La molienda de trigo de la Región del Biobío creció 29% en el análisis interanual, al producir 25.965 toneladas en diciembre de 2019, según lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE. Este resultado fue consecuencia del aumento de la producción de harina y de los subproductos de trigo.

En el país se procesaron 165.766 toneladas, nivel que se incrementó en 5,1% en doce meses, incidido principalmente por la mayor elaboración de productos de trigo. El 15,7% de la molienda de trigo a nivel nacional fue procesada en la Región del Biobío.

El año pasado se procesaron 286.319 toneladas de molienda de trigo, acumulando un alza de 1,7%, explicado por la mayor producción de subproductos de trigo y de harina.

Asimismo, en el país se elaboraron 2.092.856 toneladas en mismo periodo, anotando una variación anual positiva de 0,2%, asociado al mayor procesamiento de subproductos de trigo.

Análisis Mensual

En el último mes del año 2019 se procesaron 20.199 toneladas de productos de trigo, siendo en su totalidad harina de primera, aportando el 77,8% de la molienda regional, aumentando en 27,4% comparado con diciembre del año anterior.

En el país se procesaron 128.150 toneladas de productos de trigo, presentando un crecimiento interanual de 4,5%, asociado principalmente a la mayor producción de harina de primera.

Los principales productos de trigo elaborados en el país en el mes de análisis fueron harina de primera, con una participación de 88,6%, sémola (4,0%) y harina especial (3,4%).

En el año 2019 se elaboraron 223.214 toneladas de productos de trigo, mostrando un crecimiento de 0,9%, respecto al nivel producido el año anterior.

En mismo período se procesaron 1.622.427 toneladas en el país, acumulando un retroceso de 0,7%, correspondiente a 12.043 toneladas menos, explicado principalmente por la menor producción de harina de primera y de otros productos de trigo.

SUBPRODUCTOS

El procesamiento de subproductos de trigo totalizó 5.766 toneladas, participando con el 22,2% de la molienda regional, anotando un alza de 34,8% respecto a igual mes del año anterior, resultado principalmente de la mayor producción de harinilla y afrechillo.

Se procesaron 2.369 toneladas de harinilla, nivel que aumentó en 34,3% en doce meses, siendo el principal subproducto elaborado en la región, con una participación de 41,1%.

Similar conducta presentó la producción de afrechillo, al procesar un volumen 26,5% superior al elaborado hace doce meses, anotando una participación de 40,9%, resultado de elaborar 2.359 toneladas en el mes de referencia.

La elaboración de afrecho aumentó en 58,1% en doce meses, al procesarse 955 toneladas durante el mes de diciembre, cifra que participó con el 16,6%.

A nivel nacional se procesaron 37.616 toneladas de subproductos de trigo, cifra que aumentó 7,2% en el análisis interanual, incidido en gran medida por la mayor producción de afrechillo (9,3%) y afrecho (41,4%).

Acumulado

Durante el año 2019 se procesaron 63.105 toneladas de subproductos de trigo, acumulando un alza de 4,3%, asociado principalmente a la mayor producción de harinilla y de otros subproductos de trigo.

En tanto, en el país, durante el año 2019 se elaboraron 470.429 toneladas de subproductos de trigo, acumulando un incremento de 3,4%, impulsado principalmente por la elaboración de harinilla y afrechillo.

"Estamos finalizando el periodo de desarrollo del cultivo del poroto y éste se ha visto afectado por la falta de agua en su última etapa", indicó el investigador y especialista en leguminosas de grano de Inia Quilamapu, Kianyon Tay, haciendo mención a la poca disponibilidad de agua de riego, necesaria para completar el crecimiento de los granos.

El ingeniero agrónomo agregó que la escasez de riego en la zona productiva de porotos (regiones del Maule, Ñuble y Biobío), empezó a notarse con fuerza a fines de enero y principios de febrero "que es justo el momento en que el poroto necesita agua porque está en periodo de floración y llenado de vaina".

Explicó que esta falta de riego puede incidir en un menor número de vainas por planta, y menor formación de granos, lo que se reflejará en una escasez de rendimiento.

Tay recalcó que cuando existe escasez hídrica intermitente en el cultivo del poroto, es decir cuando sólo existe riego inicial, "podemos tener pérdidas de entre un 40 y 50%, lo que se incrementa cuando la falta de agua se produce en la etapa en que se tiene que llenar la vaina".

Para evitar que esto ocurra, el investigador de Inia Quilamapu recomendó a los productores invertir en la construcción de un pozo zanja con retroexcavadora, lo que "considera una costo de $300 a $400 mil pesos, inversión que aunque no menor, debe asumir el productor, pero que se paga con creces en el tiempo".

El especialista en el cultivo de legumbres sostuvo que la meta para un productor promedio es obtener entre 18 y 20 quintales por hectárea "para que los números no sean rojos en su economía". Destacó la necesidad de contar con en la etapa del llenado de vaina para no tener pérdidas. "Cuando las temperaturas exceden constantemente los 30 grados, lo ideal es regar una vez por semana o lo más cercano a eso si no se dispone de mucha agua".

El investigador de Inia Quilamapu aclaró que si no se hace un riego oportuno, siempre el cultivo va a acusar la falta de agua que no tuvo, lo que se refleja en una merma del rendimiento.

"Ya hay señales de productores que han sufrido problemas en los cultivos, lo que se aprecia por la falta de crecimiento del follaje y plantas que se pusieron amarillas y se perdieron", contó.

Por último, el especialista de Inia también advirtió que no se debe descuidar el control de la polilla del poroto, que se aprovecha del estrés hídrico de las plantas. "Si ve ejemplares volando, debe hacer una aplicación química para evitar su propagación".

Cabe señalar que la mayor presencia de productores de porotos se concentra en la Región del Maule, con una superficie total que bordea las 6 mil hectáreas. Le siguen Ñuble con 2 mil 500 hectáreas y Biobío con 2 mil.