Fanáticos de los autos antiguos explican el proceso de mantención
Algunos fueron encontrados abandonados en garajes, otros fueron importados, heredados o comprados hace muchos años. Son los autos clásicos, que en la zona tiene a varios seguidores agrupados en "Autos Antiguos Concepción", quienes se reúnen cada cierto tiempo para pasear, hacer beneficios o participar de eventos importantes, como fue el pasado Mundial de Rally.
Cada dueño de un vehículo lo cuida resguardando todos los detalles originales, invirtiendo tiempo y a veces altas sumas de dinero, dependiendo del modelo, aunque hoy en día es más fácil conseguir piezas gracias a la existencia de sitios y plataformas electrónicas que permiten comprar en cualquier parte del mundo.
Gigio Isola, presidente del club que nació en 1988 pero recién obtuvo la personalidad jurídica hace un par de años, contó que este proceso les permitió inscribirse en el Ministerio de Transportes como un ente certificador de vehículos históricos, en especial para los que tengan 40 años o más. Para el caso de la revisión técnica, solo se pide lo original de fábrica.
Actualmente, son 30 los socios de este grupo, algunos de los cuales tienen de uno hasta 30 autos. A modo de ejemplo, Isola posee un Buick Eight de 1941, que lo encontró en Quirihue hace unos 30 años. Lo ha ido restaurando de a poco, trayendo repuestos de Estado Unidos o adquiriendo alguno que tenga los estándares de fábrica, aunque hoy no cuesta tanto hallar piezas, porque EE.UU. tiene una gran industria y gracias a la existencia de, por ejemplo, Ebay se puede comprar repuestas usados y nuevos. Los de origen europeos cuestan un poco más.
Si bien son autos que son cuidados con mucho esmero, de repente son facilitados para eventos especiales e incluso para algunas películas.
Hugo Soto tiene un Renault Florida de 1962. Contó que cuando era joven, vio este modelo de color blanco en una compra venta de Santiago. Se enamoró de él y lo compró, el que luego lo perdió, pero vio otro en internet, de color negro, e hizo las gestiones para traerlo de Perú hace unos tres años. Eso sí, tardó 16 meses en que llegara a Arica, pero hoy está feliz con su joya, que tiene todo original.
A su vez, Fernando Soto tiene un Phantom de 1928, que muchos lo conocen como una "burrita". Lo tiene hace unos 14 años, cuando lo compró luego de ver un aviso en un diario. Aunque no lo encontró en buenas condiciones, luego de dos años de trabajo, lo restauró. Tiene un 99% de piezas originales y hoy lo disfruta.
"Una de las trabas importantes con las que me encuentro es la revisión técnica, porque como es un auto de colección, no entienden y hay que empezar a explicar", contó.
De todas formas, igual hace trayectos largos, pero con la precaución de parar cada 100 km para darle un descanso.
Finalmente, Claudia Quezada es dueña de un Buick del 47 desde hace unos 7 años y al igual que el resto, debieron restaurarlo. "Casi todo viene del extranjero y la pintura se obtuvo de catálogo. Por eso lo sacamos para cosas muy puntuales", afirmó.