Natalia Guerra Jequier, la madre del recién nacido asesinado en 2012 en un ritual en Colliguay, fue detenida ayer por la Policía de Investigaciones, dos años después de que el Juzgado de Garantía de Quilpué la condenara por el delito de parricidio.

La BIPE detuvo a Guerra en un sector de parcelas de Isla de Maipo. La mujer, sentenciada a cinco años de prisión, era monitoreada hace meses, pero no fue fácil dar con ella, pues se cambió permanentemente de domicilio, con identidades ficticias, y enviaba a comprar a su pareja, detalló el comisario Juan Pablo Pardo.

También indicó que aún practicaba rituales y que la pista que permitió dar con su ubicación fue unos documentos que olvidó en una de las casas que habitó en su huida.

En 2017, el Juzgado de Garantía de Quilpué condenó a un grupo de jóvenes, entre ellos la madre del recién nacido, quien participó del ritual donde fue sacrificado. Pese a ello, Guerra nunca pisó una cárcel, dado que escapó, pero ahora debería completar los dos años que le restan de condena. Ramón Castillo ("Antares de la Luz"), líder del grupo, huyó cinco meses después del ritual a Perú, donde se suicidó.

El abogado defensor del general (r) Humberto Oviedo, Gonzalo Rodríguez, solicitó a la Corte Suprema que decrete la libertad inmediata de su representado, quien se halla procesado por malversación de fondos públicos por una suma superior a los 4.500 millones de pesos.

La petición fue hecha en el marco de los alegatos por los recursos de amparo presentados por la defensa del ex comandante en jefe del Ejército.

Rodríguez sustentó su petición en que "la causa completa se encuentra suspendida" y, respecto de la orden de detención instruida por la ministra Romy Rutherford, dijo que es una resolución "irregular, ilegal y arbitraria".

El Consejo de Defensa del Estado pidió, en tanto, el rechazo de la apelación de los amparos y que se esclarezca la situación de la ministra en visita en cuanto a sus atribuciones jurisdiccionales.