Jorge Alis llega con show renovado y guiños a la crisis social
Desde mediados de enero y hasta casi fines de febrero el comediante argentino Jorge Alis estará recorriendo diferentes ciudades del país con su nuevo espectáculo "¿Y ahora qué mierda hacemos?"
El show, que llegará al Teatro UdeC, el 28 de enero, dura una hora y 45 minutos. Trabaja en escena con algunos objetos que hacen guiños a la coyuntura, tal como lo hizo en su exitoso paso por el pasado Festival de Viña, donde estuvo con "No lo dije, lo pensé".
Alis cuenta que el nombre al show se lo puso hace varios meses, y es una suerte de mezcla entre exclamación y pregunta que nació luego de su paso por Viña del Mar. "Tuvo que ver con la sensación luego de eso. Creo que allí hubo mucha resonancia con algo social, tocamos temas que eran como importantes y que estaban pasando. Claramente, también toma sentido con lo que ha pasado, este gran estallido social. Entonces, el espectáculo tiene que ver con una pregunta retórica que nos hacemos los humanos: ¿qué hacemos?, ¿queremos cambiar las cosas?, ¿queremos ser más honestos?, ¿cómo somos de ahora en adelante? Creo que ahora hay más reflexión sobre lo que sucede desde hace tres meses atrás", dice.
-Todo el texto que tenemos es nuevo. Yo no soy un tipo que analice política. Me gusta hablar mucho desde lo cotidiano, el lugar desde donde escucho a mis hijos, los voy a buscar al colegio, converso con la gente en la calle. Hay un nuevo tema en la calle, una nueva forma de hablar con tus hijos en la casa, tiene más contenido lo que está sucediendo, hay mucha información, hay muchos videos, nos cambió la forma de comunicarnos con las personas que tenemos al lado. Nos agarró como una ola y quedamos como medios desarmados, el espectáculo se ancla desde ese lugar.
-En Copiapó (...) Me agarró el toque de queda allá, no podíamos volver. Volvimos el domingo y me traje del aeropuerto a algunas personas a dormir a mi casa, que estaban varadas.
-Sí, yo la contacté. Es que en ella hay una cosa impresionante que tiene que ver con la mujer de familia, la mujer que labura, que se banca todo y que más encima tiene ese espacio maravilloso de ir a las marchas y de tener un rol súper importante. Detrás del disfraz hay una vida maravillosa y Johanna está allí, lo cual quisimos remarcar.
CONJUNCIONES
Sus experiencias como padre también ocupan un lugar en la nueva rutina, con reflexiones sobre el mundo de las guaguas y el puro presente en el que viven. Un lugar, dice muy alejado del tipo estresado por el taco.
"Pensando en cómo hace para no estar en el lugar donde está, sino que más adelante, y todos tratando de pasar el semáforo y viene uno winner que se queda en el medio. Creo que la exigencia de 'hay que ser feliz' es un peso enorme, todo el rato. Siempre va a haber algo extra que te hará más feliz (...) En el fondo, estamos viviendo siempre la futura felicidad y nos olvidamos del presente".
También a los astros y los planetas recurre Alis en su show, con una vuelta de tuerca cómica. "Y viste que Urano está en Tauro también, así que eso tiene mucho que ver, tiene mucho sentido si le das una vuelta. Yo lo tiro en mi espectáculo y después llego a reflexiones humorísticas con eso. Vivimos en un universo en que no estamos solos. Creo que pensar en la conjunción de los planetas nos quita un peso de encima, porque no todo depende de nosotros. Los perros se dan diez vueltas antes de acostarse y algo buscan en esas vueltas ¿no?", analiza el humorista.
-La expresión artística que se genera en la música, en las fotos, eso es algo precioso, hace un paisaje que tiene historia (...) Los muros nos representan, nos dan biografía, nos muestran lo que hay que sanar para poder seguir adelante. Cambiar paradigmas y no generar estructuras que después no puedas cumplir. Tenemos que ser más libres y salir de la rabia como motor, hacer algo creativo y subirlo a un canal.
-Creo que viene algo sanador. El humor es sanador, son equilibrios, esa balanza que uno busca, autosanación, reírse en lo adverso, acomodarse en el espacio, no ir en contra de los ritmos que tenemos. Ahí nos podemos sanar, sobre todo ahora, que tenemos que vivir 110 años: hay que vivir sano, porque si no eres un cacho para tu familia.