Nicolás Gavilán se alista para volver a los estudios musicales
Después 53 semanas en competencia, Nicolás Gavilán cumplió su objetivo y se hizo con el rosco de "Pasapalabra", la noche del lunes, llevándose un premio total de $ 401.750.000.
Un monto, sin duda, importante y que luego de los descuentos por impuestos -unos 120 millones- le permitirá a este joven de 22 años oriundo de Hualpén, comprarse un departamento en el centro de Concepción, para comenzar a vivir de manera independiente. Junto a ello, dice, retomar sus estudios de Pedagogía en Música, en la UdeC, donde cursa cuarto año. "Aunque estoy bien atrasado en la carrera", reconoce en conversación con Diario El Sur, en palabras que se sienten sinceras y espontáneas.
Una locuacidad que, de alguna manera, se contrapone a las 17 mil palabras que domina en sus significados. "Con el tiempo algunas se me han olvidado", señala, quien se puso en la tarea -con la ayuda de un programa computacional y aplicación llamado "anki"- de prepararse para participar en el programa de CHV.
"Cuando perdí la primera vez (luego de cuatro semanas en septiembre pasado) descubrí la aplicación y la empecé a usar", cuenta Gavilán, quien hoy regresa a la capital regional, para "quedarme definitivamente".
Y es que el tiempo invertido no fue poco, partiendo por la decisión de congelar la universidad durante el primer semestre. Literalmente, comenta, su vida giraba en torno al programa, quedándose en Santiago de lunes a miércoles, para regresar los jueves a su casa para seguir estudiando con rangos diarios de tres horas.
LO IMPORTANTE ES CREER
Gavilán no tiene reparos para indicar que, aunque se reconoce lector, se preparó exclusivamente pensando en el dinero que podía ganar en el estelar de concurso. Sin embargo, en el paso de los días, capítulos y semanas la meta se le fue haciendo cuesta arriba. Pero ahí estaba. "Por eso estoy feliz (...) Creo que la mayor felicidad te la da el hecho de haberse esforzado tanto tiempo, estuve dedicado al tema. Ganar es como esa satisfacción que te queda cuando uno le pone harto empeño", dice.
- Claro, eso te emociona.
- Sí, la verdad pensé que podía ganar.
- Fue un carril, y como alternativa tenía paleozoología.
- Sí, hubo un momento en que pensé que era imposible ganarse el rosco.
- Así es, y esas estrategias de juego se fueron dando, por ejemplo, con los tiempos. Ya sabía con cuanto tiempo podía jugar relajado o cuánto era suficiente para completar el rosco.
- Con 120 segundos se puede hacer, pero apurado. Para ir relajado 130.