En mayo pasado se oficializó el retorno del técnico a la institución y ya logró su primer título. Tal como en 1997 y 1998 cuando fue campeón con UdeC de la extinta Dimayor, Cipriano Núñez volvió a tomar la pizarra del Campanil esta temporada, dejando atrás el ciclo del venezolano Alfredo Madrid.
Y el entrenador nacional, que se encuentra a cargo de los equipos masculinos y femeninos, inició de la mejor manera su periplo. Si bien es cierto cayó en la final universitaria ante Universidad de Las Américas a inicios de mes, el estratega se repuso el pasado fin de semana, al conseguir el campeonato de la Liga Nacional de Básquetbol Chile Centro (ex Libcentro), certamen que reunió a trece equipos de Valparaíso hasta el Biobío.
En el Top 4 disputado en el Estadio Palestino de Las Condes, el quinteto auriazul se impuso 62-58 en la final a Sportiva Italiana de Valparaíso (donde juega el también penquista Javier Barra), y volvió a dominar el centro del país, tal como en 2014, bajo la dirección técnica del argentino Gabriel Schamberger.
Cipriano analizó el importante triunfo. "Fue un partido de alta intensidad. Si bien lo ganamos, no jugamos bien y eso preocupa. Cometimos bastantes errores, por lo que tuvimos bajos porcentajes de conversión. Tiros solos que comúnmente metemos y ahora los fallamos", dijo el técnico.
Agregó que "en todas las facetas del juego estuvimos bajos en relación a lo que es nuestro promedio, en porcentaje de dos puntos, tres puntos y tiro libre. Eso, en parte, es mérito del rival, pero también nosotros nos desconcentramos. Puede ser producto de la ansiedad por jugar una final".
El entrenador continuó con la autocrítica. "Quedé contento por el resultado, pero desde el punto de vista técnico pudimos haber sido más claros y asegurado el triunfo antes. Las finales, como se dice, hay que saber jugarlas y creo que esta vez no lo hicimos del todo bien".
Eso sí, el estratega destacó la expedición realizada en el torneo, donde en ocho partidos disputados, perdieron uno y después celebraron siete veces en línea. "Lo meritorio aquí no es solo haber ganado, sino que la campaña, que fue bastante buena. Solo perdimos en la primera fecha, contra Español de Talca allá y sin algunos jugadores. De ahí en más, empezamos a crecer y se vio reflejado en el título", indicó.
SEQUÍA
Varios años pasaron sin que U. de Concepción consiguiera cosas importantes en el básquet nacional, por lo menos a nivel adulto. En el recuerdo de los hinchas está el último título grande del Campanil en 2012, en la extinta Dimayor, bajo la dirección técnica de Jorge Luis Álvarez.
Tras ello, los universitarios levantaron los trofeos de la Libcentro y Copa Chile en 2014, con Schamberger en la banca. El último logro destacado fue el campeonato de la Conferencia Centro de la Liga Nacional en 2016, con Pablo Ares, pero después perdieron la final frente a Valdivia.
Varios años sin festejar que se cortaron con el histórico Cipriano. Al respecto, el entrenador sostuvo que "me pone inmensamente feliz haberle dado una alegría a la institución. Es bastante especial, sobre todo en un año tan importante, donde se celebra el centenario y porque además se sale de una sequía de títulos".
Ahora el quinteto de la zona se alista para el gran desafío de la temporada: la Liga Nacional de Básquetbol (LNB), máxima competición del baloncesto chileno, y que incluye a los fuertes equipos del sur del país. El campeonato inicia en octubre.