Un crecimiento en las instalaciones de generación ciudadana experimentó la Región del Biobío, algo que no ocurrió a nivel nacional. De acuerdo al resumen mensual sobre la industria energética de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) correspondiente a noviembre, existen en el país 1.190 inscritas, una cifra menor al año pasado, cuando se llegó a 1.835, lo mismo ocurrió en cuanto a kilowatts (Kw), pues este año se alcanzaron 8.018 y en el ejercicio anterior fue de 9.621.
Sin embargo, en la Región del Biobío este fenómeno no se ha dado, pues según lo planteado por el seremi de Energía, Mauricio Henríquez, durante el 2018, incluyendo aún la Provincia de Ñuble, hubo 118 instalaciones y hasta octubre pasado, solo considerando a Biobío, hay 112.
"Es decir, estamos mejor en ese ítem. Ahora, respecto a la diferencia que existe a nivel nacional, creo que ha habido una muy buena difusión y el desarrollo de nuevas empresas en la zona, sobre todo pymes, que han desarrollado sus proyectos en la Región, lo que ha facilitado que llegue el conocimiento a mayor cantidad de personas que se han embarcado en estas iniciativas", estimó.
Eso sí, reconoció que de acuerdo a los datos, la potencia instalada ha sido menor en la zona, incluso cayó a la mitad, se explica a que los años anteriores habían más pymes que se subieron a esta iniciativa, lo que permitía que fueran de mayor tamaño.
Hasta el décimo mes de este año, en Biobío es de 470 Kw, el año pasado fue de 938 y el 2017 alcanzó 275, pero lo interesante es que esto se está democratizando en pequeñas cantidades, pero con mayor número de usuarios.
Ello, además, va de la mano con la autogeneración y durante el día produce energía que va a la red, lo que al final de la boleta se presenta un descuento. En promedio y como mínimo un hogar se ahorra un 50% de energía y cerca de un 10% de retribución producto de lo que ingresa al sistema.
DEMOCRATIZAR
Ahora planteó que en lo que denominan como democratizar la energía, que es algo positivo, que si bien bajó la cantidad, hay más casas particulares que se están sumando a este ley, por lo que la potencia por cada vivienda es menor, igual significa que familias están entendiendo este tipo de tecnología.
En ese sentido, Henríquez valoró que proyectos inmobiliarios estén incorporando la eficiencia energética, junto a que el Estado cuenta con beneficios tributarios para cualquier tipo de iniciativas que cumpla con eso, como aislación térmica, paneles solares fotovoltaicos y para agua caliente. "Con estas extensiones estamos provocando que todas las inmobiliarias desarrollen esto desde el inicio", expuso.
Sobre los incentivos que maneja la cartera para sumarse a este sistema, Henríquez comentó que existe un crédito blando con BancoEstado y exención de pagos por algunos meses. Esto implica que quien instale un sistema estará avalado por la Agencia de Eficiencia Energética y un plazo de dos a tres años de ahorro recuperará el gasto vía crédito.
David Rau, director fotovoltaico de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol), indicó que en Chile la generación distribuida, conocida también como netbilling, el crecimiento de la cantidad de instalaciones certificadas subió a una tasa del 6% y en el mismo periodo, la tasa de crecimiento de la potencia instalada se mantuvo constante en un 2%. Al ver el año completo se llega a un promedio de alza en cantidad de instalaciones del 2,51% y de 2,58% en la potencia instalada.
En todo caso, apreció que se está entrando en una fase de estancamiento alrededor del 2%. "Esto significa que actualmente los proyectos solar fotovoltaicos bajo la ley netbilling están creciendo un 43% más lento que el PIB de Chile, el cual se pronosticó en 3,5% para 2019. Si además consideramos que los crecimientos de 2016 eran de 17%, de 2017 de 7% y de 2018 de 6% se puede identificar una caída dramática en el crecimiento de una industria que podría aportar significativamente a una baja de las tarifas eléctricas, una disminución de la contaminación atmosférica y una democratización energética", apreció.
Destacó que en el último reporte de la IEA, se estima un aumento de la capacidad de energía renovable instalada en un 50% entre 2019 y 2024. El reporte proyecta que el despliegue de las instalaciones de sistemas FV en hogares, edificios, empresas e instalaciones industriales para los próximos cinco años representará el 60% del aumento esperado en energía renovable. De esto, casi la mitad en generación distribuida.
FACTORES
Entre los factores que influyen en la caída, Rau sostuvo que está, por ejemplo, el rápido avance de las energías renovables el cual hace difícil que normativas y leyes puedan seguirle el ritmo. Por eso, esperan la implementación de la bidireccionalidad en la nueva ley de distribución cambiando el rol de los consumidores a ser usuarios de la red, consumiendo e inyectando a una red que en su infraestructura considera un funcionamiento bidireccional.
Sumó también la falta de competitividad en la comercialización de energía en el mercado. La nueva ley de distribución debería atacar este punto e implementar el comercializador de energía, quien tendrá que competir con varias empresas. Aparte, indicó que el doble rol de la distribuidora en el esquema actual, entre distribuidora, revisor del ingreso de nuevos proyectos solares y competidor en la industria solar y la actual ley netbilling en Chile sigue siendo muy restrictiva y complicada, evitando un despliegue realmente masivo.
Por ende, el experto estima los recientes cambios en netbilling, PMGD y ahora el congelamiento de tarifas crean especialmente una cosa: inseguridad. "Estimo que el conjunto de cambios generará mayor inseguridad y por lo tanto actuará como un freno para la industria", remarcó.