El escritor local que ha hecho de la Edad Media su gran obra
Los músicos viven del aplauso del público al igual que los actores. Los escritores hacen lo propio con las ventas y la popularidad. Sin embargo, en este apartado del mundo de las artes, muchos son verdaderos parteros de las letras, ya que solo esperan el alumbramiento de sus obras, muchas de ellas, con años de trabajo e investigación.
Es así que Eduardo Becker (82), de profesión perito agrícola, sabe que vive los descuentos de su vida. Autodenominado como una especie de "Tolkien criollo", lo cierto es que esta aparente "humorada", puede tener mucho de cierto. Con el británico, creador de la saga "El Señor de los Anillos", publicada entre 1954 y 1955, comparte semejanzas como la fantasía épica y su propio "legendario", con obras llenas de referencias históricas, metafísicas, psicológicas, medioambientales y actuales.
VIDA Y LITERATURA
Nacido un 15 de febrero de 1937, de pequeño Becker supo que lo suyo eran las letras.
"La primera novela que escribí fue en 1950, cerca de mi casa en Ñuñoa. 'Volver a vivir' con una pluma R, con tinta, que compré en una librería de Plaza Ñuñoa. De ahí nos fuimos a otra parte y me fui con mi libro. Luego fui a trabajar en la Corporación de la Reforma Agraria en Ancud y también me lo llevé. Estuve 15 años en Chiloé y el director zonal de la entidad siempre me decía que debería estar en mi casa escribiendo. Desde los 12 años que tengo esta vocación, es algo que me nace", afirma.
Con las obligaciones propias de la vida laboral y familiar, Becker abandonó las letras hasta 1980. "Vivía en Cabrero, donde había llegado mi abuelo años antes, y ya empezaba a tener deseos de escribir. A mi abuelo y mi tío, Henri Daguerressar, quien participó en la Segunda Guerra Mundial, les prometí que seguiría mi vocación. Yo quería contar la historia de mis antepasados en Francia", apunta.
Y así con más de 40 años de residencia en Concepción, en un inicio gracias a su trabajo en el Ministerio de Agricultura y luego por opción, todas las obras de Becker se desarrollan en la Edad Media europea. Una conexión con sus antepasados.
LAS OBRAS
Sus novelas cuentan episodios históricos, como la persecución a los cátaros en el siglo XII, en Francia, y la posterior cruzada albigense. Con influencias de las obras del director de cine francés Eric Rohmer (1920-2010), que también abordó en alguna de sus película la temática cátara, ayudó a continuar la trama de Becker.
Personajes histórico / mitológicos como María Antonieta, Leonardo Da Vinci o el Minotauro y lugares como Creta, en Grecia, caben en su inmenso universo literario.
Las catedrales, por ejemplo, también toman protagonismo en sus textos. Lugares que el propio Becker ha recorrido en sus viajes a Europa.
Como autor, su obra es compleja, sin embargo, es ahí donde radica su valor. La investigación histórica y filosófica, solo entregan un valor agregado a las ideas que el santiaguino busca plasmar en sus 8 libros autopublicados.
"Los umbrales del conocimiento. Antropología filosófica" (1994), quizás uno de sus títulos más relevantes, ha sido reconocida como un importante apoyo en la enseñanza de las Humanidades y la Filosofía, mediante certificados, por la Université Paris-Sorbonne (París IV), las Universidades de Navarra y Salamanca, en España, la Universidad de Concepción y el Ministerio de Educación en Chile.
Otro de sus trabajos son "El rumor del viento" (2009), "La Mansión del Fauno" (2015), "La Estela del sueño" (2017) y "Consumación" (en preparación).
"Antoine, el personaje principal de estas novelas, es un doctor en filosofía de La Sorbonne de París. Me identifico con él y todo mi espíritu está ahí. Él cree ser Pedro Abelardo, un controvertido filósofo y monje francés del siglo X, famoso por sus escritos sobre el conceptualismo. Y mi otro personaje, Doroty, cree ser Eloísa, monja e intelectual francesa, esposa de Abelardo y una de las primeras mujeres de letras de occidente", explica Becker.
Precisamente, es el fin de esta saga, que se desarrolla en la Edad Media y recorre lugares como Madrid, París y Ámsterdam entre muchos otros. En sus páginas -sus obras superan las 500- recorre iglesias y lugares históricos, transcurriendo en las dinastías de dos familias, desde el Imperio del Vino, en las tierras de Borgoña, hasta Las Flores y Tulipanes, de Holanda.
Abordando temáticas como la constantes filosóficas, presente en sus trabajos anteriores, aquí también aborda temas actuales como la ecología y el cambio climático, siempre al ritmo de la música clásica.
"Al escribir la escucho mucho, como Chopin e, incluso, los personajes de mis libros van a la ópera", afirma, quien plantea que el resumen de su vida literaria es simple: "todo mi espíritu está en los libros, ese soy yo".