Durante el 2017, una de cada cinco compras era de manos de inversionistas y este año pasó a ser una de cada tres. Este es el nuevo escenario que está enfrentando el mercado inmobiliario, donde para muchos cumplir con el denominado "sueño" de la casa propia está quedando en el pasado y es el arriendo el que está marcando la tendencia.
Para Diego Poblete, encargado de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc) Concepción, lo anterior está en sintonía con lo que viene pasando en los últimos tres años y que tiene que ver con un encarecimiento en el precio de las viviendas.
"La principal razón para que se esté dando este fenómeno tiene que ver con lo que nosotros llamamos las políticas de contención urbana, que es el uso restrictivo del suelo y a la altura de las edificaciones. Casi el 50% en el incremento en el precio de este año se debe a eso, otro 20% a los cambios normativos y un 10% a impuestos asociados al IVA", aseguró Poblete.
La consecuencia es que cada vez más personas no pueden comprar una propiedad, por lo que el arriendo se está convirtiendo en una solución que cree que no debe ser demonizada, sino que asoma como una respuesta para mucha gente.
IMPACTO
El experto estimó que el arriendo es una tendencia que seguirá dándose en el tiempo, sobre todo porque Concepción inició un proceso de contención urbana que es muy probable que genere impactos en los precios y que se dé otro fenómeno, que es que la gente que tiene una propiedad en la zona céntrica no recibirá, si quiere vender, el valor que esperaba, porque el desarrollador inmobiliario no estará dispuesto a ofrecer lo mismo.
"Incluso pueden pasar 10 o 15 años en que no pase nada, pues esa persona no venderá en un 50% menos que le podrían ofrecer. Esto puede impulsar un desarrollo periférico, dejando postergado un proyecto céntrico", estimó Poblete.
Esto también afecta a las nuevas generaciones, que son personas solteras o parejas con hasta un hijo, y que buscan lugares cercanos, departamentos con un máximo dos dormitorios y que apuntan a la eficiencia de la modalidad urbana que entrega la cercanía con todo. Incluso, la movilidad del transporte en la zona céntrica es menor que la de la periferia, porque la gente que vive en el centro no usa el auto. Esto se traduce que los estacionamientos en los edificios ya están quedando de lado.
A su vez, Francisco Rocha, director ejecutivo de Propital, afirmó que en muchas partes del mundo los diseños de arquitectura están pensando en que los aparcaderos pasarán a ser oficinas, locales comerciales o centros habitacionales por la tendencia de moverse de otra manera.
Además cree que hoy existe una muy buena oportunidad para los inversionistas, porque hay varios factores como la restricción de acceso al crédito y la llegada inmigrantes, lo que conlleva a que mucha gente tenga que arrendar, convirtiendo esta práctica en un foco importante.
Incluso, hoy el 70% de la demanda es por alquiler y el resto por compra, elementos que tornan todo atractivo para los inversionistas. "Esto lo he visto en proyectos que estaban enfocados al cliente final que se han desacelerado. Incluso, quien aún tiene el ideal de la vivienda propia, que cada vez son menos porque los jóvenes dedican su dinero en otras acciones como viajar, prefiere la casa, aunque cada vez son menos", apuntó.
Otro factor que hizo notar es que si la demanda por arriendo sigue al alza, los precios tendrán el mismo comportamiento, lo que genera que el nicho de inversionistas sea pequeño y, a la vez, como tiene poder adquisitivo, sea el dueño de muchas propiedades.
Esto trae otro elemento, y es ¿quién o quiénes son los propietarios? En otras partes del mundo están surgiendo fondos de inversiones o se están acumulando en unos pocos, según observa Rocha, un fenómeno que es probable que en el futuro se presente en el país. "De hecho, las AFP se abrieron al mercado inmobiliario por lo mismo", apuntó.
CARACTERÍSTICAS
En tanto, Sergio Barros, gerente general de Enlacebiobío.cl, coincide en que la principal razón para el surgimiento de los inversionistas está asociada al incremento sostenido en el tiempo de los precios de las propiedades en venta, lo que se ha traducido en que las familias que compran para "vivir" simplemente no les alcance para juntar el 20% del valor de la propiedad y menos conseguir el crédito hipotecario por parte de una entidad financiera.
Dado esto, las personas se están teniendo que conformar con arrendar, lo cual se ha traducido en un alza en la demanda por compra de propiedades, con propósitos de inversión y renta.
Destacó que existen dos tipos de inversionistas: el institucional y el llamado "hormiga". Este último son profesionales de entre 30 y 50 años, con renta estable desde los $2 millones, bancarizado y con capacidad de endeudamiento, y sus objetivos normalmente pueden ser apostar a algún lugar con futura plusvalía, para vender luego del alza de precios y ganar de una vez el diferencial, y una buena manera de ahorrar para futuro, lo que le aportaría ingresos al momento de la jubilación o en algún periodo de necesidad.
Mientras que Luis Pereira, agente inmobiliario del Grupo Premium Concepción, sostuvo que el mercado inmobiliario está en constante cambio, pues "hoy encontramos proyectos de departamentos enfocados para arriendo en lugares más céntricos o de alta plusvalía y de menos superficie, estos bienes raíces están enfocados a inversionistas que buscan rentabilizar sus recursos a largo plazo asegurando mejorar sus ingresos en la vejes".
Recalcó que las inmobiliarias ya llevan más de 10 años invirtiendo sus recursos en proyectos de departamentos en lugares céntricos y de menos superficie, todo esto pensando en cautivar el interés de los inversionistas jóvenes o emprendedores. Este diseño de negocio claramente ha sido exitoso, pues cada vez ven más nuevas empresas invirtiendo en la construcción de departamentos.
Frente a esto, el ejecutivo manifestó que la banca ha reaccionado de forma positiva, creando y acomodando los productos para facilitar la compra de bienes raíces. Se han tomado como fortaleza el hecho que el inversionista es joven y profesional, logrando una cartera solida y sostenible en el tiempo.