlo más periodos, teniendo un efecto mayor en el cálculo y pago de intereses.
Sobre si poder trasladar las tres cuotas al final del crédito hay que pedir un crédito por el monto de las tres cuotas, la experta subrayó que "no he visto esta opción explícitamente. Sin embargo, el hecho de trasladar las cuotas al final del crédito, de alguna forma se considera una extensión del crédito original".
A su vez el doctor, Cristhian Mellado Cid, decano de la Facea de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, señaló que en estricto rigor, esto es un crédito con tasas preferenciales, es decir, es un refinanciamiento de esas tres cuotas. "Por otro lado, existen muchas personas que tienen renta variable y que por la contingencia, han visto disminuido sus ingresos, sumado a un problema de liquidez en el corto plazo y, para estos casos, la postergación puede ser la única salida para no generar un problema o estrés adicional al que todos los chilenos estamos viviendo en estos días. Ahora, los que tienen ingresos fijos y no han tenido que incurrir en gastos adicionales por la contingencia, la recomendación es a no 'refinanciar' y pagar esas tres cuotas", apuntó.
EJEMPLO
Agregó que el costo del beneficio dependerá de cuántas cuotas se han pagado y, por lo tanto, cuántas faltan por completar, la tasa de interés preferencial para refinanciar y los costos adicionales del nuevo crédito, entre otras. Por lo tanto, dependerá de cada caso en particular.
Ejemplificó con un crédito de consumo e hipotecario para ver el efecto de postergar las cuotas. "Supondremos los datos y la 'tasa preferencial'. En el caso del crédito de consumo (crédito por $ 1 millón, pagada las primeras 12 cuotas y asumiendo un costo de refinanciamiento rebajado del 1,67% a una tasa preferencial del 1%) el costo adicional es de $34.554. En cambio, para un crédito hipotecario, a 20 años, por 1.000 UF, de las cuales se han pagado también las primeras 12 cuotas, es de 19 UF ($528.794)", explicó.
Por lo tanto, comentó que para un crédito de consumo el costo es menor, por el plazo, en cambio el costo es mucho más alto en los créditos hipotecarios, ya que se están postergando las tres cuotas por muchos más meses (228 en el caso del ejemplo).
Por lo mismo, afirmó que hay que fijarse en la tasa de interés que le ofrecen para refinanciar las cuotas, el plazo que le queda por pagar, los costos adicionales del crédito y si realmente tiene problemas de liquidez para pagar las cuotas. Además, hizo ver que de acuerdo a la información que han enviado algunos bancos a sus clientes, todo indica que es un nuevo crédito.
ATERRIZAJE
Mientras que José Navarrete Oyarce, director de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas, Universidad Andrés Bello sede Concepción, sumó que los bancos aún no han aterrizado la medida a nivel doméstico, pero es muy probable que "la solución sea efectivamente refinanciar las cuotas impagas a través de un nuevo crédito o bien refinanciar la totalidad del crédito con un nuevo instrumento".
Por eso, remarcó que se debe tener presente que hay un marco legal donde se mueven los bancos, por lo que lo más lógico es que se generen "préstamos nuevos" para financiar este periodo de gracia. Es probable que esto sea solo a nivel interno del banco, para respaldar la operación. Otra opción podría ser tomar la totalidad del crédito y refinanciarlo completamente, con 3 o 6 meses de gracia. Veo poco factible esta opción, y podría ser más gravosa para el cliente.