Investigan vacunación masiva de estudiantes y apoderados
La seremi de Salud de la Región Metropolitana, Rosa Oyarce, confirmó ayer el inicio de una investigación por la supuesta mal administración de cientos de vacunas contra la influenza en el Colegio Alicante del Valle, en Puente Alto, luego de que varios apoderados denunciaran que una enfermera que no habría cambiado agujas ni jeringas al momento de las inoculaciones. Asimismo, los padres, que contrataron de manera particular a la profesional, dudaron sobre si efectivamente recibieron algún medicamento.
"Lo primero es saber cuánta gente se vacunó, luego qué tipo de vacunas se tenía en el lugar y esclarecer si efectivamente se utilizó el mismo material para diferentes personas", dijo Oyarce al visitar el establecimiento donde a fines de junio falleció un menor a causa de la influenza, razón por la cual los apoderados buscaron vacunas para ellos, sus hijos y los profesores, La situación se tornó más apremiante debido a la escasez de dosis en los recintos de salud capitalinos, por lo cual se recurrió a una enfermera privada que alcanzó a atender a 745 personas.
"No podemos aclarar ni decir fehacientemente si se utilizó (la misma aguja) hasta que no tengamos claridad del total del proceso, y además no olvidar que esto está en la Fiscalía, de tal manera que cada uno hará su propia información", indicó Oyarce.
La seremi agregó que "a las personas que fueron vacunadas (hasta la tarde de ayer) no les ha pasado absolutamente nada, no hay información de que haya algún problema o registro de alguna situación de salud hasta el momento. Aquí hay una preocupación por la duda del uso de agujas utilizadas y la inquietud de que la vacuna fuera o no fuera antiinfluenza".
Oyarce, asimismo, detalló que "tenemos algún antecedente de que también" habría ocurrido una situación parecida en Maipú, la cual mantiene a Salud "en proceso de información".
medicamentos
"Está en investigación cómo una persona particular tenía 700 vacunas, dado que la vacuna es un fármaco termolábil, que es autorizado por la institución de salud pública. Por lo tanto, requiere de un proceso de resguardo en cámara de frío. Lo otro es que esto debería haber estado asociado a una farmacia, o a un botiquín, a un servicio de vacunatorio particular de los cuales nosotros tenemos autorizados", señaló la seremi metropolitana de Salud.
La mujer cobraba $7.000 por cada supuesta vacuna: "Si alguien abusó de esta situación para lucrar hay, que perseguirlo con todo el rigor de la ley", dijo el alcalde Germán Codina.