Ecuador: redactan un nuevo decreto e indígenas se retiran
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se aprestaba a derogar oficialmente el polémico decreto 883 que eliminaba los subsidios a los combustibles y que fue el detonante de las protestas de los últimos doce días. "Hemos hecho una elección por la paz. Se expedirá un nuevo decreto que nos asegure que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan", escribió el gobernante en Twitter.
El mensaje lo colgó horas después de haber alcanzado un acuerdo con los dirigentes indígenas para revisar una decisión que respondía a las demandas de austeridad del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades a cambio de una línea de crédito por más de 10 mil millones de dólares. Un acuerdo que implicó "el sacrificio de ambas partes", explicó Moreno, y que se logró tras cuatro horas de negociación y con la importante mediación de la ONU y la Iglesia Católica.
Fuentes del Ministerio de Defensa añadieron que "al derogarse el decreto 883, todas las medidas de excepción relacionadas con él han quedado anuladas" y que "las fuerzas del orden están en misiones de apertura de vías y abastecimiento". Así, se eliminó el estado de excepción y el toque de queda.
Mientras, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, dijo que todos los precios de los combustibles y el transporte en Ecuador deben volver a la normalidad hoy (martes), poco después de que Moreno expresara que es inminente la derogación del decreto. El líder indígena añadió que también "el alza de precios de productos de primera necesidad" tiene que "normalizarse".
Antes, la Conaie informó que una comisión trabajaba en la redacción del decreto que reemplazará al emitido hace casi dos semanas. "Festejamos la victoria pero esto no termina hasta que el acuerdo se concrete a cabalidad", aseguró.
protestas y normalidad
Ayer, numerosos indígenas empezaron a regresar a sus casas en las distintas provincias del país tras más de una semana de movilización, en la que bloquearon las principales vías de la sierra ecuatoriana y llegaron a conseguir la paralización de Quito, la capital.
Ecuador recuperó poco a poco la normalidad tras las protestas, varias de ellas violentas, que dejaron siete fallecidos, más de 1.300 heridos, 1.152 detenidos, según la Defensoría del Pueblo, además de múltiples destrozos. En la capital, el servicio de transporte urbano se sumó al metropolitano que en los últimos días funcionó con algunos problemas, aunque el fin de semana fue casi nulo. El servicio de taxis se desarrolló con normalidad en la capital que, a primera hora, volvió a presentar tiendas abiertas, así como panaderías, entre otros locales, y el usual movimiento de la ciudadanía que se desplazaba a sus lugares de trabajo.
Eso sí, seguía el cierre de escuelas y colegios, y la reactivación del aeropuerto era progresiva, pues aún se registraba la cancelación de vuelos.
Desde Bruselas, donde reside, el expresidente de Ecuador Rafael Correa aseguró que el Gobierno de Moreno está "clínicamente muerto".